Entre el 3% y el 8% de los hipertensos leves y moderados presentan hipertrofia ventricular izquierda (HVI) en el electrocardiograma (ECG).
Pero utilizando el ecocardiograma, mucho más sensible, entre el 12% y el 30% de una población no seleccionada de hipertensos presenta valores elevados de masa ventricular. Esta prevalencia aumenta con la severidad de la Hipertensión Arterial (HTA) y llega hasta el 90% en series de pacientes con Hipertensión Arterial (HTA) muy severa.
La prevalencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) en formas renovasculares y otras formas secundarias de Hipertensión Arterial (HTA) es similar a la de la Hipertensión Arterial (HTA) esencial. En hipertensos, la obesidad aumenta la prevalencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) en 1,5 a 2 veces, aunque la obesidad per se es generadora de hipertrofia ventricular izquierda (HVI), especialmente del tipo excéntrico. La importancia de esta gran prevalencia radica en el hecho de que el aumento de la masa ventricular se relaciona con un riesgo mayor de eventos cardiovasculares en la población general, en hipertensos sin otros signos de cardiopatía y en coronarios, tengan o no Hipertensión Arterial (HTA); o sea, en una gran gama de distintos tipos de población. El riesgo de muerte se eleva de 2 hasta 15 veces, según la cardiopatía subyacente y el tiempo de seguimiento. 13, 14
El ecocardiograma permite una clasificación de la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) (aumento de la masa ventricular) en concéntrica o excéntrica según que, además del aumento de la masa ventricular, exista o no una cavidad ventricular dilatada. No hay coincidencias acerca de la prevalencia de cada forma geométrica en la Hipertensión Arterial (HTA), pero generalmente se acepta que la sobrecarga de presión con elevación de resistencia periférica genera el tipo concéntrico (mayor riesgo cardiovascular) y la sobrecarga de volumen (mayor volumen minuto) genera el tipo excéntrico 15. Los cambios previos a la hipertrofia ventricular izquierda (HVI), llamados remodelados, generan ya mayor riesgo de eventos. 16
Muchos casos de insuficiencia cardíaca con fracción de eyección normal corresponden a pacientes hipertensos, en general añosos, con importante compromiso diastólico del ventrículo izquierdo (VI). Este camino ominoso desde la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) a la disfunción diastólica, luego a la disfunción sistólica y más tarde a la insuficiencia cardíaca, puede enlentecerse y/o revertirse con un correcto tratamiento antihipertensivo. 17, 18
La hipertrofia ventricular izquierda (HVI) siempre es acompañada por hipertonía simpática, reserva coronaria disminuida y predisposición a la aparición de arritmias ventriculares e incluso a la muerte súbita. 19, 20,21
La masa ventricular izquierda se correlaciona fundamentalmente con la tensión arterial sistólica (indicativo del impacto del volumen de eyección sobre la presión del pulso), mientras que el grosor de la pared se correlaciona sobre todo con la presión diastólica (indicativo del aumento de las resistencias periféricas). 22, 23
La Hipertensión Arterial (HTA) es capaz de conducir a episodios de isquemia miocárdica en individuos con predisposición genética, fenómeno que se exacerba diez veces más si coexiste hipertrofia ventricular izquierda (HVI). En el miocardio hipertrófico se producen eventos de isquemia durante cada ciclo cardíaco. Se sabe que en el corazón humano hipertrofiado el número de capilares miocárdicos no aumenta proporcionalmente con el aumento de masa y se reduce adicionalmente el flujo sanguíneo durante la sístole cardíaca, en particular a nivel del tejido subendocárdico. 24
Otros cambios estructurales característicos de la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) incluyen la hiperplasia del tejido conectivo, la fibrosis intersticial, la fibrosis peri vascular y aumento del espesor íntima-media de arteriolas coronarias todo lo que facilita la aparición de disfunción endotelial y el desarrollo ateromatoso obstructivo. En consecuencia, el tejido está sometido a eventos cíclicos de isquemia/reperfusión debido al aumento de la distancia capilares-miocitos, la disminución de la relación número de capilares/masa muscular y la reducción marcada del flujo coronario en la fase sistólica. 19, 20
