¿Se utilizo de forma razonable Cefepime y Meropenem en el Hospital Calixto Garcia durante el 2006?
Autor: Dra. Ismary Alfonso Orta | Publicado:  28/01/2008 | Enfermedades Infecciosas , Farmacologia | |
Antibioticos. Uso razonable Cefepime y Meropenem en el Hospital “Calixto Garcia” durante el 2006.1

¿Se utilizó de forma razonable Cefepime y Meropenem en el Hospital “Calixto García” durante el 2006?

 

Dra. Ismary Alfonso Orta. Especialista de 2º Grado en Farmacología. Profesor Auxiliar             Centro para el Desarrollo de la Farmacoepidemiología

 

Tutores:                                                                                 

Dr. Bárbaro Pérez Hernández. Doctor en Ciencias Médicas. Profesor Titular FCMH: “Calixto García Iñiguez”

Dra. Teresa Rodríguez Fernández. Especialista de 2º grado en Bioestadística. Profesor Auxiliar Hospital Universitario “General Calixto García”.

 

Ciudad Habana. Cuba

 

Pensamiento

“Cuando se nos otorga la enseñanza, se debe percibir como un valioso regalo y no como una dura tarea, aquí está la diferencia de lo trascendente”. Albert Einstein

 

Tabla de contenido

 

Introducción

Marco teórico

Objetivos

Método

Resultados

Discusión

Conclusiones

Recomendaciones

Bibliografía  

Anexos

 

Resumen

 

El uso y abuso de antimicrobianos en los hospitales está incrementando la resistencia antimicrobiana, Partiendo de este conocimiento nos dimos a la tarea de realizar esta investigación, con el objetivo de evaluar el uso terapéutico de los antimicrobianos Cefepime y Meropenem en el Hospital Universitario “General Calixto García Iñiguez” en el año 2006. Se realizó un estudio de utilización de medicamentos (EUM) del tipo prescripción - indicación, descriptivo y retrospectivo, y se operacionalizaron variables de interés. Durante el periodo estudiado 82 pacientes en el Hospital recibieron tratamiento con fármacos Cefepime y Meropenem, el 54.9% de estos se correspondieron con el sexo masculino y 51.2% se correspondían con las edades geriátricas, 69 casos (84.1%) provenían de servicios de atención al grave. Las sepsis respiratorias asociadas o no a ventilación (29.6%), fueron las patologías que motivaron un mayor uso de estos tratamientos. la Pseudomona aeruginosa en un 34.7% se aisló en los pacientes con estudios microbiológicos. El 52.5 % de los pacientes tratados recibieron una dosis diaria de 2 gramos repartidos en 2 intervalos de cefepime. Como conclusión la mayoría de los tratamientos fueron evaluados según dosis utilizadas como adecuados y más de la mitad de los pacientes se trataron sólo por 7 días. Previamente a la administración del Cefepime o el Meropenem se administraron casi tres tratamientos antibióticos en promedio a los pacientes.

 

Palabras Clave: cefepime, meropenem, infección nosocomial, uso racional de antimicrobianos

 

Introducción

 

Muchos descubrimientos tienen que ver con el azar y la suerte, aunque esta última requiere de la perspicacia del observador. Como dijo Louis Pasteur, y él sabía de lo que hablaba, “El azar solo favorece a los espíritus preparados”. El descubrimiento de los antibióticos no escapa a este axioma (1).

 

