Enfermedad cerebrovascular. Factores clinicos epidemiológicos
Autor: Dr. Leandro Guzmán Domínguez | Publicado:  22/10/2010 | Neurologia | |
Enfermedad cerebrovascular. Factores clinicos epidemiológicos .10

Son muchos los síntomas y signos que cortejan la Enfermedad Cerebrovascular, como se aprecia en la tabla número 4 la hemiplejía fue el signo que más encontramos con 30 pacientes para el 85.7% seguido de la disartria con 29 pacientes y un 82.2%.

En la bibliografía revisada se encontró que estas manifestaciones clínicas son muy frecuentes en caso de cualquier evento cerebrovascular y sobre todo los Ictus, los síntomas se desarrollan rápidamente y, típicamente, son máximos en pocos minutos. (11, 22,28)

Los síntomas y signos en los accidentes cerebrovasculares reflejan el área cerebral dañada y no necesariamente la arteria afectada, al producirse la oclusión de una arteria se generan dos áreas, una central, que recibe una irrigación menor a 10 ml/100 g/min (normal 50 ml/100 g/min). Esta zona está destinada a la necrosis. La zona periférica tiene una irrigación intermedia y se la denomina área penumbra, muchas veces su volumen es mucho mayor al área central. En el área penumbra las neuronas, aunque vitales, no se encuentran activas y por lo tanto pueden contribuir a la clínica del paciente. (26,28)

La oclusión de la arteria cerebral media y de la carótida interna puede producir alteraciones neurológicas clínicamente similares y son la hemiplejía y la disartria bastante comunes en estos casos, pensamos que se produce por lo sensible que son estas áreas del cerebro que a la menor falta de riego sanguíneo rápidamente dan esta clínica como la disartria y la hemiplejía.

El cuadro más habitual es el debido a la afectación de la arteria cerebral media (pues la arteria cerebral anterior se puede rellenar por la arteria comunicante anterior), con hemiplejía, hemianopsia homónima y hemihipoestesia heterolaterales, desviación oculocefálica ipsilateral, y afasia si se afecta el hemisferio dominante. Otros síntomas por obstrucción de carótida son los síncopes ortostáticos, atrofia óptica y retiniana, catarata o claudicación mandibular, en relación esta última a hipoperfusión crónica.

La clínica que se origina de la lesión de esta arteria es variable, y abarca desde un infarto masivo del territorio de las arterias cerebral media y cerebral anterior (ambas ramas de la carótida interna) hasta la ausencia de síntoma alguno, dependiendo del tiempo de establecimiento de la lesión arterial, de la patogenia de la obstrucción y de la formación de colaterales. Dependiendo de la localización de las lesiones cerebrales, vamos a encontrar unos síntomas u otros. Así, unos afectarán más al movimiento de los miembros superiores o inferiores, otros más a la sensibilidad, al equilibrio. Algunas otras manifestaciones también apreciables en estos enfermos son los trastornos mentales, es decir, alteraciones de la memoria, del lenguaje, del reconocimiento de personas o de su propio cuerpo, alteraciones visuales, etc. No hay que olvidar que todas las funciones corporales están reguladas por nuestro cerebro, así que dependiendo de la zona afectada nos podemos encontrar infinidad de síntomas, y con mucha frecuencia la asociación de ellos. Destacar que es frecuente que muchos de los síntomas que consideramos como enfermedad cerebral aguda, a veces sé malinterpretan en el anciano, y por tanto es más difícil el diagnóstico. (12,27)

El estudio mostró que 29 pacientes fueron portadores de la Enfermedad Cerebrovascular Isquémica para un 82.2%, como se observa en la tabla número 5, al comparar con otros estudios los resultados son similares.

Alrededor del 88% de los accidentes cerebro-vasculares son ocasionados por un coágulo sanguíneo o la obstrucción de una arteria que lleva sangre al cerebro, este tipo de ataque cerebral se denomina «accidente cerebrovascular isquémico, existen dos tipos de accidentes cerebros vasculares isquémicos: trombosis cerebral y embolia cerebral, el 12% restante es ocasionado por vasos sanguíneos rotos o dañados que derraman sangre en el cerebro o alrededor de él, denomina accidente cerebrovascular hemorrágico. (12, 13, 42)

