Propuesta de intervencion educativa para reducir el riesgo reproductivo preconcepcional durante la edad fertil
Autor: MSc. Lic. Moraima Rangel Collado | Publicado:  30/01/2012 | Ginecologia y Obstetricia , Medicina Preventiva y Salud Publica , Articulos | |
Intervencion educativa para reducir riesgo reproductivo preconcepcional durante edad fertil .11

Tal es la magnitud del embarazo en la adolescencia, el cual se produce cuando la madre está en la etapa de crecimiento y maduración, que se lo denomina procreación entre niños. (7)

La edad de iniciación sexual ha ido disminuyendo en los últimos años, los jóvenes de 18 a 24 años reportan su primera relación a los 17,3 años y un acercamiento en la edad de iniciación entre hombres y mujeres. (30)

El embarazo en la etapa de la adolescencia constituye en sí mismo un riesgo, pues se asocia en muchas ocasiones a factores como la soltería, la baja escolaridad, la ausencia a consultas y se plantea que solo la mitad de las gestantes asiste a su primera consulta en el primer trimestre. (31)

Bibliografías consultadas plantean acerca de los efectos desfavorables del embarazo en las edades temprana y tardía sobre el peso al nacer; se ha señalado, además, que es frecuente la asociación de la anemia y las sepsis vaginal en las embarazadas en esta etapa de la vida. (7)

Algunos autores no encontraron asociación entre la edad materna y el bajo peso al nacer (BPN), lo cual se justifica dado que todo factor de riesgo tiene una influencia desigual. (31)

Santana F. en su investigación sobre riesgo reproductivo preconcepcional (RRPC) encontró adolescentes embarazadas con altos índices de suicidio, abandono escolar y desempleo, lo que condiciona la formación de una familia con un nivel económico bajo en relación al resto de la población. (31)

Debido a las características psicológicas propias de la edad, las adolescentes tienden a no adoptar conductas responsables de autocuidado, generalmente no tienen parejas estables y la posibilidad que se produzca en ellas un embarazo de riesgo es alta. (33,34)

En Cuba, la paridad precoz representó en 2003 el 27,5% de la totalidad de los partos, mientras que en el 2004 representó el 20,2%; no obstante, son altos en relación con los países desarrollados. (12,31)

Es importante tener en cuenta que la mujer trabajadora, independientemente de la labor que realiza en su centro de trabajo, tiene la responsabilidad de la familia, por lo que el esfuerzo que hace se intensifica, aunque no deben olvidarse que en Cuba y otros países existen las medidas de protección e higiene del trabajo que protegen a la mujer que labora durante su embarazo. (31)

Los resultados de la actual investigación coinciden con los del trabajo realizado por la Dra. Henríquez Navarro en el Policlínico “Antonio Maceo”, en La Habana, en el que el mayor porcentaje de sus pacientes eran obreras, cifra que representó el 77% de su muestra. (32)

Algunos autores coinciden en que es posible que las amas de casa realicen labores más fuertes y prolongadas y estén sometidas a situaciones estresantes de forma reiterada e incluso lleguen a obviar ciertos hábitos higiénicos del embarazo que atentan contra la salud del neonato. Manifiestan que las mujeres sometidas a esfuerzos físicos fuertes experimentan mayor riesgo de parto pretérmino y bajo peso al nacer (BPN). La actividad de las amas de casas no es despreciable, en ocasiones son las máximas responsables de la familia, lo cual dificulta el cumplimiento de las orientaciones médicas para el control de los factores de riesgo. (31)

En Cuba, el estado marital no es determinante en esta problemática, ya que tanto la atención médica como el apoyo social es un derecho de todos, por lo que la autora de este trabajo considera que es más importante el estado en que se encuentran las relaciones de la pareja, las cuales influyen en el funcionamiento familiar y este a su vez en el embarazo.

Resultados encontrados en la literatura revisada demuestran la influencia que en la aparición del bajo peso al nacer (BPN) ha tenido la composición y el funcionamiento de la familia. (31)

Los resultados de esta investigación coinciden con el antes comentado realizado por la doctora Henríquez Navarro (32), la cual reportó que un elevado número de las encuestadas eran casadas, seguidas de las mujeres con unión estable.

El embarazo genera una serie de ajustes sociales, psicológicos y biológicos. Cuando la mujer no cuenta con los apoyos necesarios para ajustarse adecuadamente a la gestación es probable que no sea capaz de responder a las demandas biológicas y, por lo tanto, da lugar a un bajo peso al nacer (BPN). (35)

En la investigación que se presenta en este trabajo, el mayor número de las mujeres del estudio tenía un elevado nivel educacional, lo que coincide con el nivel educativo alcanzado en los años de Revolución por la población cubana.

