La Psicologia de la Palabra y su relacion con el lenguaje
Autor: Dra. Arianna Ponce Figueroa | Publicado:  9/03/2012 | Psicologia , Otras Especialidades , Articulos | |
La Psicologia de la Palabra y su relacion con el lenguaje .1

La Psicología de la Palabra y su relación con el lenguaje.

Dra. Arianna Ponce Figueroa - Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral

Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana. Facultad Comandante “Manuel Fajardo”

La Habana. 2011

Resumen

El lenguaje permite, como forma de relación que es, a los seres vivos comunicar en un sistema de señales, signos o símbolos a otros seres las influencias recibidas o experiencias adquiridas por medio de los instrumentos de trabajo y del lenguaje articulado, basado en la palabra como señal de señales. Esto ha permitido que el reflejo del mundo por parte del hombre se hiciera extraordinariamente rico y su cuadro de la realidad sea el más completo. Basados en este tema se realizó una revisión bibliográfica sobre Psicología de la Palabra y su relación con el lenguaje, para ello se revisaron libros nacionales e internacionales, revistas, folletos, entre otros materiales publicados sobre el tema; además nos apoyamos en la red de Infomed e Internet para la búsqueda de información actualizada.

Expusimos lo planteado por diferentes autores y dejamos constancia de nuestros criterios basados en la experiencia del trabajo realizado por nuestra especialidad en ese campo, con lo cual contribuimos a que los interesados en el tema tengan un material actualizado a mano, de fácil acceso para su estudio y consulta.

Introducción

Las palabras se someten a cada instante al filtro de nuestros pensamientos, pensamos, identificamos e intuimos y buscamos racionalmente darle forma a nuestras ideas a través de la palabra. Se habla permanentemente de todo tipo de poderes: del poder de la política, de la tecnología, del armamento militar de tal o cual país. Incluso, se habla del poder de la prensa, a la que el estadista inglés Edmund Burke definió, justamente, como el “cuarto poder”, detrás de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de las democracias occidentales. Y todavía se pude hablar de más poderes: el poder de la espiritualidad, el poder de la imaginación humana –que no tiene límites- y hasta el poder de la naturaleza. Sin embargo, hay un poder que sobrepasa a todos estos: el poder de la palabra. Todas las acciones humanas, desde la articulación del pensamiento, su cultura, sus quehaceres diarios, etc., están entrelazados y sustentados en solo 28 signos que representan un alfabeto que, a su vez, es capaz de representar en sonidos, absolutamente, toda la realidad humana, todo lo que le rodea, todo lo que lo hace ser un ser pensante; el único ser que se da cuenta de que se da cuenta.

Lo primero que hacemos frente a la realidad desconocida es nombrarla, bautizarla, lo que ignoramos no lo podemos nombrar. Aún así parafraseamos y asignamos palabras a lo nuevo y desconocido. Códigos y jergas se inmiscuyen en nuestro lenguaje. Todo aprendizaje comienza como enseñanza de los verdaderos nombres de las cosas -o así lo hemos creído- y termina con la revelación de la palabra, piedra angular donde se soporta todo el saber, y desnuda nuestra ignorancia. Aún el silencio dice algo, pues trae consigo signos que revelan y expresan. Es de esta forma que nos damos cuenta que no podemos huir del lenguaje, siempre comunicamos, incluso en estados de inconsciencia, estamos atrapados por el poder del lenguaje. Por el poder de las palabras que son la cristalización de los pensamientos. (1)

El lenguaje es un sistema de señales, signos, o símbolos de naturaleza física que permite a una formación material natural o artificial, comunicar a otras formaciones, con las que se relaciona, los productos del reflejo de la realidad, desde el punto de vista psicológico es la capacidad superior y exclusiva del hombre mediante la cual se puede abstraer y generalizar los fenómenos de la realidad objetiva designándolos a través de signos convencionales. Los lenguajes que utilizan las distintas formaciones son sumamente variados y se mueven desde un conjunto de expresiones físico-químicas limitadas en los seres inorgánicos hasta las formas más complejas propias de los seres vivos tales como el lenguaje mímico o gesticular, oral articulado y los lenguajes artificiales utilizados por las computadoras y otros medios automatizados.(2)

