Sexualidad en la adolescencia. Intervencion educativa
Autor: Dra. María Isabel Duran Cala | Publicado:  26/11/2010 | Medicina Preventiva y Salud Publica , Pediatria y Neonatologia , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Sexualidad – Sexología | |
Sexualidad en la adolescencia. Intervencion educativa .7

Técnica de procesamiento y análisis de la información:

El procesamiento de la información se realizó a través del método micro computarizado. Se creó una base de datos utilizando el sistema Epinfo 2002 versión 6.0, utilizándose el porcentaje como medida resumen y el porcentaje de variación como medida de comparación mediante la fórmula: 

educacion_sexualidad_adolescencia/porcentaje_de_variacion 

Finalmente los resultados fueron representados en tablas de contingencia estadística de doble entrada. Las diferencias estadísticas de las variables categóricas se analizaron mediante la prueba de McNemar.

La discusión de los resultados y su interpretación se realizó mediante un minucioso trabajo de mesa con el tutor y revisado por los asesores, teniendo como base los elementos encontrados en la revisión bibliográfica, extraída de las publicaciones nacionales y extranjeras, obtenidas por Internet, entre otras fuentes actualizadas que se acotaron según las normas de Vancouver. Con estos datos se realizaron comparaciones que permitieron arribar a conclusiones y hacer recomendaciones al respecto.

Resultados

Al analizar la distribución de los adolescentes según grupo de edades y sexo (Tabla 1) se encontró que por grupos de edades, el grupo de 15-17 años fue el de mayor frecuencia con 22 adolescente para el 55% del total, seguido por los que estaban comprendidos en las edades de 10-14 años en que se encontraron 12 adolescente para un 30%. Por sexo prevaleció el femenino con 28 adolescentes, para un 70% del total, coincidiendo además con el grupo de edad predominante 16 para un 40%.

En la Tabla 2 se puede observar la distribución de los adolescentes según la ocupación y su relación con el nivel de conocimiento al inicio del estudio, encontrándose que 19 de los adolescentes eran estudiantes para un 48%, seguidos de los trabajadores con 8 casos para un 20%, 7 casos o sea, el 17% eran amas de casa y el resto de los adolescentes 6 estaban desocupados para el 15% del total.

El 52% de los adolescentes poseía un conocimiento malo sobre educación sexual, seguida por el 33% con conocimiento regular y el 15% fue evaluado como bueno. Al relacionar ambas variables se constató que son precisamente los estudiantes con un 25% los que poseían de forma mayoritaria déficit de conocimientos, seguidos de las amas de casa con un 12% del total.

Antes de la intervención el 65% de los jóvenes consideró sobre las Relaciones Sexuales Precoces que éstas constituían una prueba de amor entre la pareja, el 62% no reconoce la posibilidad de traumatismos ginecológicos, el 57% desconoce el riesgo del embarazo no deseado y el 47% desestima la posibilidad de contraer una infección de transmisión sexual (ITS). El 70% respondió que ello podía condicionar un grave problema familiar.

Después de la intervención se aprecia un incremento significativo (p<0,05) en el nivel de respuestas correctas en todos ítems aplicados, a pesar de que se observa que en esta etapa del estudio el 20% sigue considerando que estas relaciones sexuales precoces son una prueba de amor entre las parejas y el 12% no la considera un problema familiar de importancia, tal y como se muestra en la Tabla # 3.

Al evaluar los conocimientos acerca del Embarazo en la Adolescencia (Tabla # 4), antes de la Intervención, el 88% de los encuestados respondió incorrectamente el inciso que evalúa el riesgo que este trae para la vida de la madre y el feto, el 75% no reconoce el problema que le ocasiona a la madre y al padre y no ve las limitaciones para la calidad de vida de estos adolescentes y 72% desconoce que el embarazo en esta etapa es causa de enfermedad, muerte en la madre y bajo peso del futuro niño. Los índices de conocimientos adquiridos después de la intervención son significativos (p<0,05), mostrando porciento de variación notablemente alto en los ítems a), b), y e). El porciento de variación promedio del test que evaluó embarazo en la adolescencia es superior a 292.

