Alfonso, sobre la ablación, dudas lo que se dice dudas, no tengo muchas.
Como verás, coincidimos bastante en lo que decimos, aunque lo hagamos desde extremos totalmente opuestos. Por ejemplo, ambos pensamos que la ablación no es la primera opción de tratamiento para las extras (yo iría un poco más lejos y la situaría como la última ratio), o también que pueden surgir complicaciones que, aunque lo más probable es que no se den, pueden llegar a la muerte en los peores casos.
Pero debo confesar que sí que hay algo del contenido de tu mensaje, fruto al parecer de la información que has obtenido directamente del Dr. Merino, que no acaba de encajarme, pues la página Web de la Clínica Quirón, a la que pertenece ese médico (o viceversa, que no lo sé muy bien)dice bien claramente que en el caso de de arritmias ventriculares (único grupo donde podemos encajar a gran parte de los extrasistólicos)se indica "un estudio electrofisiológico con el objetivo de INDUCIR UNA TAQUICARDIA ventricular que pueda ser tratada mediante ablación con radiofrecuencia". En cambio la información que a ti te han dado es que con una sola extra es suficiente para poder quemar el foco. Bueno, tal vez esa redacción de la página Web sea anterior a la adquisición del magnífico equipo Ensite 3000, que no de sistemas como el Carto o el Localiza ;-) pero lo cierto es que es eso lo que dice.
Dicho todo lo anterior, vuelvo a coincidir contigo en que al menos tenemos que congratularnos de que exista la ablación como cura casi definitiva (respetemos 15 % de casos en lo que no sirve para nada salvo para correr un riesgo y gastar un dineral) para quienes no soporten las extras.
Lo que ocurre es que yo tengo una particularísima visión de esta cuestión. Verás, tengo la percepción, que en mi fuero interno se convierte en casi certeza, de que los extrasistólicos solemos padecer, junto a un problema de ritmo cardiaco, otro de tipo psíquico o, por suavizarlo algo, de tipo emocional, que tiene un peso específico enorme a la hora de hacernos llevaderas o no las extras. ¿Qué quiero decir con esto? Pues muy sencillo, si alguien con un puñado de extras se obsesiona de tal manera que deteriora su calidad de vida hasta el punto de que no tiene otra alternativa que recurrir a la ablación, me temo que es serio candidato a futuras obsesiones que, fíjate por donde, tal vez no tengan una vía de escape como la ablación, con todos sus riesgos y, por qué no decirlo, su respetable precio. Y aquí, mutatis mutandi, entraría la farmacología, pues el mismo mecanismo lógico resulta de aplicación en el momento de "engancharse" a las medicinas.
Ni que decir tiene que tanto quien se somete a una ablación como quien se trata con propanolol o cualquier otro fármaco me merece todos los respetos, pues sin duda la búsqueda del bienestar físico y psíquico es un loable objetivo para el que no existe un único camino.
En fin, termino diciendo que me satisface enormemente este intercambio de pareceres, porque creo que puede resultar de mucha utilidad a las personas de este foro, donde, por fortuna, hay todo tipo de opiniones y pareceres, y donde cada cual puede hacer de su capa un sayo.

Cordiales saludos,

Carlos.