Propuesta de intervencion educativa para reducir el riesgo reproductivo preconcepcional durante la edad fertil
Autor: MSc. Lic. Moraima Rangel Collado | Publicado:  30/01/2012 | Ginecologia y Obstetricia , Medicina Preventiva y Salud Publica , Articulos | |
Intervencion educativa para reducir riesgo reproductivo preconcepcional durante edad fertil .1

Propuesta de intervención educativa para reducir el riesgo reproductivo preconcepcional durante la edad fértil, Rodas.

MSc Lic. Moraima Rangel Collado. Lic. en Enfermería. Profesor instructor en la filial de tecnologías de la salud. Dirección Provincial de Salud Cienfuegos. Policlínico Pre Universitario Raúl Suárez Martínez. Municipio de Rodas.

Lic. Addys Armenteros Veiglia. Lic. en Enfermería. Profesor instructor en la filial de tecnologías de la salud. Dirección Provincial de Salud Cienfuegos. Policlínico Pre Universitario Raúl Suárez Martínez. Municipio de Rodas.

Lic. Modesto Cruz Placencia. Lic. en Enfermería. Profesor instructor en la filial de tecnologías de la salud. Dirección Provincial de Salud Cienfuegos. Policlínico Pre Universitario Raúl Suárez Martínez. Municipio de Rodas.

Dra. Ada Suarez Rodríguez. Especialista de 1er grado en Medicina General Integral. Dirección Provincial de Salud. Policlínico Pre Universitario Raúl Suárez Martínez. Municipio de Rodas.

Lic. Mercedes del Sol Cebey. Lic. en Enfermería. Profesor instructor en la filial de tecnologías de la salud. Dirección Provincial de Salud Cienfuegos. Policlínico Pre Universitario Raúl Suárez Martínez. Municipio de Rodas.

Introducción

La planificación familiar ha sido una preocupación de un gran número de países de todo el mundo desde hace varios años; como política de salud permite la decisión libre, consciente y voluntaria de la pareja para determinar cuántos y cuándo tener hijos que deseen mediante la utilización de los diferentes métodos anticonceptivos. Su finalidad es reducir la morbilidad y la mortalidad materno infantil, que la pareja disfrute plenamente la sexualidad y se logre una maternidad y paternidad responsable. (1)

Desde la antigüedad, el hombre trató de evitar los embarazos indeseados. La planificación significa una actuación consciente basada en el sentido de responsabilidad de la pareja. Se desarrolla sobre la base de disminuir el riesgo materno infantil y en apoyo al ejercicio de la igualdad de la mujer, posibilita tener al hijo cuando se desee, en el momento más favorable y oportuno para el niño, la madre y la familia. Permitir espaciar los nacimientos (al menos dos años) y evitar los embarazos antes de los veinte y después de los treinta y cinco años ayuda a conseguir que los niños nazcan más fuertes y sanos. (1)

El riesgo preconcepcional es la probabilidad que tiene una mujer no gestante de sufrir daño, ella o su producto, si se involucrara en el proceso reproductivo (1). Esta probabilidad está dada por factores condicionantes, bien sean enfermedades o circunstancias que interfieran durante el embarazo, parto o puerperio. Dicha probabilidad no es igual para todas las mujeres aunque sea lo mismo, es decir, que la magnitud del riesgo es individual y así se debe considerar. No existe una condición de riesgo que sea medible por igual en cada mujer o pareja. (2)

El objetivo fundamental de mantener controlado el riesgo reproductivo es disminuir el riesgo de enfermedad o muerte de la madre o el producto y como principal condicionamiento que haya existido un factor de riesgo, desde antes del embarazo, susceptible de modificarse, atenuarse o eliminarse, para esto debe ser aplicado un adecuado enfoque dirigido a la prevención del riesgo.

La utilización de la anticoncepción en estos casos no es el objetivo, sino el medio o método de aplazar la gestación por un período necesario para modificar, disminuir o atenuar el riesgo. (3)

Pocos programas de desarrollo han hecho una contribución tan importante para reducir la pobreza como la planificación familiar, cuyos beneficios llegan a todos los niveles: individual, familiar, comunitario, nacional y mundial. El acceso a este programa puede considerarse como un derecho humano y como medio de aumentar las opciones que las mujeres tienen durante sus vidas. (1)

Si todas las mujeres pudieran evitar el embarazo de alto riesgo, el número de muertes maternas podría reducirse en un 25%. La planificación familiar también resguarda la vida de muchos niños, ya que ayuda a espaciar los nacimientos. Cada año mueren entre 13 y 15 millones de niños menores de 5 años. Si se espera por lo menos dos años entre el nacimiento de un niño y otro, tres a cuatro millones de estas muertes podrían evitarse. (2)

Desde que en los años 60 se iniciaron los programas de planificación familiar, se ha contribuido a que mujeres de todo el mundo eviten 400 millones de embarazos no deseados. Como resultado se han salvado la vida de muchas mujeres de embarazos de alto riesgo y de abortos en circunstancias peligrosas. (1)