No se reporta ninguna de las mujeres con escolaridad primaria, lo que se explica por el acceso a la educación en Cuba para todos por igual y desde edades tempranas.

El nivel educacional de la madre es importante, pues de este dependerá una mejor comprensión de los riesgos que podrían tener en su embarazo y en el futuro niño; si las mujeres no logran atender las recomendaciones médicas sobre nutrición, higiene personal, estilo de vida, entre otros factores, no podrán logran que la gestación transite sin complicaciones. (31)

En el estudio realizado por Toledo Fernández (35) sobre el comportamiento de la mortalidad infantil se demostró que el nivel educacional de las mujeres estudiadas era del nivel medio y superior, lo que coincide con el actual estudio.

Como se pudo precisar en los resultados de esta investigación en torno a los hábitos tóxicos, todos estuvieron presentes y estos se consideran factores de riesgos con relación a la salud materno infantil.

Existen autores que plantean que antes de la concepción de un embarazo se debe incorporar, sobre todo a las mujeres en edad fértil, a programas de deshabituación. (31,36)

El aumento del hábito de fumar en el presente siglo está íntimamente relacionado con el incremento de la industrialización del tabaco y la accesibilidad del producto. Este hábito aparece regularmente en edades tempranas debido a que los niños comienzan a imitar a sus padres, luego en la adolescencia continúan fumando para llamar la atención y no quedarse rezagados ante sus compañeros de grupo y más tarde, en la adultez, se comienza a fumar para liberar tensiones y emociones, aparece en las mujeres y continúa aún en el embarazo, lo cual debería ser muy seguido por los profesionales. (36-38)

La investigación que se presenta coincidió con el estudio sobre los factores de riesgos preconcepcional que incidieron en el bajo peso al nacer (BPN) realizado por Pérez Rivero. Este autor encontró al tabaquismo como el hábito toxico de más predominio en las mujeres estudiadas. Además, plantea que el hábito de fumar, como factor de riesgo, influye en el nacimiento de niños bajo peso y que la influencia negativa sobre el peso del recién nacido es directamente proporcional con el número de cigarrillos que fuman las gestantes durante el embarazo. (39)

En un estudio realizado se demostró que las madres fumadoras tienen dos veces más posibilidades de tener un recién nacido bajo peso (35). Por otra parte, diferentes investigaciones han señalado que el tabaquismo constituye un factor favorecedor de la hipertensión arterial esencial. Fumar tan solo un cigarro puede ocasionar el aumento de las presiones sistólicas y diastólicas de 2 a 5 mmHg. Coherentemente con lo antes comentado, la Organización Panamericana de la Salud plantea que el hábito de fumar favorece entre un 10 y un 15% en el desarrollo de hipertensión arterial en la población general. (37,38)

Algunas investigaciones han señalado que la ingestión de alcohol contribuye a la elevación de las cifras de tensión arterial, pues provoca una acción vasoconstrictora sobre las arteriolas y los pequeños vasos, retención de sodio y agua con activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona y aumento del colesterol, además de un incremento de la actividad del sistema simpático y del sistema nervioso central. (31)

Torres Sánchez, en su estudio de los factores de riesgo en la enfermedad hipertensiva del embarazo, plantea que la hipertensión gestacional es una complicación frecuente en el embarazo, que existen múltiples factores que se asocian a la toxemia, como la primigravidez, embarazos múltiples, edades extremas de la vida y polihidramnios, las cuales alertan sobre el riesgo de una paciente de presentar dicha enfermedad en algún momento. Por eso, la importancia de una atención prenatal precoz y continua para tratarla tempranamente y por ende disminuir las complicaciones maternas fetales que acarrea dicha enfermedad. (40)

Según datos de la Revista Panamericana de la Salud, existe un incremento de la incidencia y la prevalencia de la hipertensión arterial en la región de las Américas. (41)

El estudio realizado por Torres Sánchez (40) encontró una elevada prevalencia del tabaquismo como factor de riesgo, aspecto este que coincide con la investigación que se presenta en esta tesis, a pesar de tratarse de poblaciones diferentes. La autora considera que el tabaquismo constituye un factor de riesgo modificable, por lo que en la propuesta de intervención educativa se deben incluir acciones encaminadas a disminuir el consumo de tabaco y enfatizar en los riesgos que entraña para la salud en general y durante el embarazo.

Está demostrado que los hijos de las madres fumadoras pesan al nacer un promedio de 200 a 300 g menos que los descendientes de las no fumadoras (31). Esto reafirma la necesidad de incorporar, sobre todo a las mujeres en edad fértil, a programas de deshabituación antes de la concepción del embarazo para disminuir la incidencia de hipertensión gestacional, preeclampsia eclampsia y las complicaciones que estas traen aparejadas.


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