Repercusion del apoyo vital avanzado en la atencion al paciente grave prehospitalario
Autor: Dr. Luis Felipe Hernández Hernández | Publicado:  25/11/2010 | Cuidados Intensivos y Cuidados Criticos , Medicina de Urgencias | |
Repercusion del apoyo vital avanzado en la atencion al paciente grave prehospitalario .7

Estabilización Post-reanimación

Cuando los esfuerzos de la reanimación tienen éxito y el paciente se estabiliza lo suficiente, será preciso, ingresar a éste en un servicio adecuado intensivo.

Esto puede obligar a un traslado hasta otro centro. Cuando hay coordinación con los esfuerzos del hospital de destino se vuelven más fáciles las decisiones relativas a los cuidados del paciente que se han puesto en marcha y a los medios de traslado (helicóptero, avión, ambulancia, o equipo especializado de traslado). Hay que evaluar con frecuencia el estado del paciente, vigilarle cuidadosamente, y preparar copias de todos los registros, resultados de laboratorio, y radiografías para enviarlos junto al paciente en su traslado. (17)

Problemas Psicosociales/Éticos en la Reanimación Infantil

La reanimación de un niño y, especialmente, una reanimación que fracasa, es un suceso emocionalmente agotador para todos los participantes. Es necesario usar esfuerzos enérgicos siempre que exista esperanza de salvar la vida de un niño. Sin embargo, a excepción de los niños en profunda hipotermia, un niño que llega al hospital en apnea y sin pulso perceptible no tiene prácticamente ninguna probabilidad significativa de supervivencia desde el punto de vista neurológico. A veces se dedican grandes recursos a esfuerzos inútiles, con consecuencias negativas para el niño y la familia. La decisión de no empezar una reanimación puede ser tan difícil como la decisión de detenerla. Los padres que se enfrentan bruscamente a la pérdida inesperada de su hijo, pueden pedir que se haga “cualquier cosa”. En realidad, cuando existen buenas relaciones entre el médico y el padre, la mayoría de las familias no insisten en que se tomen medidas poco razonables. (58)

En algunos casos, la decisión de permitir que los padres estén presentes en la sala de tratamiento como testigos de la reanimación puede ayudar a aceptar la gravedad de la situación y a sentir que estuvieron junto a su hijo hasta el último momento. La muerte o una mala supervivencia desde el punto de vista neurológico es la regla, si la asistolia persiste después de administrar dos dosis de epinefrina IV o después de 25 minutos de reanimación cardiorrespiratoria (RCR). El hecho de que pueda restaurarse un ritmo cardíaco suficiente para mantener el riego sanguíneo gracias a la administración de numerosas tandas de los fármacos que se emplean en la reanimación no debe considerarse un éxito. Debería recordarse que el objetivo es la supervivencia acompañada de una buena recuperación de las funciones neurológicas. (17)

En el momento en que la persona que asume el mando de la operación decide interrumpir la reanimación cardiorrespiratoria (RCR) y declarar la muerte del niño, debe pedirse a los miembros del equipo que se aseguren de que todas las personas afectadas creen que se ha hecho todo lo apropiado. Inmediatamente después de dicha declaración debe darse una oportunidad al personal para que exprese sus opiniones al respecto, pues las emociones tienden a descargarse mucho con la muerte de un niño. Una revisión formal del código de operaciones, para estudiar en profundidad el proceso y el resultado de cada reanimación, es una parte del programa de mejora de la calidad dentro del servicio. (58).

Atención Médica Prehospitalaria

La atención médica prehospitalaria constituye una estrategia de protección a la salud de la población que contribuye a disminuir la tasa de mortalidad y evitar muertes prematuras, así como limitar el daño irreversible en la función de un órgano, aparato o sistema, no sólo en pacientes con traumatismo, sino también permite proporcionar soporte vital avanzado a pacientes en estado crítico por la presencia súbita de una enfermedad aguda o metabólica descompensada que pone en peligro su vida; efectuando una identificación y manejo de las condiciones que ponen en peligro la vida del paciente, aplicando las reglas de la hora dorada, por lo cual disponemos de 10 minutos para evaluar al paciente crítico y proporcionarle el manejo esencial necesario. El principal objetivo de la atención prehospitalaria es ubicar al paciente en el hospital más adecuado para su patología y realizar durante el traslado las medidas de soporte avanzado para estabilizar o mejorar las condiciones del enfermo hasta el arribo al hospital. (59,60)

