Riesgo reproductivo preconcepcional en la adolescencia. Analisis en un area de salud
Autor: Dra. Madelyn Campbell Miñoso | Publicado:  29/11/2010 | Ginecologia y Obstetricia , Medicina Preventiva y Salud Publica | |
Riesgo reproductivo preconcepcional en la adolescencia. Analisis en un area de salud .5

La mayoría de profesiones de la educación y la salud señalan que para reducir el número de embarazos en adolescentes es necesaria una completa educación sexual, el acceso a los métodos anticonceptivos (tanto precoitales, coitales como postcoitales) así como a los servicios de planificación familiar y la conveniencia del apoyo a los padres de los adolescentes para que éstos hablen con sus hijos sobre sexo, relaciones y métodos anticonceptivos, especialmente con aquellos grupos considerados de alto riesgo.

Se hace necesario que, tanto hembras como varones, estén bien informados sobre los riesgos del embarazo en estas edades. Han de educarse en valores que refuercen el amor, el respeto en las relaciones de pareja y la práctica del sexo protegido. No basta con aportar información de forma rutinaria; ésta ha de ser verosímil y atractiva a la vez, para que los adolescentes, que se encuentran en una época difícil de su vida, sepan valorarla adecuadamente (72). Ello requiere de sistemas de prevención, que en el mundo actual adoptan distintos modelos, tenemos el que se aplica en los países europeos donde en los estudios obligatorios y especificados en los programas y planes de estudios se incluyen valores, actitudes, habilidades de comunicación y negociación, así como los aspectos biológicos de la reproducción. Los medios de comunicación han alentado el diálogo abierto y claro sobre las relaciones sexuales y el sistema de salud garantiza el acceso a los métodos anticonceptivos así como la absoluta confidencialidad (73).En los países denominados en desarrollo, los programas de salud y educativos comienzan a implantarse. Algunos países como Indonesia y Sri Lanka han aprobados un marco normativo sistemático para la educación sexual en las escuelas. Muchas organizaciones no gubernamentales como la International Planned Parenthood Federation (Federación Internacional de Planificación Familiar) prestan asesoramiento sobre métodos anticonceptivos para las mujeres jóvenes en todo el mundo. Las leyes contra el matrimonio de niños han reducido pero no eliminado estas prácticas. La mejora social de la mujer, mediante la alfabetización, la educación y la protección legal de sus derechos en igualdad al hombre han dado lugar a un aumento en la edad del primer parto en áreas como la Irán, Indonesia, y el estado indio de Kerala (74).

En relación con los riesgos de la salud reproductiva en la adolescencia ha de primar la prevención primaria (75), donde destacan:

- Medidas destinadas a evitar el embarazo en la adolescencia.

- Información sobre fisiología reproductiva, gradual y continuada en todos los ámbitos y no solo destinada al ámbito escolar.

- Utilización adecuada de los medios de comunicación.

- Estimulación de los jóvenes a la reflexión grupal, sobre los problemas relacionados con cada etapa de la adolescencia.

- Fomento de la comunicación entre padres o adultos responsables y los jóvenes en lugares comunes que sirvan de foro de discusión.

- Entrenamiento de las personas que tienen contacto prolongado con adolescentes para la atención de aquellos adolescentes en situación de alto riesgo.

- Captación, por personal entrenado, de los jóvenes que no asisten a establecimientos educacionales ni trabajan, para su reinserción social y educación con una política orientada a la educación sexual y sanitaria de las nuevas generaciones, podría lograrse en el futuro mejorar los indicadores relacionados con la incidencia de embarazos en la adolescencia, para mejorar así los resultados perinatales (76).

Hasta aquí hemos abordado el riesgo reproductivo en las adolescentes y las consiguientes medidas de prevención; cuando estas fallan ocurren los embarazos en este grupo etareo y ello acarrea mayores peligros para la salud de la gestante y el niño. Tengamos en cuenta que la mayoría de las adolescentes no planean embarazarse, pero muchas lo hacen. Los embarazos en la adolescencia tienen riesgos adicionales de salud tanto para la madre como para el bebé. Con frecuencia, las adolescentes no reciben cuidados prenatales a tiempo y tienen mayor riesgo de hipertensión arterial y sus complicaciones durante el embarazo. Los riesgos para el bebé incluyen partos prematuros y niños con poco peso al nacer (77).

El embarazo en la adolescencia, particularmente en muchachas muy jóvenes, implica un riesgo de múltiples complicaciones, puesto que puede provocar la muerte de la madre o del niño o hacer que uno o ambos padezcan impedimentos físicos o mentales por el resto de sus vidas.

El embarazo en esta edad, como dicen algunos autores (78), lo definimos como gestación que ocurre en la etapa denominada adolescencia que comprende a las mujeres hasta los 19 años, ha continuado aumentando o bien se mantiene estable en la mayoría de los países de la región de las Américas, con consecuencias negativas para las y los adolescentes que asumen precozmente la maternidad-paternidad, como para la sociedad. Estos impactos negativos no han podido ser prevenidos indiferentemente del nivel de desarrollo de los países (61) A nivel mundial, el embarazo en la adolescencia sigue siendo un impedimento para mejorar las condiciones educativas, económicas y sociales de la mujer. En el caso de las jóvenes, el matrimonio y la maternidad precoz limitan en alto grado las oportunidades de educación y empleo (79).

