Prevalencia de la hiperestesia dentinaria
Autor: Dr. Alexander González Mateo | Publicado:  14/09/2010 | Odontologia y Estomatologia , Cirugia Maxilofacial | |
Prevalencia de la hiperestesia dentinaria .3

Este fluido es básico para transmitir los estímulos desde la dentina a la pulpa., a los receptores ubicados en el límite dentinopulpar (teoría hidrodinámica de Brannstrom), estimulando las fibras A Delta, dando dolor localizado, brusco y breve.

 La Pulpa

Como todo tejido conjuntivo tiene células, fibras y sustancia fundamental, dispuestas en zonas distintas desde el punto de vista histológico y funcional. Se encuentra la zona de odontoblastos que sintetizan, secretan y mineralizan la dentina durante toda la vida. Además funcionan como una capa de protección de la pulpa pues los odontoblastos, se comunican entre sí y con las otras células pulpares, mediante 3 tipos de uniones intercelulares (uniones impermeables, adherentes y comunicantes o gap), debido a la presencia de la fibronectina (que es una proteína mediadora de la adhesión celular).

Esto explica porqué el daño al odontoblasto afecta a otras células, pudiendo dar hasta una reacción pulpar. Se produce la formación de la dentina esclerótica, frente al avance de la caries y cuando éste es mayor, se forma dentina terciaria (elaborada a partir de células pulpares profundas).

Por debajo está la zona oligocelular con abundante irrigación: plexo capilar subodontoblástico e inervación.: Plexo nervioso de Raschkow. Subyacente se encuentra la zona rica en células con elevada proporción de fibroblastos, macrófagos y linfocitos. Además aquí están las células indiferenciadas o de reserva cerca de los vasos en estado de reposo en las P normales, que pueden convertirse en macrófagos, fibroblastos e incluso en odontoblastos. Se han descripto otras células de defensa: células dendríticas que conjuntamente con los macrófagos, participan en la inmunovigilancia.

La Pulpa está equipada por células de Inmunidad Inespecífica (macrófagos y células dendríticas) y por células de Inmunidad Específica: los linfocitos T y B.

Luego está la zona central o Pulpa propiamente dicha formada por sustancia fundamental, células y fibras sin estratificarse, con vasos, nervios y rica en fibroblastos.

Desde el punto de vista funcional forma sustancia fundamental y fibras. Dicha sustancia fundamental altamente polimerizada, con proteoglucanos (ácido hialurónico, dermatán sulfato y condroitinsulfato), glucoproteínas (fibronectina) y agua no libre sino en un sistema hidrocoloidal, regulando el transporte metabólico, influyendo así en la vitalidad pulpar. Por su bajo grado de permeabilidad, confinando localmente el aumento de la presión intrapulpar. Lo cual explica el avance circunferencial de la inflamación pulpar. Existe además un transporte de fluidos desde el área afectada hacia fuera del diente por los vasos linfáticos y por reabsorción de los vasos sanguíneos del tejido adyacente, que ayuda a confinar el avance de la inflamación conjuntamente con la alta polimerización de la sustancia fundamental

Funciones de la Pulpa

Como todo tejido conjuntivo cumple 4 funciones:

 Formativa:

El órgano pulpar en su función de formar dentina es el único en la economía encerrado en un espacio que él mismo reduce con el tiempo, lo cual hace de él un órgano especial que no responde de igual manera que otro tejido conjuntivo, pues está limitado en su capacidad de aumentar de volumen, durante los episodios de vasodilatación.

 Función nutritiva:

Mantiene la vitalidad pulpar, aportando oxígeno y nutrientes para el metabolismo de los odontoblastos y demás elementos celulares por el transporte transcapilar. Se describe una microcirculación pulpar terminal, dada por arteriolas meta-arteriolas, anastomosis arterio-venosas, capilares y vénulas, acompañados de nervios mielínicos y amielínicos. Las anastomosis arterio-venosas son importantes en la regulación de la microcirculación, permitiendo la recuperación de la inflamación local leve, porque al abrirse, desvían la sangre de la zona lesionada, disminuyendo así la presión tisular, restaurándose el flujo sanguíneo. Se han descripto vasos linfáticos, los cuales después de salir de la pulpa se unen a los del ligamento periodontal y drenan a los ganglios linfáticos regionales (submentonianos, submaxilares y cervicales) Las últimas investigaciones afirman que la circulación de la Pulpa es el parámetro más exacto para evaluar la vitalidad pulpar. Se estudia por flujometría Doppler Laser.

 Función sensitiva:

Por su rica inervación, la pulpa cumple con 2 funciones: de control vasomotor (dada por el sistema simpático) y de defensa dado por el papel protector del dolor (fibras nerviosas mielínicas A delta y amielínicas tipo C). Las fibras A delta tienen un campo receptivo localizado en la interface dentinopulpar, y en dentina profunda. Estas son activadas por el mecanismo hidrodinámico, causando un dolor agudo, corto y bien localizado. Son responsables de la sensibilidad dentinaria, tienen bajo umbral de estimulación, rápida conducción y responden al pulpómetro.

Las fibras C amielínicas (87% en los premolares) tienen un campo receptor localizado en toda la Pulpa. Son activadas por mediadores inflamatorios, por lesiones nocivas al tejido pulpar y por aplicación prolongada de calor. Son de lenta conducción y de alto umbral de excitación. Son responsables del dolor espontáneo, intenso, constante, insoportable, difícil de localizar, asociado a mayor grado de lesión tisular.

Además, el factor nervioso nos ha introducido en el concepto de inflamación neurogénica, como respuesta potencial de protección del complejo dentinopulpar. Los estudios de Olgart, Fazekas, Alquist, muestran que la activación de los nervios sensitivos por lesión tisular, activación del complemento y por reacciones Ag – Ac, provocan la liberación de neuropéptidos vasoactivos de las terminaciones nerviosas como la sustancia pulpar, neuroquinina A y CGRP. Estos neuropéptidos dan vasodilatación, aumento de la permeabilidad capilar, y aumento de la presión intrapulpar; estos cambios vasculares representan un reflejo defensivo.

 Función defensiva:

El complejo dentinopulpar puede defenderse de diferentes agentes agresivos. Los odontoblastos ponen en marcha mecanismos defensivos como el dolor dentinario, la esclerosis dentinaria, y la dentina reparativa, dirigidos a disminuir la permeabilidad dentinaria, pues la dentina se vuelve permeable cuando pierde el esmalte y el cemento. Mientras que en la pulpa se desencadena una respuesta defensiva inmunitaria, caracterizada por linfocitos, plasmocitos y macrófagos más vasodilatación, es decir un infiltrado crónico constituido por células inmunocompetentes, en respuesta a las toxinas bacterianas que actúan a distancia a través de la dentina, a sustancias antigénicas, a distintas macromoléculas que difunden desde la dentina infectada y afectada, provocando daño a las células pulpares. Estas sustancias son removidas por las células fagocitarias. Los macrófagos por sí solos son capaces de frenar la agresión bacteriana cuando es leve, conjuntamente con la microcirculación, venas y linfáticos. Si eliminamos el agresor tempranamente por ejemplo Caries, esta reacción inicial defensiva desaparece, es reversible. Todo esto pasa desapercibido desde el punto de vista clínico por el paciente, Se debe a la acción de los linfocitos T supresores, recuperándose así la normalidad funcional de la pulpa. Además, rodeando esta respuesta defensiva, existe proliferación de pequeños vasos sanguíneos y de fibroblastos, así como deposición de fibras colágenas. Este modelo de respuesta se considera un proceso inflamatorio reparativo, por ello es reversible. 17


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