Medicina alternativa-complementaria en enfermedades prostáticas. Cap. 4 – Terapia biologica en cancer prostatico y crecimiento prostatico benigno sintomatico
Autor: Dr. Julio C. Potenziani Bigelli | Publicado:  24/06/2010 | Medicina alternativa, complementaria en ... | |
Recomendaciones prostatitis crecimiento prostatico benigno cancer prostatico .11

Awad (2005) refirió que el beta-Sitosterol inhibe el crecimiento de las células malignas prostáticas. Los asiáticos ingieren aproximadamente 400 mg diarios de Fitoesteroles en comparación con 80 mg diarios que ingiere un norteamericano. Se trató de identificar el posible mecanismo por el cual los dos fitoquímico más comunes, el reservarlo y el beta-Sitosterol inhiben el crecimiento de las células PC-3 del cáncer de próstata. El efecto sobre la apoptosis, sobre la progresión del ciclo celular, sobre la síntesis de prostaglandinas y la producción de especies oxigeno-reactivas (ROS).

Se sabe que las prostaglandinas juegan un papel en la regulación del crecimiento celular y de la apoptosis. Además las células PC-3 fueron suplementadas con 50 micrón de reservarlo o 16 micrón de beta-Sitosterol, solos o en combinación por arriba de 5 días. El beta-Sitosterol fue más potente en la inhibición del crecimiento celular que el reservarlo. Y la combinación de ambos resultó en una mayor inhibición. Suplementos de largo plazo de reservarlo y beta-Sitosterol elevó la secreción de prostaglandinas basales, sin embargo individualmente el beta-Sitosterol fue mucho más efectivo que el reservarlo; igualmente fue más efectivo en inducir apoptosis y la combinación tenía un efecto intermedio después de 1 dia de suplementación. Las células PC-3 suplementadas con resveratrol fueron detenidas en la fase G1 del ciclo celular y en el caso del beta-sitosterol en la fase G2/M, mientras que la combinación resultó en una detención del crecimiento celular en ambas fases del ciclo celular. El beta-Sitosterol aumentó la producción de ROS mientras que el resveratrol disminuyó la producción de ROS. Se concluyó que estos fitoquímico podrían inducir la inhibición del crecimiento tumoral al estimular la apoptosis y detener las células en diferentes momentos fases del ciclo celular y el mecanismo podría involucrar alteraciones en la producción de ROS y de prostaglandinas.

Por último es importante aclarar que mientras más jóvenes sean los brotes vegetales ingeridos en lugar de brotes más envejecidos se calcula que habrá 10 a 100 veces más cantidad de sulforafane en ellos, al punto que 2 servicios de brotes jóvenes de broccoli al dia se compararán a 40 servicios de broccoli maduro (Arnot 2000). Tratar de no cocinar los vegetales ya que el calor desactivará los componentes antioxidantes que están contenidos en ellos.

Patterson (1997) refirió la investigación epidemiológica sobre la asociación de suplementos vitaminas y minerales con el riesgo de cáncer. Para ese entonces las investigaciones no demostraban efecto protector de del beta-caroteno contra el cáncer de próstata, pero si en el caso del alfa-tocoferol con el cáncer de próstata; en las mezclas de retinol/zinc y beta-caroteno/alfa tocoferol/selenio contra el cáncer de estomago y el selenio contra cáncer de pulmón y próstata. Los estudios investigados proveían poca evidencia de que los suplementos vitamínicos estuvieran asociados con el cáncer. La conclusión de éste trabajo fue que existía una evidencia muy ligera del efecto protector de los nutrientes contra numerosos tipos de cáncer.

Fleshner (2007) y colaboradores recientemente en el AUA Meeting de Anaheim (2007) presentaron un excelente trabajo Fase II con el patrocinio de la ‘Prostate Cáncer Research Foundation of Canada’ llegaron a la conclusión que éste estudio representa la primera confirmación de que los tejidos prostáticos tratados con una combinación de antioxidantes como el Licopeno (50 mg/dia), el Selenio (200 microgramos/dia) y la Vitamina E en dosis de 800 IU/dia) durante el periodo preoperatorio de cirugía radical de cáncer prostático, mostraron intensa inhibición de la proliferación tumoral y detención del ciclo celular. Dando con éstos resultados un respaldo importante a la utilización de éstos argumentos en la terapia biológica del cáncer de próstata.