Subsistema de urgencias desde la Atención Primaria de Salud

El subsistema de urgencias desde la atención primaria de salud (SUAP) ha desarrollado fundamentalmente la consulta de urgencia existiendo logros en casos vistos; pero no tienen aún toda la consolidación necesaria en las primeras acciones de emergencias, ni existe el suficiente avance en el socorrismo para incrementar la captación de éstos enfermos y desencadenar el sistema para el control de la letalidad. El control y regulación de ambulancias no es todavía el que necesita. Este subsistema dirige la atención de urgencia de un municipio con sus diferentes unidades asistenciales de urgencia en la Atención Primaria, pequeños Hospitales Locales e instituciones de Asistencia Social constituyendo una red bajo la dirección de la Coordinación de Urgencia Municipal, ubicada en la unidad Principal de Urgencias en Policlínico (PPU), en Hospital Local o aislada (UPU). Esta coordinación sectoriza la actividad, controlando, regulando y coordinando las urgencias y las ambulancias Municipales siendo el eslabón fundamental para demandar Ambulancias de Emergencias a la Coordinación Provincial. (2)

La misión de este subsistema es brindar la atención lo más próxima posible al paciente de manera precoz, eficaz, calificada, regionalizada y estratificada por prioridades, dependiendo del tipo de urgencia y eslabonándose desde allí hacia los diferentes niveles de atención, según las necesidades del paciente, para una mayor satisfacción y eficiencia, evitando traslados y gastos innecesarios. Por este objetivo se trabaja en incrementar la capacidad resolutiva del Sistema cada vez más hacia la periferia. Tiene como propósitos elevar el nivel de satisfacción de la población con un servicio más cercano a sus viviendas y desplazando adecuadamente la demanda de urgencia y de urgencias sentidas dentro del SNC. (17)

El rescate se considera cuando se va a buscar a un paciente y se traslada hacia un centro de salud (hospitales, red del SUAP) ya que por su patología no debe permanecer en el punto de la red que solicita el transporte. No necesariamente todos los casos deben ser llevados hacia la unidad que coordinado, sino que pueden ser enviados al PPU o SMUP u hospital más cercano que tenga capacidad y respuesta para este caso. En el traslado se llevarán la hoja de remisión y la historia clínica de traslado según reglamento del uso de médico de ambulancias. En defecto de esta última controlar el ABCD en el reverso del modelo “Boleta de Traslado” u otro modelo para que se convierta en Historia Clínica de traslado. (17)

Cuba, desde la creación del Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM), dispone de un grupo de competentes ambulancias con personal debidamente entrenado, que realiza las funciones de rescate y traslado desde determinados lugares con recursos mínimos hacia otros de mayor nivel para ofrecer a los pacientes su tratamiento definitivo. (2)

Sin embargo existen pocas investigaciones que relacionen la incidencia de avisos fallidos a los Sistemas de Emergencia Médica, lo cual provoca la movilización de recursos y personal humano hacia lugares muchas veces distantes y bajo la tensión propia de la actividad de manera innecesaria.

Emergencia Médica Móvil

Los sistemas de transporte sanitario (TS) tienen sus orígenes históricamente, en acciones militares. Así, ya en el siglo I a. c. los romanos utilizaban un sistema de transporte sanitario para evacuar los heridos del campo de batalla. En el siglo XI, durante las cruzadas, los caballeros de San Juan auxiliaban a los heridos en el campo de batalla. Las primeras ambulancias y hospitales de campaña fueron creados en España a mediados del siglo XV por la reina Isabel la Católica. Fue Larrey (1.792), cirujano jefe de Napoleón, el primero en crear las ambulancias para evacuar rápidamente los heridos de guerra. A mediados del siglo XIX nace la Cruz Roja, siendo muy importante para el desarrollo del transporte sanitario. El primer transporte sanitario aéreo ocurre durante la guerra franco-prusiana, en 1.870, donde cientos heridos fueron evacuados en globo. Ya en la Primera Guerra Mundial se crean las primeras ambulancias aéreas. En Europa, durante los años 50, y obligados por la epidemia de poliomielitis, se da un impulso a los sistemas de transporte sanitario civiles. (1-3)

Hoy en día, casi todos los países desarrollados, cuentan con sistemas de emergencias que se encargan del transporte sanitario. En España, desde inicio de los años 80, el transporte de pacientes críticos es realizado por equipos especializados (061, SAMUR). (1)


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