Sindrome de burnout en los medicos
Autor: Dr. Mariano Giardina | Publicado:  28/10/2010 | Psicologia , Medicina Laboral | |
Sindrome de Burnout en los medicos .2

Esta terminología fue indagada aun más cuando en el año 1976 la psicóloga social Christine Maslach dio a conocer esta palabra de forma pública dentro del Congreso Anual de la Asociación de Psicología APA, refiriéndose a una situación cada vez más frecuente entre los trabajadores de servicios humanos, médicos, personal de enfermería, maestros y profesores, bomberos, trabajadores sociales, personal de equipo de rescate. Son los empleados de “cuello blanco”, como los designa Francisco Alonso-Fernández, catedrático de Psicología del la Universidad Complutense de Madrid, en su libro “Psicología del trabajo”: “son trabajadores en permanentes contactos con los demás, agobiados por las demandas del público y controlados por la dirección”. (2)

Maslach y Jackson lo definen como una respuesta inadecuada a un estrés emocional crónico cuyos rasgos principales son: un agotamiento físico y/o psicológico, una actitud fría y despersonalizada en la relación hacia los demás y un sentimiento de inadecuación a las tareas que ha de realizar. (3)

Las doctoras Maslach y Jackson en sus trabajos sobre el síndrome de Burnout, consideran tres grandes aspectos: el cansancio emocional, caracterizado por la pérdida progresiva de energía, desgaste y agotamiento; la despersonalización, caracterizada por un cambio negativo de actitudes que lleva a un distanciamiento frente a los problemas, llegando a considerar a las personas con las que tratan como verdaderos objetos; y la falta de realización profesional, donde se dan respuestas negativas hacia sí mismos y hacia el trabajo, con manifestaciones pseudodepresivas y con tendencia a la huida, una moral baja, un descenso en la productividad en el trabajo, lo que lleva a una escasa o nula realización profesional. El síndrome de Burnout es motivo de preocupación, por las repercusiones personales que implica, ya sean emocionales, conductuales o psicosomáticas, por las repercusiones familiares y sociales, así como por la repercusión en el ámbito laboral u organizacional, como ausentismo laboral, disminución del grado de satisfacción de los profesionales y usuarios, y pérdida de productividad (4).

No solamente trae aparejado problemas de salud física y psicológica, sino su relación directa con la automedicación, ingesta de psicofármacos y aumento del consumo de tóxicos, alcohol y otras drogas. (4)

Entre los aspectos epidemiológicos del síndrome de Burnout descritos en la literatura no parece existir un acuerdo unánime entre los diferentes autores si bien existe un determinado nivel de coincidencia para algunas variables:

1- Organizacionales: Son variables intrínsecas importantes en la interacción continua trabajador- puesto de trabajo:

Dinámica de trabajo: Mala interacción con compañeros o supervisores.

Inadecuación profesional: No se adapta el perfil profesional y personal del individuo al perfil del puesto de trabajo que desempeña.

Sobrecarga de trabajo: Las exigencias del trabajo sobrepasan las racionalmente aceptables y ellas suelen ir acompañadas de excesos de tareas que no son agradables.

Los contenidos: Relacionados con la variedad de tareas, el grado de feedback, la identidad de las mismas y la realización.

Ambiente físico de trabajo: Estresores como el nivel de ruido que debe soportar el sujeto en el lugar de trabajo, sus características de intensidad, control y frecuencia suponen una fuente importante de estrés laboral.

Conflicto y ambigüedad de rol: Un rol puede ser definido como el conjunto de expectativas y demandas sobre conductas que se esperan de la persona que ocupa una determinada posición.

Estresores relacionados con las nuevas tecnologías: Las nuevas tecnologías afectan a los profesionales facilitando o entorpeciendo el desempeño de las tareas, y conllevan un cambio en las habilidades que el sujeto debe poner en práctica para desempeñar el trabajo.

Estructura organizacional: El Burnout se da en aquellas organizaciones excesivamente centralizadas o rígidas en las que prácticamente todo está previamente definido y las posibilidades de improvisar o de tomar decisiones están muy restringidas. También en estructuras descentralizadas donde la improvisación y el “verlas venir” se impone.

Estresores económicos: Cuando existe inseguridad económica (contrato inestable, ausencia del mismo, insuficiencia económica, previsiones negativas sobre el futuro del puesto de trabajo, etc.) aumenta la vulnerabilidad al Burnout.

Desafío en el trabajo: Se refiere a la circunstancia que a veces se da en los trabajadores, dentro del contexto laboral, de tener que estar continuamente demostrando su capacidad para desarrollar adecuadamente el desempeño laboral. A mas desafío mas Burnout, y por consiguiente mayor despersonalización y menor realización personal.

El clima organizativo: está integrado por variables como la participación en la toma de decisiones, la autonomía en el trabajo, el compromiso con el trabajo y las relaciones con los compañeros.

2- Sociales: Son variables no relacionadas con el contexto laboral y sí con otros ámbitos que pueden originar fricciones: familia, estilos de vida, etc.:

Comunicación: cuando los flujos comunicativos se deterioran en el ambiente social del individuo, la aparición del Burnout aumenta.

Actitudes de familiares y amigos: se refiere al sentido positivo o negativo de las actitudes que familiares y amigos tienen hacia la persona.

Problemas familiares: el hecho de que ocurran problemas familiares que distorsionen el funcionamiento normal de la dinámica del hogar, predispone a la persona a sufrir Burnout.

Recursos de afrontamientos familiares: cuando la familia facilita la puesta en marcha de recursos para afrontar las situaciones que pueden dar lugar a Burnout, la persona presenta menor vulnerabilidad a su padecimiento.

Cultura: el Burnout no afecta de la misma manera a individuos pertenecientes a una cultura u otra, debido a que ésta marca la forma de entender el desempeño laboral y las relaciones sociales (4).

3- Personales: Son variables propias del individuo y hacen referencia a aspectos de su personalidad, sentimientos, pensamientos, etc.:

La edad: aunque parece no influir en la aparición del síndrome se considera que puede existir un periodo de sensibilización debido a que habría unos años en los que el profesional sería especialmente vulnerable a éste, siendo éstos los primeros años de carrera profesional dado que sería el periodo en el que se produce la transición de las expectativas idealistas hacia la práctica cotidiana, aprendiéndose en este tiempo, que tanto las recompensas personales, profesionales y económicas, no son ni las prometidas, ni las esperadas.

Sexo: sería principalmente las mujeres el grupo más vulnerable, quizá en este caso de los sanitarios, por razones diferentes como podrían ser la doble carga de trabajo que conlleva la práctica profesional y la tarea familiar, así como la elección de determinadas especialidades profesionales que prolongarían el rol de mujer.


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