En relación a los antioxidantes provenientes de la dieta diaria, se aconseja de manera general:

1. Ingerir de 8 a 10 raciones de Frutas y Vegetales diarios ricos en antioxidantes
2. Ingerir aproximadamente 250 ml (1 vaso) de Jugo de Tomate al dia, además de 1 a 2 raciones de comidas con Tomates procesados-cocinados ó 50 mg/dia
3. Ingerir aproximadamente 30 a 50 gramos de Granos de Soya al dia
4. Ingerir de 1 a 3 raciones de Vegetales Crucíferos diarios
5. Ingerir aproximadamente 400 mg de Fitosteroles al dia
6. Tomar de 2 a 4 tazas de Té verde por dia
7. Ingerir alimentos ricos en Vitamina E diariamente, o Vitamina E en capsulas 400-800 mg/dia
8. Ingerir alimentos ricos en Selenio, o Selenio en tabletas 200 microgramos/dia


4. NO TOMAR BEBIDAS ALCOHÓLICAS

Hiatt (1994) estudió la relación del consumo de bebidas alcohólicas, el habito tabáquico y otros factores de riesgo en relación al cáncer de próstata. Se examinaron las historias de 43.432 hombres miembros de un plan de salud prepago del norte de California en los Estados Unidos de Norteamérica y que fueron examinados entre 1979 y 1985. El consumo alcohólico no ocasionó riesgo alguno para desarrollar cáncer de próstata, en éste estudio, en los 238 hombres que del estudio tuvieron cáncer prostático, pero fumar 1 cajetilla o más de cigarrillos si fue asociado a un ligero riesgo de ocasionar cáncer prostático, pero se advierte que debe interpretarse con cautela.

Schoonen (2005) refería también que el consumo alcohólico es un factor ‘modificable’ de estilo de vida que podría tener relación con el riesgo aumentado de cáncer de próstata. El alcohol altera el ‘estado’ hormonal y contiene sustancias químicas tales como los flavonoides (vino rojo), lo cual puede alterar el crecimiento celular tumoral. Se estudiaron 753 casos nuevos de cáncer prostático entre 40 y 64 años con 703 casos control. Fueron entrevistados para conocer el consumo alcohólico de por vida así como otros factores de riesgo para cáncer de próstata. No hubo una clara asociación entre consumo de bebidas alcohólicas y cáncer prostático. Sin embargo cada vaso de vino rojo consumido-por semana demostró una disminución del 6% del riesgo relativo de cáncer de próstata que fue estadísticamente significativo. No hubo una clara relación con relación al consumo de cerveza u otros licores. Concluye que son necesarios más estudios de investigación que aclaren aun más los efectos del vino rojo en su acción de reducir el riesgo de cáncer prostático.


5. ELIMINAR EL STRESS

Realizando actividades distractivas que ayuden a disminuir la ansiedad y serenen el espíritu. Ayúdese con música adecuada, aromaterapia y cualquier actividad que de manera efectiva disipe la ansiedad existente en la vida diaria. Buscar el mayor contacto posible con la naturaleza.

En el enfoque ‘holístico’ del paciente es imprescindible tomar en cuenta los factores o noxas externas que causen ‘disfunción’ prostática, al ser ésta una glándula ‘diana ‘del psicosomatismo humano.

Dale (2005) refería la intima relación existente entre niveles de ansiedad y pruebas de despistaje de cáncer prostático/biopsia y relacionada también con el seguimiento del antígeno prostático especifico (PSA) luego de tratamientos definitivos.

Patel (2005) refiriéndose a la actividad física y el riesgo de cáncer prostático demostró que aquella podría ser considerada un factor de riesgo modificable, debido a sus efectos potenciales sobre las hormonas circulantes como la testosterona y la insulina. Fue denominado ‘American Cáncer Society Cáncer Prevention Study II Nutrition Cohort’ y fue un gran estudio prospectivo en hombres norteamericanos. Fue un estudio de 9 años con seguimiento de 5.503 cánceres prostáticos incidentales entre 72.174 hombres quienes no tenían cáncer al momento de ser enrolados en el estudio. No se observaron diferencias en cuanto a riesgo de cáncer prostático entre hombres con altos niveles de actividad física recreacional y aquellos que no lo tenían. Tampoco se observó asociación entre cáncer prostático y una actividad física recuperada a los 40 años. La incidencia de cáncer prostático agresivo fue inversamente asociada con actividad física recreacional de más de 35 horas semanales comparada con aquellos hombres sin actividad física. Lo cual confirma que la actividad física podría estar asociada con un riesgo disminuido de cáncer prostático ‘agresivo’ (histológicamente Scores de Gleason de 7,8,9 y 10 y clínicamente avanzado).

6. NO FUMAR

El habito tabáquico según Roberts (2003), podría influenciar el riesgo de enfermedad cancerosa extraprostática así como la posibilidad de presentar una histología con un Score de Gleason de 7 o más directamente relacionable al número de años que el paciente ha fumado.

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