En Cuba, en la década de los 90 se implementa como estrategia del Sistema Nacional de Salud la extensión de la cobertura del Programa Nacional de Planificación Familiar, con acciones articuladas y efectivas que protegen los derechos reproductivos de las parejas, como son el de procrear en el mejor momento de sus vidas (biológico y social), el número de hijos deseados, lograr con éxito el nacimiento saludable del producto de la concepción así como disponer de la información suficiente y métodos modernos para controlar su fecundidad, entre otros, todo con la asesoría del médico y la enfermera de la familia y los servicios especializados de planificación familiar. (1,4)

Aunque se dispone más ampliamente que antes de estos servicios, más de 120 millones de mujeres en el mundo en desarrollo quieren espaciar o limitar los nacimientos, pero no tienen acceso a anticonceptivos y se espera que el número de parejas en edad de concebir aumente por lo menos en 20 millones cada año. (1,5)

Se considera, por estimaciones, que en Cuba existen entre el 15 y el 25% de mujeres entre 15 y 49 años de edad que tienen alguna condición social, biológica, afección o conductas que permiten clasificarlas como mujeres con riesgo preconcepcional, se refiere al riesgo real, modificable. Se plantea dispensarizar no más del 15% de la población femenina en edad fértil como riesgo preconcepcional real y realizar acciones médicas, psicológicas y sociales dirigidas a modificar, atenuar o compensar el riesgo existente para lograr un embarazo y recién nacido en las mejores condiciones posibles. (5,6)

Alrededor de 585.000 mujeres en el mundo mueren anualmente debido a causas relacionadas con el embarazo, más de una mujer por minuto cada día (7,8), o el producto de su concepción es afectado por no haber tenido previamente un control adecuado de afecciones concomitantes.

La salud materno-infantil es uno de los indicadores que se utilizan para medir el nivel de desarrollo de un país y tiene como objetivo conseguir el máximo estado de bienestar para la madre y el niño. Se deberán obtener recién nacidos sanos sin que la madre sufra complicaciones durante el embarazo, parto y puerperio y, además, que durante la vida infantil los niños tengan un desarrollo y crecimiento óptimo con un mínimo posible de enfermedades y defunciones. (9-11)

Se debe destacar que este indicador tiene variabilidad en dependencia del desarrollo de un país, por eso se puede ver que las dos terceras partes de las muertes en edad fértil se relaciona con complicaciones del embarazo. En África, 1 de cada 21 mujeres tiene riesgo de muerte materna, en Asia 1 de cada 54, en Norteamérica 1 de cada 6.366 y en Europa 1 de cada 9.850, además de tener variaciones dentro de un mismo país en dependencia de la zona donde se viva. (10,12)

Entre las funciones más importante del médico de la familia en Cuba está la de prevención y promoción de salud, especialmente en la salud reproductiva, como pilar importante en la prevención de la enfermedad y la muerte durante el proceso de reproducción, lo que materializa la planificación familiar y el estudio del riesgo reproductivo preconcepcional (RRPC). (1)

Estos profesionales están en posición privilegiada que permite, gracias a la dispensarización y al conocimiento que se tiene de la población, detectar o determinar el riesgo de toda la población femenina en edad reproductiva, por lo que se puede poner en práctica un grupo de medidas de educación sexual, de orientaciones para una mejor planificación familiar y brindar consejo genético o atención de problemas específicos. (1)

El bajo peso al nacer (BPN) es otro problema a no descuidar si se tiene en cuenta que la mortalidad en el recién nacido con BPN es mayor que en el recién nacido normo peso (13). La causa del BPN es multifactorial y se atribuye a factores maternos, fetales y ambientales. Dichos factores no son absolutos y varían de un lugar a otro e influyen de manera especial el nivel de desarrollo socioeconómico. (11,14)

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 17% de los nacidos en los países en vías de desarrollo son bajo peso. En Uganda y Bangla Desh, más de un 40% de los nacidos presenta esta situación con grandes diferencias respecto a los países desarrollados, como Suecia y Finlandia, que muestran índices de alrededor de 3,6. La incidencia del bajo peso al nacer (BPN) en Cuba permite que este país ocupe una posición que ilustra los esfuerzos que realiza este para la reducción sistemática del bajo peso. (11,15)

Un indicador importante dentro del Programa Materno Infantil lo constituye la tasa de mortalidad fetal; estas son las muertes de los fetos cuando ya les faltan pocas semanas y a veces muy pocos días para nacer. La muerte fetal tardía resulta un serio problema para los médicos que atienden los problemas de salud de la comunidad y para los obstetras, así como una gran tragedia para la paciente y sus familiares, es además un indicador incuestionable de calidad en la atención prenatal y del trabajo obstétrico. (2,7)

Sin embargo, es claro que no se ha logrado un índice de mortalidad fetal tardía aceptablemente bajo. Fetos que podían salvarse mueren aún por efecto de la hipertensión arterial materna, crecimiento intrauterino retardado, posmadurez o ambos. Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de identificar la causa de muerte fetal, solo al conocerla se podrá asesorar a la paciente sobre las posibilidades de recurrencia e intento de la prevención. (7,9)


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