Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Tercera parte
Autor: Dr. Alberto Ochoa Govin | Publicado:  9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas. | |
Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Tercera parte.10

Pávlov decía que la palabra constituye un reflejo condicionado que permite ser utilizado para provocar el sueño hipnótico, el que a su vez definía como una inhibición cortical interna, que surge en la zona mo­tora cortical y se irradia a las demás áreas de los hemisferios cerebrales, y que puede llegar al mesencéfalo. Con sus descubrimientos, Pávlov rompió con las concepciones idealistas, metafísicas, sobrenaturales, os­curantistas y mitológicas que se habían formado sobre la hipnosis.

 

En 1897 se llevó a cabo en Moscú el XII Congreso Internacional de Medicina y en su décimo primera sesión se presentó el tema El hipno­tismo frente a la ley de determinados países, y el presidente de la sesión era el profesor Mesechede. En dicha sesión se informó de las trabas puestas por algunos países a la aplicación de la hipnosis y se hacía notar que en Rusia, donde se permitía esta práctica, a través de más de treinta mil sesiones de hipnosis realizadas nunca se había podido comprobar ni el más mínimo peligro para el paciente.

 

Dos investigadores, Tokásky y Daniliévsky, consideraron que la hip­nosis y la sugestión eran fenómenos psicorreflejos y refutaron lo plan­teado por Charcot sobre los perjuicios de la hipnosis, demostrando por medio de sus investigaciones que la sugestión actúa beneficiosamente sobre el sistema nervioso y provoca tranquilidad y reforzamiento.

 

Las investigaciones de Tokásky y Daniliévsky demostraron que la sugestión trabaja sobre la corteza y que ésta influye en la esfera vege­tativa del sistema nervioso. También señalaron que la sugestión y la hipnosis podían actuar independientemente, es decir, la hipnosis sin la sugestión oral y esta última sin la primera.

 

Tokásky había presentado en 1890 un trabajo titulado (El hipnotismo en la pedagogía), donde planteaba el problema del papel de la suges­tión en la educación de los niños y adultos, así como la posibilidad de utilizarla con el fin de intensificar perennemente la energía de la actividad psíquica en general y consideraba que era posible emplear esta inten­sificación no transitoria para modificar la personalidad y la conducta de niños y adultos. Él afirmaba que la perdurabilidad de la acción suges­tiva se debía al efecto de la sugestión posthipnótica.­

 

Vladímir N. Béjterev (1857-1927), fundador junto con Pávlov de la escuela reflexológica rusa, fue quien desarrolló la idea sobre la hipnosis como una singular modificación del sueño natural. Este con­cepto coincidía con el de Pávlov, quien también señalaba cierta simili­tud entre inhibición interna, sueño hipnótico y sueño natural, diciendo que la diferencia que pudiera existir entre los tres no era significativa.

 

Las investigaciones realizadas por Béjterev lo llevaron a plantear que la esencia de la hipnosis era la introducción, en la esfera psíquica de otra persona, de ideas, sentimientos y emociones en la medida de lo posible, sin que intervinieran la crítica ni el juicio, utilizando la palabra y los gestos y evitando la atención activa, es decir, dando un rodeo a la personalidad crítica del sujeto. Claro que, en la utilización de los gestos para ejercer sugestión, se tiene también en cuenta un contenido verbal significativo, pero codificado en clave. Sus ideas fueron desa­rrolladas por muchos de sus discípulos, entre ellos Plátonov, Miásishev, Ananiev y otros.

 

Un aporte importante de Béjterev fueron sus investigaciones sobre la sugestión en estado de vigilia. Distinguió la sugestión volitiva o pre­meditada y la no volitiva o no premeditada. La sugestión no voluntaria actúa en la comunicación mutua de las personas, en forma impercep­tible y por esto no provoca resistencia. Esta sugestión se ilustra con el ejemplo de la influencia de una persona alegre sobre una comunidad de personas que están aburridas, las que involuntariamente y sin advertirlo se contagian con su alegría. Sin embargo, debe señalarse que en el presente ejemplo no sólo actúa la sugestión, sino también la imi­tación y otros medios de interinfluencia. Hasta su muerte, en 1927, Béj­terev realizó numerosos estudios y experimentos sobre la sugestión hip­nótica por telepatía en el Instituto de Investigaciones del Cerebro, en la ciudad de Leningrado, junto a otros investigadores entre los que se destacó Leonid L. Vasiliev.

 

En 1930 otro científico ruso, discípulo de Béjterev, Plátonov, pu­blicó un artículo denominado (La palabra como factor fisiológico y tera­péutico), en el mismo estableció la utilización de la sugestión, pero en forma de persuasión, diciendo que ésta debe ser construida sobre la base de un sistema de argumentos lógicos y demostraciones desarrolla­das consecutivamente. Puso como ejemplo las instrucciones de cómo realizar un parto sin dolor, la profilaxis de los dolores del parto, las conversaciones para el control del alcoholismo, entre otros.

 

Plátonov utilizó el término de sugestoterapia para el uso de la suges­tión como tratamiento clínico y refiere que debe tener forma de comu­nicación imperativa. Puso el siguiente ejemplo: Usted ha olvidado ya todos sus penosos sufrimientos, y cuando los recuerde por casualidad no le producirán inquietud.

 

Plátonov realizó valiosos aportes al desarrollo científico de la hipno­sis y la sugestión; consideraba esta última con posibilidad de orientar las ideas y la conducta de las personas, y que incluso llega a ser el motivo de las mismas. También consideraba que la sugestión actualiza y refuerza aquello que debe motivar las acciones y que inhibe todo lo que pueda estorbarlo.

 

En conclusión el análisis histórico del fenómeno de la sugestión y de la hipnosis nos demuestra su desarrollo y evolución, sus cambios cua­litativos y cuantitativos. Actualmente nadie niega que la sugestión actúe sobre la psiquis de las personas; es decir, que pueda influir sobre la fuerza o intensidad de fenómenos psíquicos como la percepción, la me­moria, el pensamiento, los sentimientos, la imaginación, la voluntad, entre otros.

 

La palabra influye directamente sobre el segundo sistema de señales y la corteza cerebral, se interrelaciona con el primer sistema y recibe su influencia tocando las zonas de la subcorteza, donde se encuentran los centros vegetativos superiores y los reflejos incondicionados de características complejas, como son los instintos y las emociones; es decir, que por medio de la palabra podemos ejercer influencia en estos aspectos mencionados.

 

Es de todos conocida la estrecha relación existente entre los aspectos somáticos y psíquicos; cualquier cambio fisiológico y bioquímico en el organismo provoca cierta reacción psíquica y viceversa. Por eso se uti­lizan los términos psicosomático y somatopsíquico, y sobre ambos as­pectos es posible trabajar con la hipnosis.

 

La utilización de la hipnosis y la sugestión como recurso psicotera­péutico ha tenido que recorrer un camino lleno de obstáculos en su desarrollo histórico, pero finalmente se ha podido comprobar su ca­rácter científico y su valor terapéutico.

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