Es un hecho conocido por todos que el uso de los antibióticos en la práctica clínica constituye “una batalla entre los investigadores de la industria farmacéutica, que diseñan y buscan antibióticos y las bacterias que desarrollan los mecanismos para adaptarse a la introducción de estos fármacos” (2). Bastarían solo 2 ejemplos para comprender esto: la vancomicina empleada en el tratamiento de infecciones por gérmenes grampositivos resistentes a beta-lactámicos, hasta hace muy poco no se conocía resistencia a este antibiótico en patógenos humanos; en la actualidad, existen enterococos con distintos fenotipos de resistencia. (3) En EE.UU. ha aumentado el número de casos de tuberculosis producida por cepas multirresistentes, cuyo trata-miento es siempre más largo y con frecuencia ineficaz. (4,5) Es a un joven escocés, Alexander Fleming, a quien se debe tal hazaña. La historia dice que investigaba en un laboratorio del hospital Saint Mary de Londres, cómo luchar contra enfermedades infecciosas y, ante todo, cómo eliminar bacterias patógenas. Ya había tenido su hora de azar-éxito observando que un cultivo de Staphylococcus aureus se había lisado al caérsele una lágrima. Así descubrió el rol antiséptico de la lisozima y su presencia en varios exudados naturales (lágrimas, mucosidades, etc...). Como este compuesto no resultó suficientemente activo como agente terapéutico, continuó sus ensayos y así fue como se encontraba en 1928 sembrando esas mismas bacterias en una caja de Petri, pero se fue de vacaciones y se las olvidó. A su regreso dos semanas más tarde la placa mostraba, además de las colonias esperables, la presencia de un hongo invasor. ¡Se había contaminado el experimento! En lugar de tirar su placa a la basura, se puso a observarla. Alrededor del hongo ¡no había colonias! y sólo en los lugares más remotos al hongo estaban las colonias. Sospechó que del hongo debía difundir una sustancia inhibitoria. Así fue como se descubrió el primer antibiótico (AB), y se lo nombró Penicilina por el hongo Penicillium notatum (y luego P. chrysogenum), productores de dicho compuesto (1).

 

Pero son los trabajos posteriores realizados por Howard Florey y Ernst Chain los que permitirán purificar la penicilina. En 1945, la Academia Sueca galardonó con el Premio Nobel de Medicina a sus tres importantes descubridores (Fleming, Chain y Florey) (6). Las enfermedades infecciosas han causado la muerte de millones de seres humanos a lo largo de la historia de la humanidad. Con el descubrimiento de los antibióticos, esta realidad comenzó a ser modificada y, en los años ochenta del siglo XX, podía hablarse de una victoria prácticamente total frente a las infecciones por microorganismos. Esta victoria, que algunos denominaron pax antibiótica, remedando la conocida pax romana de los tiempos del imperio de los césares, fue destruida por la devastadora propagación de una nueva enfermedad, que desafió el saber médico contemporáneo: el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, que conocemos hoy por sus  cuatro letras de sus siglas: SIDA. (7,8)

 

En la actualidad, las enfermedades infecciosas muestran una tendencia emergente, por lo que el conocimiento de los antibióticos, a quienes se prefiere denominar en la actualidad como drogas antibacterianas, resulta de suma importancia para los interesados en los temas de salud. Las IIH (infecciones intrahospitalarias) constituyen actualmente un importante problema de salud a nivel mundial, no solo para los pacientes sino también para su familia, la comunidad y el estado. Afectan a todas las instituciones hospitalarias y resultan una de las principales causas de morbilidad y mortalidad, así como un pesado gravamen a los costos de salud. Las complicaciones infecciosas entrañan sobrecostos ligados a la prolongación de la estadía hospitalaria (1 millón de días en hospitalización suplementaria cada año es una cifra constantemente citada); están asociadas también con los antibióticos costosos, las reintervenciones quirúrgicas, sin contar con los costos sociales dados por pérdidas de salarios, de producción, etc. Los estimados, basados en datos de prevalencia indican que aproximadamente el 5% de los pacientes ingresados en los hospitales contraen una infección que cualquiera que sea su naturaleza, multiplica por 2 la carga de cuidados de enfermería, por 3 el costo de los medicamentos y por 7 los exámenes a realizar.

Otras partes de este trabajo
Este trabajo consta de distintas partes. A continuación se listan todas:
  1. ¿Se utilizo de forma razonable Cefepime y Meropenem en el Hospital Calixto Garcia durante el 2006?
  2. ¿Se utilizo de forma razonable Cefepime y Meropenem en el Hospital Calixto Garcia durante el 2006? Parte 2

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