Otros estudios plantean que la enfermedad cerebrovascular Isquémica se presenta en el 85% de los casos y en un 15% la Hemorrágica, en los Isquémicos alrededor del 50% es producido por Arteriosclerosis, Embolismo Cardiaco y Enfermedades de las arterias penetrantes, siendo entre los Hemorrágicos los más frecuentes la Hemorragia Intracraneal con un 9% del 15% total de este evento. (6,22)

En el servicio de urgencias el diagnóstico clínico de la enfermedad cerebrovascular de presentación aguda es esencial para el estudio y manejo subsiguiente, el que con mayor frecuencia se diagnostica es el isquémico, el tratamiento del mismo tiene un objetivo fundamental, que es defender la zona de penumbra isquémica. Las medidas esenciales de soporte vital, aplicadas desde el ingreso del paciente a urgencias, están encaminadas a detener el daño primario y a prevenir la cascada nociva de eventos químicos y metabólicos en la zona de lesión, que determinan el daño secundario.

Un cambio mundial en la actitud médica frente al ACV en urgencias llevó a demostrar en los últimos años la importancia de manejar de forma integral y multidisciplinaria a estos pacientes, constituyendo las llamadas Unidades de “stroke” (apoplejía). Diversos estudios demuestran que reducen el riesgo de muerte sin incrementar la estancia hospitalaria. (16, 33, 25,27)

Este resultado se relaciona directamente con los factores de riesgo más frecuentes encontrados, el la población de estudio, la hipertensión arterial y el hábito de fumar los cuales producen daño vascular a nivel endotelial y también aceleran el proceso de arteriosclerosis, además de la relación causa-efecto de estos factores de riesgo que está bien demostrada, acelerando el proceso aterosclerótico y de este modo propicia la oclusión de las arterias cerebrales.

Los pacientes que presentan un cuadro clínico compatible con un accidente cerebrovascular deben ser atendidos, en forma urgente, en un establecimiento de salud en el que se cuente con la posibilidad de acceder a una evaluación por neurólogo y a un estudio de imágenes (tomografía computada de cerebro sin contraste), que permitan confirmar el diagnóstico, precisar la localización del daño, el pronóstico, y establecer un plan de tratamiento inicial, así como una serie de exámenes que son de gran utilidad tanto para el diagnóstico como el seguimiento de esta entidad.

El estudio como se puede ver en la tabla número 6, arrojó que a la totalidad de los pacientes se le realizaron los exámenes hematológicos, hemoquímicos y electrocardiograma, mientras que la Tomografía Axial Computarizada, que es el más importante para el diagnóstico de la enfermedad cerebrovascular le fue realizada solo a 33 pacientes para un 94.2%, este examen es de tecnología de punta anteriormente sólo tenía cobertura en hospitales nacionales y en algunos provinciales, hoy nuestra provincia es una de las privilegiadas y cuenta con dos Tomógrafos uno en la ciudad de Manzanillo y otro en Bayamo con lo que tenemos un aumento considerable en la accesibilidad de los pacientes a estos servicios pues el gobierno ha realizado una importante inversión en la compra de equipos para ponerlos a la disposición del pueblo.

En estudios realizados sobre la enfermedad cerebrovascular se ha progresado durante las últimas décadas, gracias a varios factores: en primer lugar está el avance en los conocimientos acerca del comportamiento fisiopatológico del tejido nervioso ante la isquemia y la hipoxia, que ha permitido desarrollar un nuevo arsenal de medidas preventivas y de tratamiento, En segundo lugar el gran desarrollo técnico de la imagenología del Sistema Nervioso Central, y de las técnicas de ultrasonido para el estudio del sistema cardiovascular. Estos adelantos permiten que los individuos puedan ser mejor estudiados, facilitando un abordaje preventivo, y en los casos de lesión neurológica, reducir al mínimo el daño neuronal y las secuelas. (23,46)

La escanografía computadorizada (Tomografía Axial Computarizada) es el método más eficaz, rápido y de bajo costo para el estudio de un evento isquémico agudo en el servicio de urgencias. Busca detectar esencialmente hemorragia cerebral (tiene sensibilidad de 100% para hemorragia intracerebral y de 96% para hemorragia subaracnoidea), o la presencia de signos radiológicos tempranos que sugieran evento isquémico extenso en evolución, que contraindique la trombolisis.

En etapas muy tempranas es frecuente que la escanografía sea normal, como también es posible encontrar anomalías en isquemias cerebrales transitorias. (16, 23,39)


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