Caracterizacion de los pacientes con Enfermedad Cerebrovascular
Autor: Msc. Lic. Eloina Martín Valladares | Publicado:  27/12/2010 | Cuidados Intensivos y Cuidados Criticos , Neurologia | |
Caracterizacion de los pacientes con Enfermedad Cerebrovascular .4


Sin embargo, el otro 90% sobrevive y tiene la oportunidad de rehacer su vida, reintegrándose perfectamente a sus actividades laborales y sociales, mientras que si a alguien padece un accidente cerebrovascular (ACV) quedaría con una hemiplejía e incapacitado por el resto de su vida. (40,41)

Estos resultados están en concordancia con los análisis de la situación de salud de los médicos de los Consultorios Médicos Populares, pertenecientes a la Misión Médica Cubana “Barrio Adentro” los que al aplicar el método clínico, de la pesquisa activa, diagnosticaron que existía una alta prevalencia de pacientes con Enfermedades Cerebrovasculares e Hipertensión.

Con la inauguración del Centro Médico de Diagnóstico Integral “San Juan Bautista”, en el Municipio Crespo Poblado de Duaca, y las posibilidades diagnósticas y de seguimiento de las Enfermedades Crónicas No Trasmisibles, estadísticamente se demostró que el 70% de las urgencias médicas eran motivadas por causas cardiovasculares con repercusión neurológica, que responden al 85% de los motivos de ingreso del Servicio de Terapia Intensiva y el 50% de las defunciones reportadas en el período hasta el 2009.

Principal móvil para el basamento de dicha investigación científica, donde se tiene en cuenta su repercusión en la calidad de vida de la población afectada y el importante aporte a la Medicina Familiar y Comunitaria, en especial, con la evitación de los daños biológicos, psíquicos y sociales que genera en el paciente y sus familiares las discapacidades y las defunciones como resultado de una Enfermedad Cerebrovascular.


MARCO TEÓRICO

Las Enfermedades Cerebro Vasculares, se definen como el conjunto de signos y síntomas resultantes por la disminución parcial o total del flujo sanguíneo a cualquier segmento del Encéfalo, con su repercusión neurológica resultante en la fuerza muscular, el lenguaje, la motilidad, la coordinación y el control de las funciones vegetativas.

Los especialistas indican que las enfermedades cardiovasculares también conocidas como Accidentes cerebrovasculares (ACV), Trombosis cerebral, Ictus o Apoplejía, comprende un conjunto de trastornos en los cuales hay un área del cerebro afectada de forma transitoria o permanente, debido a que la circulación de la sangre en uno o más vasos sanguíneos cerebrales se ve perturbada por un proceso patológico; sea un trastorno circulatorio, alteraciones hepáticas o de la estructura de los vasos, es decir, dificultad para que el flujo sanguíneo circule a través de arterias, venas o capilares.

Factores como la obesidad, diabetes, trombosis, así como trasnocharse con frecuencia, la alta ingestión de bebidas alcohólicas y comidas rápidas aumentan las posibilidades de padecer hipertensión arterial, sin lugar a dudas, un enemigo silencioso, siendo la principal situación de riesgo ante los accidentes cerebrovasculares. (42)

Es de sobra conocido que la inflamación crónica se asocia a un aumento del riesgo de tener un evento vascular, como un Infarto de Miocardio o una trombosis cerebral. De hecho, la proteína C reactiva, una sustancia que se eleva con las inflamaciones, es un marcador de enfermedad vascular

El mecanismo de acción sería el siguiente: al desarrollar hipertensión hay más inflamación y ésta aumenta los niveles de isquemia (zona del cerebro a la que no llega la sangre). También podría ser al revés, que la inflamación causará hipertensión y que estas cifras tensionales fueran una consecuencia de la gravedad del infarto y no la causa.

Tradicionalmente se ha considerado que la hipertensión aguda en el ictus es un mecanismo de adaptación, transitorio y beneficioso, que se produce para asegurar que la sangre llega al cerebro y, de hecho, no se pone tratamiento específico. Sin embargo, podría no ser así y en muchos casos perjudicar el pronóstico del paciente al aumentar la inflamación y cambiar la regulación de los vasos cerebrales.