En una gran proporción los riesgos de las adolescentes son una resultante de insuficiente realización de los derechos de las mujeres en lo relativo de los sexuales y reproductivos de la mujer que legalizan la protección de los seres humanos en esa área, son doce y las cuestiones que incluyen describen un espectro que va desde el derecho a la vida - partiendo de que ninguna mujer debe ser puesta en riesgo o en peligro por razones de embarazo, hasta el derecho a recibir información y educación sobre estos temas. Se explicita una gama diversa de elementos entre los que se encuentran la tenencia de hijos y el momento en el cual tenerlos; la privacidad, el acceso a los beneficios del progreso científico, a la seguridad de la persona y la atención y protección de la salud, entre otras.

El mundo de hoy, muestra numerosas situaciones en las cuales se pone de manifiesto la violación de los derechos relativos a la sexualidad y a la reproducción como el acceso limitado a los servicios médicos. Por otra parte, la necesaria información sobre estos temas, sucumbe bajo el analfabetismo y las escasas posibilidades con que cuentan muchas personas para obtener conocimientos; y por si fuera poco, una amplia gama de prejuicios, así como de tradiciones culturales, sirven de colofón para que los seres humanos vean amenazada su sexualidad en diferentes espacios.

Aunque uno de los derechos que protege la salud sexual y reproductiva expresa claramente que los seres humanos deben estar libres de todas las formas de discriminación, ha sido ella, la salud sexual y reproductiva de la mujer, una de las vías a través de la cual se ha manifestado la trasgresión de los mismos. Aun así en la mayoría de los países de América y el Caribe, hasta hace muy poco, la muerte materna era considerada como un problema poco importante para la Salud Pública, hasta que en 1980 se le denominó “epidemia silenciosa”, sólo era atendida como resultado de las reivindicaciones sociales de organismos internacionales en su lucha por un trato más justo para las mujeres y a favor de la infancia (80).

En Cuba esos derechos son garantizados destacando la gratuidad y universalidad de los servicios médicos, acompañados del incremento en cobertura y calidad han contribuido decisivamente a la elevación de los indicadores de salud de toda la población y particularmente de la mujer.

El desarrollo alcanzado por la mujer cubana ha estado y está apoyado por las políticas y estrategias trazadas por el Gobierno y por el trabajo permanente de la Federación de Mujeres Cubanas que a lo largo de todos estos años ha representado los intereses de las mujeres, ha contribuido a su educación ciudadana y ha trabajado mancomunadamente con todos los organismos estatales, políticos, sociales y de masas para hacer realidad el ejercicio de la plena igualdad de las mujeres y hombres de nuestro país.

Nuestra legislación contempla un conjunto de disposiciones, las cuales conceden derechos especiales a la mujer tanto en el Derecho Civil, como en el de Familia, y en materia de empleo y de seguridad social a la licencia de maternidad pre y post natal, a la protección ante accidentes y enfermedades laborales y comunes.

La maternidad se convirtió en Cuba en un asunto de interés social, en función de ello se garantizan todas las condiciones para que esta se desarrolle de la mejor manera posible, incluidos los aspectos de protección legal como la licencia de maternidad de la mujer trabajadora.

El 99.9% de los partos se realizan en instituciones de salud, por encima del 99% desde 1986 lo cual disminuye el riesgo de muerte de la madre y del niño (81). En materia de salud el grado de participación femenina es elevado, no solo dentro del sistema institucional sino visto desde la propia percepción social de la mujer como gestora de la salud para la familia. La mayor cantidad de trabajadores del Sistema Nacional de Salud son mujeres (72.9%) y la mayoría también del personal de enfermería (90,4%) y de los técnicos medios (81%). De 36733 médicos especializados, 19098 son mujeres (51,9%) [3]

De 1959 a 1998 se habían graduado en las aulas universitarias 635 000 estudiantes, de ellos 300 000 eran mujeres para un 48%, estos datos explican no sólo el acceso de la mujer a la educación, sino el tránsito por los diferentes niveles de enseñanza hasta alcanzar el nivel superior y muestran el avance a favor de las mismas

En Cuba la natalidad esta disminuida, desde los últimos años de la década del 70 pues la tasa de reproducción número de hembras nacidas por cada mujer es de 0.7, no llega a uno lo que significa que no hay reemplazo. También el promedio de hijos es bajo disminuyendo los nacimientos. Durante los años sesenta y setenta del siglo pasado el promedio anual de nacimientos era de 250 mil aproximadamente; ahora, en el 2007, nacieron solamente 112 mil niños, lo que sitúa a Cuba entre los países de más bajo promedio de hijos por mujer.


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