Enfermedad cerebrovascular. Factores clinicos epidemiológicos
Autor: Dr. Leandro Guzmán Domínguez | Publicado:  22/10/2010 | Neurologia | |
Enfermedad cerebrovascular. Factores clinicos epidemiológicos .4

El accidente cerebrovascular se considera completo cuando no se presenta más deterioro, durante el examen, el médico buscará deficiencias neurológicas, motoras y sensoriales específicas, ya que con frecuencia corresponden con precisión a la ubicación de la lesión del cerebro, varios autores plantean que los efectos devastadores de la enfermedad pueden ser disminuidos o revertidos, si se inicia un tratamiento oportuno y para ello es fundamental conocer las manifestaciones clínicas de esta enfermedad, las cuales pueden presentarse de forma súbita e incluyen síntomas y signos como: Adormecimiento o debilidad en un brazo, en una pierna o en un hemicuerpo, cefalea intensa que puede asociarse a vómitos, diplopía, visión borrosa o disminución de la visión en uno o ambos ojos, mareos o vértigos y hemiplejía. (13, 20,32)

Esto, al igual que cualquier otro tipo de déficit neurológico producido por un accidente cerebro vascular, también puede ser causado por otras patologías, como tumores, abscesos, enfermedades desmielinizantes, etc. Sin embargo, lo característico de las enfermedades cerebro vasculares y que va a orientar al clínico, es la brusquedad de comienzo y rápida evolución para llegar a ser máximo el déficit, en segundos, minutos, horas o a lo más unos pocos días. De esta evolución característicamente tan aguda es de donde deriva el nombre accidente. (21,33)

El flujo sanguíneo cerebral es aproximadamente de 65 ml/min/100 gr de tejido pero puede modificarse dependiendo de la rapidez y el grado de obstrucción que sufra el vaso. Si el flujo sanguíneo cerebral cae por debajo de 25 ml/m/100 g de tejido cerebral y la circulación se establece a corto plazo, las funciones cerebrales se recuperan; si por el contrario cae por debajo de 10-12 ml/min/100 g, independientemente del tiempo de duración, se desencadenan los procesos irreversibles del infarto cerebral. (34-36)

Varios de los autores de la literatura médica mundial han coincidido con la clasificación actual de la enfermedad cerebro vascular desde el punto de vista fisiopatológico pues su manejo tanto en el diagnóstico como en el tratamiento es la más acertada y la clasifican de la siguiente manera (14,27):

Enfermedad cerebro vascular Isquémica, entre ellas tenemos a:

Trombosis cerebral: cuando se forma un coágulo o trombo sanguíneo en alguna de las arterias que abastecen de sangre al cerebro.

Embolia cerebral: Ocurre cuando en el organismo se forma un émbolo o coágulo, que viaja por todo el torrente sanguíneo y se aloja en alguna parte del cerebro.

Accidente transitorio de isquemia: Son episodios de disminución – alteración neurológica focal de breve duración con recuperación total del paciente en menos de 24horas, no existiendo necrosis del parénquima cerebral.

Enfermedad cerebrovascular hemorrágica, entre las que se encuentran:

Hemorragia cerebral: Es una colección hemática dentro del parénquima encefálico producida por la rotura vascular.

Hemorragia subaracnoidea: Extravasación de sangre en el espacio subaracnoideo directamente.

Hemorragia cerebromeníngea: Es una colección hemática dentro del parénquima encefálico producida por la rotura vascular con comunicación con los espacios subaracnoideos o el sistema ventricular:

Hematoma epidural: Sangre entre la duramadre y la tabla interna del cráneo.

Hematoma subdural: Es la presencia de sangre entre la aracnoide y la duramadre.

La clasificación del Oxfordshire Community Stroke Project, como pionera en el estudio de la enfermedad cerebrovascular, utiliza exclusivamente criterios clínicos, habiendo demostrado su utilidad cuando es empleada para estudiar a pacientes en la comunidad.

Los cuatro grupos en que se clasifica al infarto cerebral muestran diferencias en su historia natural. Así se han definido cuatro síndromes neurovasculares sencillos y fáciles de detectar por todos los médicos, pero por la necesidad de la identificación temprana del tipo de enfermedad cerebro vascular para su mejor tratamiento y pronóstico se han enmarcado más en la clasificación desde el punto de vista fisiopatológico, también se han descrito cuatro subtipos clínicos fundamentales de lesión cerebral, el infarto lacunar, el infarto total de la circulación anterior, infarto parcial de la circulación anterior y el infarto de la circulación posterior. (37,38)

La clasificación NIND´90, es también utilizada en la actualidad considera la enfermedad cerebrovascular asintomática, la disfunción cerebral focal (ataque, transitorio isquémico e Ictus), la demencia vascular y las encefalopatías hipertensivas. (39)

Otros autores la clasifican atendiendo al perfil evolutivo temporales (Clasificación clínico-temporal.)

1. Accidente cerebro vascular isquémico: atendiendo al perfil evolutivo temporales dividen en:

a. Ataque isquémico transitorio. (AIT): Son episodios de disminución – alteración neurológica focal de breve duración con recuperación total del paciente en menos de 24horas, no existiendo necrosis del parénquima cerebral.

b. Déficit neurológico isquémico reversible. (DNIR): Cuando el déficit neurológico dura más de 24 horas y desaparece en menos de cuatro semanas.

c. Ictus establecido. El déficit neurológico focal es relativamente estable o evoluciona de manera gradual hacia la mejoría, y lleva más de 24-48 horas de evolución.

d. Ictus progresivo o en evolución: es el que se sigue de empeoramiento de los síntomas focales durante las horas siguientes a su instauración.

2. Accidente cerebro vascular hemorrágico:

a. Hemorragia Parenquimatosa, es la más frecuente se relaciona con hipertensión arterial (HTA). Es una colección hemática dentro del parénquima encefálico producida por la rotura vascular con o sin comunicación con los espacios subaracnoideos o el sistema ventricular. Su localización más frecuente es a nivel de los ganglios basales aunque también puede presentarse a nivel globular y tronco encefálico.

b. Hemorragia subaracnoidea. Extravasación de sangre en el espacio subaracnoideo directamente.

c. Hemorragia epidural. Sangre entre la duramadre y la tabla interna del cráneo.

d. Hematoma subdural. Sangre entre la aracnoides y la duramadre.

Los dos últimos son de etiología traumática habitualmente.

Estas distinciones tienen implicaciones clínicas, pronósticas y terapéuticas. (23)

No olvidando que es una entidad que responde a factores de riesgo no modificables y modificables por lo tanto en base a estos últimos es donde debemos imponer nuestros esfuerzos para prevenir tanto los eventos primarios como los recurrentes.

Por otra parte, el reconocimiento de factores de riesgo vascular en pacientes asintomáticos es la base de la profilaxis primaria, es de una trascendencia fundamental; en este aspecto, la ayuda del médico de atención primaria se convierte en irreemplazable.


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