El Sistema Nervioso Central representado anatómicamente por el Cerebro, el Cerebelo, el Tallo Cerebral dividido en tres importantes porciones fisiológicas (Mesencéfalo, Puente Mesencefálico ó Protuberancia, Médula Oblongada) y su extensión segmentaria más caudal la Médula Espinal, mientras que el Sistema Nervioso Periférico integrado por las terminaciones nerviosas, nervios craneales, nervios espinales, plexos y ganglios. Por último el Sistema Nervioso Autónomo ó Vegetativo que mediante dos sistemas funcionales controlados y mediados por principios químicos facilitan el control visceral. (43)

Existen mecanismos de protección al Encéfalo ante los cambios fisiológicos, como la autorregulación cerebral que actúa ante variaciones de la Presión Arterial, que se modifica con presiones inferiores a 60 mmHg y superiores a 160 mmHg; la respuesta isquémica y el reflejo de Cushing que provoca vasoconstricción periférica para mejorar flujos cerebrales ante una isquemia o aumento de la presión intracraneal.

Así como la acción de las barreras protectoras como son:

• Barrera Hematoencefálica entre los capilares y el líquido intersticial cerebral.
• Barrera Encéfalo meníngea entre el Líquido Cefalorraquídeo y el espacio intersticial cerebral.
• Barrera Hematomeníngea entre la sangre y el Líquido Cefalorraquídeo.


Bases Fisiológicas de la Circulación y Metabolismo Cerebral:

El Cerebro constituye el 2% de la masa corporal total y consume el 20% de toda la sangre bombeada por el corazón y que sale por la arteria Aorta en 60 segundos. Todo ello responde a que sus células son altamente especializadas y gran actividad funcional, pero no poseen la reserva de ATP (Adenosintrifosfato) suficiente, lo cual requiere grandes cantidades de energía que tienen que producir constantemente al utilizar como precursores al oxigeno y la glucosa de la sangre, lo que exige un árbol vascular óptimo que garantice un flujo sanguíneo capaz de satisfacer las demandas y eliminar todos los desechos metabólicos dañinos para la integridad neuronal.

Todo esto puede ser modificado por la presión arterial y las presiones venosas encefálicas e intracraneales, la viscosidad de la sangre, el radio de los vasos cerebrales y la presión arterial media sistémica. (44)

Existen un grupo de sustancias que su presencia varían el flujo sanguíneo cerebral, al modificar el radio de los vasos cerebrales, incluso en regiones aisladas del encéfalo, destacándose por su antigüedad el Dióxido de Carbono, que causa una vasodilatación cerebral.

Un estudio realizado en el Centro Médico Erasmus de Rotterdam (Holanda) relaciona estas dos situaciones (tener un Accidente Isquémico Transitorio (AIT) y la intolerancia a la glucosa) con un alto riesgo de padecer una trombosis cerebral o un ataque cardiaco en los siguientes años.

El control intensivo de la glucemia en pacientes con Diabetes tipo 1 y tipo 2 parece reducir las posibilidades de trombosis cerebral y otros problemas arteriales", comenta la doctora Sara E. Vermeer, una de las autoras del estudio. "Es probable que el control estricto del azúcar también deba hacerse en sujetos en fases iniciales o previas de la enfermedad. (27,28)

El ictus, también conocido como hemorragia o infarto cerebral, es la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda, tras el ataque al corazón, entre los hombres. Su origen está en la falta de riego en el cerebro (isquemia) o en la rotura de una arteria (hemorragia) y se produce siempre de manera súbita, al interrumpirse la llegada de oxígeno al cerebro. (45)

Después de 15 años centrando las investigaciones en las hormonas femeninas, Hurn y su equipo han decidido darle un giro a la cuestión y analizar el otro lado, la hormona masculina por excelencia: la testosterona. Aunque aún no disponen de ningún resultado, la especialista en enfermedad cardiovascular y diferencias de género, considera que esta línea de investigación puede aportar nueva información para entender este fenómeno.

Aunque las hormonas y la diferente esperanza de vida en ambos géneros podrían explicar las diferencias observadas en el ictus entre hombres y mujeres, estos factores podrían no ser suficientes por sí solos. Habrá que ver, como reconocen las diversas asociaciones del corazón, si hay algo más allá del género, alguna diferencia genética o molecular que permita dar respuesta a esta cuestión. (13)

El flujo sanguíneo cerebral normal oscila entre 50 y 100 ml/cada 100g de masa encefálica/min, aunque esto es muy variable y suele afectarse de forma importante sin dar manifestaciones; pero si disminuye a menos de 20 ml/g/min, comienzan a desencadenarse cambios fisiológicos en las neuronas con alteraciones funcionales reversibles, si se restituye el flujo, pero si desciende por debajo de 10 ml/ 100g/min afecta el umbral de agotamiento energético, y en minutos provoca un daño estructural irreversible de las neuronas del área cerebral implicada.


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