Prevalencia de enfermedades periapicales agudas en el adulto
Autor: Dra. Adelys Alonso Valdés | Publicado:  30/03/2011 | Odontologia y Estomatologia , Cirugia Maxilofacial , Articulos | |
Prevalencia de enfermedades periapicales agudas en el adulto .2

Ya una vez instaurada la enfermedad periapical el tratamiento será la endodoncia que como habíamos planteado anteriormente incluye el estudio de la biología, patología pulpar y periapical. Clínicamente, sin embargo, el tratamiento endodóntico se traduce como el tratamiento de los conductos radiculares con limas o ensanchadores y la colocación de una obturación radicular, a veces complementado con una cirugía periapical.

Técnicamente, la pulpa vital y las medidas terapéuticas para conservar su vitalidad son parte de la estomatología conservadora e incluyen técnicas especiales en traumatología dental. (6)

En la actualidad la Endodoncia ha alcanzado un mayor desarrollo tecnológico con la aplicación de nuevas técnicas, instrumental y materiales, entre estos se encuentra la instrumentación escalonada con limas más flexibles, los localizadores electrónicos de ápices, la instrumentación mecánica y la gutapercha termoplástico, entre otras.

JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO

Una de las justificaciones que nos llevó a abordar este tópico fue precisamente el deseo y la necesidad de profundizar el conocimiento de los procedimientos diagnósticos y medidas terapéuticas, concernientes a este tipo de situaciones. La necesidad de atención inmediata que se presenta durante una urgencia endodóntica obliga a llevar a cabo un proceso diagnóstico rápido y efectivo, para lograr así proceder con el tratamiento endodóntico de urgencia más apropiado, que cumpla con su objetivo, es decir, aliviar el dolor; un error en el diagnóstico puede no sólo no aliviar la condición del paciente sino que la agrava.

La inserción de esta investigación dentro del Programa Calidad de Vida permitirá que los resultados del estudio sirvan en el futuro para elaborar estrategias de intervención que destinen recursos y programen acciones para la prevención y curación de las enfermedades periapicales agudas en el adulto.

La cavidad bucal constituye un importante eslabón entre el individuo y el medio ambiente. Con este estudio se pretende mejorar el estado de la salud bucal, con lo que se garantizará el mantenimiento de la armonía, psicológica, social y biológica del individuo.

PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN

¿La prevalencia de las enfermedades periapicales agudas se incrementará con el transcurso de la edad?

¿En qué grado pudiera influir el sexo con relación a la afectación por enfermedad periapical aguda?

MARCO TEÓRICO

La pulpa normal está formada por tejido conectivo laxo, fibras colágenas reticulares elásticas, fibras nerviosas, abundantes vasos sanguíneos y sustancia intercelular que ocupan la cavidad interior del diente, de paredes rígidas e inextensibles (7).

Anatómicamente está dividida en una pulpa coronaria y una pulpa radicular, conectada con el tejido periapical mediante una amplia variedad de formas de agujero apical en la raíz, el cemento no se mantiene equidistante del foramen en toda la existencia del conducto y el desarrollo radicular suele dar por resultado un sistema de conductos, el cual está formado por uno principal, laterales, recurrentes y el delta apical. El foramen principal a menudo está a un lado de la raíz y no en el ápice y presenta un estrechamiento en esta zona llamada contracción apical. El complejo biológico formado por cemento, periodonto, y hueso alveolar conforman los elementos tisulares de la histología apical y periapical. (8,9).

La necesidad de no dañar esta zona durante la maniobra endodóntica es fundamental, dado que allí reside el potencial reparador anhelado. El cemento radicular y el hueso alveolar producidos por el periodonto desempeñan una función en la cicatrización y reparación cuya importancia no podrá ser igualada por otro material no biológico. (9,10)

La variabilidad en la situación del foramen debe ser tenida en cuenta al determinar la longitud del conducto radicular durante la terapéutica endodóntica, pues una medición basada en la longitud de la raíz y no en la del conducto llevaría la instrumentación y la obturación más allá del foramen apical hacia el tejido periapical. Cualquier remanente de tejido pulpar se deteriorará después de la pérdida de circulación y los productos de descomposición tóxicos podrán entonces filtrarse hacia fuera y causar una inflamación del tejido periapical y una posible reabsorción radicular, la cual se resolverá con aposición de cemento, si se ha resuelto totalmente la infección, o de lo contrario se pondrá en peligro los resultados de un tratamiento endodóntico que pudo haber sido exitoso. (11)

La infección y la inflamación pulpar y de los tejidos periapicales han sido consideradas como extensiones del proceso carioso dental. Esto era una interpretación razonable en vista de la dominación de la caries como una fuente de infección de la sustancia dental. Sin embargo, la infección de la pulpa, la infección periapical y la consiguiente reacción tisular, son probablemente una ocurrencia biológica más antigua y más generalizada que la caries dental. (10,11)

La pulpa reacciona ante mecanismos directos e inmunitarios. Dentro del primer grupo se relacionan los microorganismos que llegan al tejido pulpar, ya sea por caries, traumatismos o factores irritantes (productos bacterianos, bacterias, endotoxinas, etcétera), que al penetrar a través de los túbulos dentinarios, destruyen los odontoblastos y las células subyacentes, y los inmunológicos responden factores del complemento e inmuno-globulinas. Ambos mecanismos desencadenan el proceso inflamatorio conocido como pulpitis. (12)

Los tejidos periapicales, lo contrario del pulpar, presentan condiciones muy satisfactorias que favorecen la reparación de su salud. Todas las lesiones periapicales de origen pulpar, aparentemente son irreversibles sin tratamiento endodóntico. La necrosis del área apical puede ser reversible con el tratamiento, en virtud de posibilitar abundante circulación colateral. (10)

Si la fuente de irritación periapical fuera removida por medio de un buen tratamiento endodóntico, existe potencial para la recuperación apical completa. (7-9)

La región periapical está constituida por estructuras que presentan íntima relación entre sí, tales como el ápice radicular, ligamento periodontal apical y hueso alveolar. Al examinar una radiografía, el estomatólogo debe observar que el ápice del diente presente las siguientes condiciones: (13)

 Completamente formado
 Incompletamente formado
 Afilado
 Partido
 Reabsorbido
 Engrosado (cemento).

A continuación se hace referencia de varias clasificaciones de las enfermedades periapicales agudas hechas por diferentes autores aunque en esta investigación se tuvo en cuenta las hechas por la OMS que aparecen en nuestro libro básico Guías Prácticas de Estomatología.

En 1973 Grossman la clasifica en: (14)

a. Periodontitis apical aguda
b. Absceso alveolar agudo
c. Absceso alveolar crónico
d. Granuloma
e. Quiste
f. Absceso alveolar subagudo

En 1992 Lasala basado en diversos estudios revisados y aceptando un consenso universal propone la siguiente clasificación. (15)

Periodontitis apical aguda
Absceso alveolar agudo
Absceso alveolar crónico
Granuloma periapical
Quiste radicular o paradentario

En 1996 Torabinejad y Walton basándose en los signos y síntomas clínicos y en los datos radiográficos; dividen las lesiones perirradiculares en 3 grupos principales. (15)

a. Periodontitis apical aguda
b. Absceso alveolar agudo
c. Abscesos apicales


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