Aspectos clinicos, humorales y electrofisiologicos indicativos de neuropatia autonoma diabetica
Autor: Dra. Jacqueline Bizet Almeida | Publicado:  11/06/2009 | Endocrinologia y Nutricion , Medicina Interna | |
Aspectos clinicos, humorales y electrofisiologicos indicativos de neuropatia autonoma diabetica.2

Se informa que la introducción de nuevos métodos diagnósticos para el estudio de la función neurovegetativa del diabético ha abierto un nuevo campo de investigación en la clínica diabetológica. Se expresa que la función autónoma en el diabético es mucho más común que lo que se diagnostica y la falta de su búsqueda sistemática podría ser la razón. Siendo la Neuropatía Diabética Autónoma responsable de cambios estructurales y funcionales que pueden afectar elementos aferentes y eferentes de los Sistemas Simpáticos y Parasimpáticos acompañados con frecuencia a una forma polineuropática, planteándose la misma cuando predominen en el cuadro clínico los síntomas o signos de disfunción autonómica.

 

Cualquier órgano inervado por el Sistema Simpático puede ser afectado por disfunción autonómica la cual se defina como una disminución de la función del sistema nervioso autónomo periférico expresado a través de su órgano efector, la disfunción autonómica comprende dos categorías principalmente (8):

 

  1. Aquellas en la cual se demuestran lesiones estructurales al nivel de las neuronas periféricas denominadas Neuropatías Autonómicas.
  2. El fallo autonómico funcional, en el cual no se demuestran alteraciones estructurales.

La disfunción autonómica pudiera ser expresión de una disminución del tono neurotrópico como consecuencia de trastornos en la síntesis, secreción o respuesta de algunos factores neurotrópicos como el factor de crecimiento neurotrópico, factor de crecimiento insulínico tipo 1 imprescindible para el desarrollo normal de las neuronas y axones.

 

Todos los inconvenientes anteriormente planteados, así como las características particulares de estos pacientes, nos inducen a pensar que esta variedad de neuropatía contribuye directamente a la mortalidad de dichos pacientes, además de la disminución de la calidad de vida.

 

Esta complicación que aparece en el curso de la diabetes mellitus es el problema principal de nuestra investigación en el contexto del programa de control de enfermedades crónicas no transmisibles permitiendo profundizar en el conocimiento de esta entidad, con el propósito de elevar la calidad de la atención al paciente diabético.

 

Objetivo

 

Determinar los elementos clínicos, humorales y electrofisiológicos identificativos de Neuropatía Autónoma en pacientes diabéticos.

 

Revisión bibliográfica actualizada.

 

La diabetes mellitus (DM) es un importante problema de salud en todo el mundo, con elevada morbimortalidad (9), es una de las patologías no transmisibles más frecuentes por la severidad y diversidad de sus complicaciones crónicas (10).

 

Durante los últimos 25 años se han incrementados de manera dramática el número de personas con diabetes en el mundo la prevalencia de la diabetes en varias poblaciones, y el número de estudios que describen la frecuencia de la diabetes en distintos entonos sociales y geográficos (10).

 

Un estudio de 1994 calculaba que había en el mundo 110 millones de diabéticos; sin embargo la prevalencia en la población general varía notablemente de unos estudios a otros, dependiendo de la etnia y la localización geográfica (11).

 

Otros estudios (12–16) de acuerdo a estimaciones realizadas entre los años 1994 y 2000 afirman que el número de pacientes con diabetes en todo el mundo en el año 200 se encontraba alrededor de 150 millones de personas. Se espera que de continuar las tendencias actuales, en el año 2010 ese número ascienda a 225 – 230 millones, y para el año 2025 se alcance la alarmante cifra de 300 millones de pacientes con diabetes.

 

Se han descrito cifras tan dispares como el 1% de China y Japón y el 40% de la Polinesia mientras que la OMS sitúa la prevalencia en los países europeos en un 2- 5% (17).

 

En Estados Unidos se calcula que sumando la tolerancia alterada a glucosa (TAG), la diabetes mellitus no insulinodependiente (DM tipo 2) diagnosticada y la no diagnosticada en mayores de 65 años, la prevalencia superaría el 30 – 40%, siendo estos datos aplicables a Europa (17).

Muchos países calculan que la DM se encuentra entre las siete primeras causas de muerte; en España sin embargo supone la cuarta causa de defunción (9) y se calcula que la padece alrededor del 4% de la población, y su frecuencia va aumentando con la edad, así en mayores de 65 años la padece un 10 – 15%, y en mayores de 80 años el 20%, es considerada la cuarta causa de muerte en la mayoría de los países desarrollados, la tercera en mujeres y la séptima en hombres (18,19).

Conceptualmente es una enfermedad producida por una alteración del metabolismo de los carbohidratos en la que aparece una cantidad excesiva de azúcar en la sangre y a veces en la orina (18,19).

 

Por el contrario existe un concepto más amplio de DM que la define como un síndrome metabólico caracterizado por un defecto en la secreción y/o acción de la insulina, que produce hiperglucemia y alteración del metabolismo de grasas y proteínas (20).

 

Berenguer y cols (1) la definen como un síndrome heterogéneo, caracterizado por un estado de hiperglucemia crónico, como consecuencia de una secreción anormal de insulina, por un defecto absoluto o relativo de la misma o por un exceso de factores que se oponen a su acción, de esto resulta una alteración en el metabolismo de los carbohidratos, proteínas y lípidos, siendo el resultado final una alteración progresiva de los vasos capilares en diferentes órganos, constituyendo un complejo patológico que en términos genéricos suele ser multifactorial y heterogéneo, el cual es un concepto más específico, donde se tienen en cuenta los elementos clínicos y fisiopatológicos más importantes.

 

Es considerada una enfermedad multiorgánica ya que puede lesionar casi todos los órganos y en especial los ojos, los riñones, el corazón y las extremidades (18–20).

 

Figuerola (21) plantea que no es en una afección única, sino un síndrome dentro del cual deben individualizarse diferentes entidades nosológicas. El nexo común de todas ellas es la hiperglucemia y sus consecuencias, es decir, las complicaciones específicas, las cuales son comunes a todas las formas de diabetes.

 

Esta es un trastorno crónico de base genética caracterizado por tres tipos de manifestaciones: a) un síndrome metabólico consistente en hiperglucemia, glucosuria, polifagia, polidipsia, poliuria y alteraciones en el metabolismo de los lípidos y de las proteínas como consecuencia de un déficit absoluto o relativo en la acción de la insulina; b) un síndrome vascular que puede ser macroangiopático y microangiopático y que afecta todos los órganos, pero especialmente el corazón, la circulación cerebral y periférica, los riñones y la retina, y c) un síndrome neuropático que puede ser a su vez autónomo y periférico (21).

 

Se distinguen dos formas de diabetes mellitus. La tipo 1, o diabetes mellitus insulino-dependiente (DMID), denominada también diabetes juvenil, afecta a niños y adolescentes, y se cree producida por un mecanismo autoinmune y es de evolución rápida. La tipo 2, o diabetes mellitus no insulino-dependiente (DMNID), o diabetes del adulto, suele aparecer en personas mayores de 40 años y es de evolución lenta. Muchas veces no produce síntomas y el diagnóstico se realiza por la elevación de los niveles de glucosa en un análisis de sangre u orina (22,23).

 

Más que una entidad única, la diabetes es un grupo de procesos con causas múltiples. El páncreas humano segrega una hormona denominada insulina que facilita la entrada de la glucosa a las células de todos los tejidos del organismo, como fuente de energía (24).

 

 


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