Los animales, aunque se comunican entre ellos por medio de señales, no poseen un verdadero lenguaje. Las reacciones de los animales son, en gran parte, reflejos incondicionados e innatos a los excitantes externos e internos y tienen una significación adaptativa, porque al actuar sobre otros animales condicionan la conducta necesaria indispensable para conservar la vida de las especies. Por ejemplo, el grito de una madre hace que el hijo regrese a ella, y así se libra de perecer, sin embargo, esta reacción no designa el fenómeno, por ejemplo, el grito de alerta de un miembro de una manada no informa si el peligro proviene de la presencia de una fiera, de un reptil o de un cazador, solo del peligro. (3)

Hablar, ese arte maravilloso reflejado en signos, las palabras, tan ligado al pensamiento, del que se dice que es su envoltura material, se desarrolla en la larga historia evolutiva del hombre, es inherente a él y conceptualmente uno de los elementos esenciales que lo caracteriza. Todo lo que el hombre piensa y siente lo canaliza fundamentalmente a través de la comunicación verbal. El habla tiene un valor fundamentalmente semántico. Siendo el vehículo de las ideas, los conceptos, la expresión del pensamiento y para su producción requiere de los movimientos del aparato fonoarticulatorio y respiratorio bien definidos, exactos, presentándose de una manera fluida y automática, dando lugar a movimientos complejos y secuenciales regidos por el sistema coordinador de las funciones del habla y la voz ( sistema nervioso).

En los seres humanos el sistema nervioso constituye un sistema anatómico y funcional jerárquicamente diferenciado, de procesamiento y elaboración de respuestas, perfectamente interconectado, capaz de coordinar todas las acciones del organismo. Su mecanismo de acción básico es la actividad refleja. La capacidad del cerebro humano de reflejar la realidad es el resultado de un largo proceso de desarrollo por el que ha transcurrido la materia viva. El reflejo aparece y se desarrolla sobre la base de una propiedad inherente a todos los organismos vivos: la irritabilidad. El reflejo psíquico, propio de los animales y el hombre surge como resultado de la incidencia y la realidad objetiva sobre el aparato sensorial, de su reelaboración y del empleo de los productos reelaborados en calidad de sustitutos, representaciones o modelos de los objetos. Estas representaciones, imágenes o modelos de los objetos y fenómenos, y de sus propiedades, orientan a los sujetos en el medio que lo rodea. (4)

En el hombre coexisten dos variedades de reflejos de la realidad como resultado del largo proceso evolutivo por el que ha transcurrido la materia viva en su desarrollo: incondicionado y condicionado. El reflejo condicionado propio de los animales superiores y del hombre aparece como resultado de desarrollo de la corteza cerebral, en el proceso de adaptación e independización de los organismos vivos del medio. Este reflejo constituye una forma nueva de reacción a las influencias del medio caracterizado porque se forma en el proceso de acumulación de la experiencia en el curso de la vida del organismo; todo lo contrario a como ocurre con los reflejos incondicionados como formas elementales innatas de auto perpetuación de las especies vivas. La formación de reflejos condicionados, es decir, de conexiones temporales en forma de circuitos estímulo-respuesta es función fundamental de la corteza cerebral. (3,4)

Neurofisiopatología del Lenguaje

La neuropsicología actual considera que la función cognitiva es el resultado de una labor integrada de distintas áreas corticales y subcorticales. Se cree que una función no depende de una zona cerebral determinada sino que es el producto de la integración de funciones elementales.

Se han establecido tres tipos de sistemas independientes y a la vez interrelacionados que permiten valorar los diferentes procesos que implica el lenguaje. Estos sistemas son: el de acceso a la información, que está determinado por las vías aferentes sensoriales, a saber, vías auditiva, táctil y visual; el sistema de procesamiento de la información, que está determinado por la corteza y el sub-córtex, y, por último, el sistema de respuesta a dicho procesamiento, que está determinado por las vías eferentes, entre las que se encuentran lo motor, lo expresivo y lo gestual. (5)

Neurología de la corteza cerebral.

La corteza cerebral es una extensa capa de sustancia gris que recubre superficialmente los hemisferios cerebrales. Más de la mitad de su extensión se encuentra escondida en la profundidad de surcos y fisuras. Filogenéticamente corresponde a un estadio superior evolutivo y constituye un alto centro de integración motor y sensitivo, en el cual se encuentra representada la gran variedad de funciones de la especie. Está constituida por un agregado de neuronas y fibras aferentes y eferentes, dispuestas de una manera altamente ordenada por el tejido glial, característico de los centros nerviosos, y por una amplia red capilar.(6)

Funciones de la corteza

Estas funciones se han determinado a partir de estudios topográficos realizados sobre la corteza. Como es sabido, uno de los primeros científicos estudiosos de la corteza cerebral fue Paul Broca, quien inició sus observaciones en 1861.


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