Los mecanismos relacionados a la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) podrían jugar un papel protagónico en el deterioro ventricular: insuficiencia coronaria, aumento de la frecuencia y severidad de arritmias ventriculares, alteración de la contractilidad miocárdica y disfunción diastólica en los hipertensos e incluso sistólica que los lleva a hacer con mayor frecuencia episodios de Insuficiencia Cardíaca Congestiva. 21,23
El diagnóstico de la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) puede ser realizado por electrocardiografía en base a los índices de Sokolow-Lyón, índice de Lewis, índice de Cornell, entre otros. Es un método muy específico pero con baja sensibilidad ya que solo se ven estos signos en los 10 -15% de los hipertensos complicados con hipertrofia ventricular izquierda (HVI). En la práctica los datos del ECG sobre la existencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) son útiles como indicadores de riesgos a que en el hombre con datos de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) el riesgo de presentar enfermedad cardiovascular es doble, y algo mayor de morir, bien de causa cardiovascular o por otras causas. Esta proporción es menor en el caso de la mujer.
Desde el punto de vista práctico el patrón oro de referencia para determinar la existencia y severidad de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) es el Ecocardiograma Transtorácico ya que permite definir el patrón anatómico específico del VI, valorar la función diastólica y sistólica, así como evaluar la presencia de otras alteraciones cardiológicas asociadas. Además el estudio ecocardiográfico permite estratificar el riesgo individual de los pacientes y tomar decisiones terapéuticas importantes para el manejo adecuado y la prevención de futuras complicaciones, así como realizar subsecuentemente una valoración pronóstico y de la respuesta al tratamiento antihipertensivo.
Devereux encontró muy buena correlación entre el Eco y los hallazgos necrósicos a la hora de valorar el grado de hipertrofia ventricular izquierda (HVI).
Si bien la radiografía de tórax es una exploración asequible y rutinaria en muchas patologías, actualmente no se considera una exploración imprescindible en la valoración inicial del hipertenso. No existen datos específicos de Hipertensión Arterial (HTA) radiológicos. De hecho en la Hipertensión Arterial (HTA) no complicada generalmente es normal. Específicamente en los casos de coartación de aorta podemos detectar la presencia de muescas costales como evidencia de la existencia de circulación colateral.
En presencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) sin dilatación ventricular izquierda, podemos ver una elongación del borde inferior izquierdo de la silueta cardiaca, aunque en la mayoría de los casos el corazón es de tamaño normal. Sólo cuando la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) es excéntrica o existe dilatación ventricular aparece un aumento de la silueta cardiaca.
En los casos de hipertrofia concéntrica del ventrículo izquierdo se aprecia la punta del corazón redondeada y corazón de tamaño normal. Se puede encontrar en la cardiopatía hipertensiva elongación y ateromatosis aórtica. La existencia de signos de congestión pulmonar en relación a insuficiencia cardiaca es inespecífica de otras causas, si bien es un dato frecuente en estos casos la existencia de congestión pulmonar en ausencia de cardiomegalia.
2- Vasculares:
La Hipertensión Arterial (HTA) agrava las manifestaciones de ateroesclerosis, de ahí la frecuencia de eventos cerebrovasculares y coronarios. El Aneurisma Disecante de la Aorta y la Nefroangioesclerosis son también complicaciones vasculares graves.
En los miembros inferiores se presentan también la arteriopatía periférica la cual adopta diversas formas: Úlceras isquémicas, arteriosclerosis hipertensiva, que se localiza en la cara externa de pierna y cuando cura deja una cicatriz que se acompaña de una mancha hiperpigmentada.
3- Encefálicas:
La trombosis cerebral y la hemorragia cerebral y aracnoidea constituye una causa frecuente de invalidez y muerte.