Según nuestros resultados expuestos en la Tabla # 5 antes de la intervención, el porcentaje promedio de respuestas incorrectas sobre el tema de Infecciones de Transmisión Sexual fue del 71% y las mayores dificultades se presentaron en los ítems c) con 88% de errores, el d) con 77% y el e) con 75%, después de la intervención educativa pudimos observar que el porciento de variación en ellos fue alto especialmente en los ítems c)= 500, d)=266 y e)= 250.

Cuando determinamos los conocimientos de los encuestados sobre el VIH/SIDA (Tabla # 6) antes de la intervención pudimos comprobar que el 76% respondieron incorrectamente; donde el mayor por ciento de errores se les señalan a los ítems a) (90%), d) (83%) y c) (80%). Después de la intervención los estudiantes alcanzaron un alto promedio de respuestas correctas 84%; resultados significativos (p<0,05) para esta serie, de igual forma el porciento de variación es alto en estos tres ítems: a) = 450, d) = 342, c) = 337.

En lo que respecta al conocimiento de los adolescentes sobre Métodos Anticonceptivos, resultados que se reflejan en la Tabla # 7, antes de la intervención identificamos que el 26% respondían correctamente y después de la intervención educativa el conocimiento alcanzó el 79% entre todos los encuestados, observándose un porciento de variación promedio para el test de 249 y una p< 0.05 lo que evidencia resultados significativos. El mayor porciento de errores al inicio del estudio estuvo presente en los ítems c) (88%), d) (77%) y e) (75%).

Los adolescentes mostraron, previo a la intervención, de manera general un déficit en los conocimientos acerca de los aspectos tratados con solo 27% de respuestas correctas, siendo los temas del VIH-SIDA (83%), infecciones de transmisión sexual (ITS) (77%) y Métodos Anticonceptivos (75%) en los que se constató mayor desconocimiento; encontramos una variación significativa (p<0,05) después de la intervención, donde se alcanzó un promedio de respuestas correctas del 80%, para un porciento de variación de 216. Tabla # 8.

Análisis y discusión

El sexo femenino tuvo mayor participación en nuestro estudio. Estos resultados coinciden con otros estudios nacionales realizados, los que señalan que son precisamente las femeninas mayoritarias en la población en general. Fueron predominantes además en las edades comprendidas en la etapa media de la adolescencia.

Esto reviste gran importancia por ser esta etapa fundamental en la vida; donde se concluye lo principal de la formación de la personalidad, lo que hace que se deba prestar atención a las particularidades psicológicas, sociales, igualdad de género y comportamiento sexual.

En nuestro país las/los adolescentes por igual tienen acceso a la educación, a la vivienda, trabajo, a la salud integral, sexual y reproductiva. Existe un reconocimiento a su identidad así como preocupación por sus necesidades. Es meritorio señalar que gran parte de las necesidades de los adolescentes en estos momentos está relacionada con su salud sexual. Ya que tienden a ver el inicio de las relaciones sexuales como una competencia que les ayuda a afirmar su identidad y les da status en sus grupos de pares. (1, 23)

Nuestros resultados difieren con estudios realizados en países de Centroamérica y el Caribe donde los adolescentes son ignorados, malentendidos e incluso estigmatizados a pesar de tener ellos un peso numérico altamente significativo en la población, ascendiendo a más de 148 millones. Viven en serias condiciones de pobreza, con déficit social, estableciéndose diferencias de edad y sexo, favoreciendo a los varones en recibir la atención escolar, pero a la vez los más conducidos prematuramente hacia la autonomía e independencia y con ello a la práctica de Relaciones Sexuales Precoces. (6,21).

Se plantea que el abandono escolar favorece el inicio precoz de actividad sexual. Afortunadamente los estudiantes fueron el grupo predominante en el estudio, el que estuvo dirigido a una etapa de la vida donde la actividad escolar es prioritaria en nuestro país. Les siguen en orden de frecuencia los trabajadores, lo que resulta llamativo, pues la actividad laboral pura no es característica de estas edades. Nótese además que un grupo significativo de ellos eran amas de casa y desocupados, elemento que llama la atención, por constituir grupos de riesgo en los que las conductas sexuales no se sustentan sobre bases sólidas forjadas con orientación sexual adecuada, además están en desventaja con el resto de los jóvenes vinculados a la vida estudiantil donde se establecen y ponen en práctica programas de salud sexual y reproductiva.


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