Prevalencia de la hiperestesia dentinaria
Autor: Dr. Alexander González Mateo | Publicado:  14/09/2010 | Odontologia y Estomatologia , Cirugia Maxilofacial | |
Prevalencia de la hiperestesia dentinaria .1

Prevalencia de la hiperestesia dentinaria en La Naya. ASIC Santa Cruz del Este. 2009.

Dr. Alexander González Mateo. Especialista 1er Grado en Estomatología General Integral. Master en Salud Bucal Comunitaria. Master en Atención de Urgencias en Estomatología. Profesor instructor.

Dra. Alicia de los Ángeles Céspedes Ruiz. Master en Salud Bucal Comunitaria. Profesor instructor.

Dr. Franklin Lafargue Gainza. Especialista 1er Grado en Estomatología General Integral. Master en Atención de Urgencias en Estomatología. Profesor instructor

Resumen

Se realizó una investigación descriptiva y transversal para determinar la prevalencia de la hiperestesia dentinaria en adultos del sector La Naya, ASIC Santa Cruz del Este en el período comprendido desde octubre-diciembre del 2009. El universo del estudio estuvo constituido por 560 pacientes de ambos sexos comprendidos entre las edades de 15 a 58 años de edad que acudieron a consulta por cualquier afección. De estos, 90 presentaron la enfermedad los que constituyeron la muestra del estudio al aplicárseles los criterio de inclusión y exclusión. Se consideraron variables como edad, sexo, prevalencia, distribución, dientes afectados, caras afectadas, severidad, respuesta según estímulos y factores desencadenantes.

El examen bucal se realizó en condiciones óptimas en el punto estomatológico. La información fue procesada en el sistema Microsoft Excel a partir de los cuales se obtuvieron tablas estadísticas en las que se aplicaron medidas de resumen como índices y porcentajes. Se concluye con una alta prevalencia, fundamentalmente en premolares por Vestibular, predominando como factor desencadenante la recesión gingival. Se recomienda trabajar en la prevención de los factores de riesgo modificables y realizar estudios de prevalencia de la hiperestesia dentinaria en otras áreas.

Introducción

La hiperestesia dentinaria se define como una respuesta exagerada frente a los estímulos sensitivos, táctiles, térmicos, químicos u osmóticos que afectan a la dentina expuesta con túbulos abiertos y permeables. Se presenta como una sensación dolorosa de intensidad variable, desde leve a moderada, que puede llegar a convertirse en una molestia constante. Cualquier alteración del complejo dentino-pulpar, sino es tratada puede actuar como irritante y desencadenar un proceso inflamatorio pulpar. Es una afección común, por lo que un gran número de pacientes acuden a la consulta aquejados de ella. 1

La experiencia vinculada a motivos de dolor por hipersensibilidad dentinaria y los métodos para aliviarla o impedirla no son fenómenos recientes. Rajes, médico árabe de casi 875 años d.C. reconoció por primera ocasión, el dolor relacionado con la recesión gingival, que se producía casi siempre en personas mayores y escribió “puede ser un trastorno complicado en ciertas personas y simple en otras”, dando a entender que el dolor generado por estas recesiones podía llegar a ser agudo. 2

Tal vez la primera observación científica que pueda vincularse con una mejor comprensión fisiológica de la hipersensibilidad dentinaria fue la descrita por Leeuwen Hoek en 1678, quien afirmó que la dentina contenía túbulos transparentes muy delgados, los cuales en grupos de 600 no excedían el espesor de un cabello de la barba de un hombre. 2

A mediados del siglo XIX, Blandy empezó a hablar sobre lo que se convertiría en un futuro en la teoría hidrodinámica. El sugirió que la dentina consta de túbulos huecos, llenos con un líquido secretado por la pulpa, el cual al recibir una presión aplicada externamente, genera un movimiento de compresión sobre la pulpa nerviosa interna, sometiéndola a una especie de presión hidrostática, cuya magnitud es posible cuantificar.

Además, concluyó que cualquier disminución en el espesor del esmalte, que descubra alguna porción dentinaria, aumenta la sensación dolorosa provocada por esa presión externa. 2

Alfred Gysi en 1900, afirmó que los conductos dentales minúsculos carecen de sustancias nerviosas, pero que en el límite interno de la dentina alrededor de los odontoblastos hay una red abundante de fibras nerviosas más delgadas. Propuso que el movimiento de líquido en los conductos dentales minúsculos en cualquier dirección producía una sensación de dolor en los nervios entremezclados con los odontoblastos. Esto dio cabida a la teoría de la transducción odontoblástica. 2

A mediados del decenio de 1930, Charles Bodecher y Edgard Applebaum, concluyeron que en los dientes jóvenes, en los cuales la mineralización aún no es completa, lo líquidos fluyen con facilidad desde la pulpa. No obstante en dientes de más edad, la formación de dentina secundaria puede sellar los extremos internos de los túbulos dentinarios en la cámara pulpar, haciendo menos permeable esta zona al paso de líquidos en cualquier dirección. 2

En 1930, Louis I. Grossman fue de los primeros en definir la hipersensibilidad dentinaria como una reacción dolorosa o raramente sensible de la dentina expuesta ante una irritación. 2

La hipersensibilidad dentinaria ha sido descrita en el pasado como un enigma ya que es frecuentemente encontrada y aún poco entendida. Hay también una falta de consenso en la literatura con relación a la terminología utilizada para describir la condición.

El diagnóstico clínico se realiza a través del interrogatorio a pacientes y familiares, el dolor es referido. La hipersensibilidad dentinaria se manifiesta cuando hay un estímulo que actúa sobre la o las piezas dentarias, estos estímulos pueden ser físicos, químicos o mecánicos. Cualquier sustancia, ácida, dulce, fría o caliente desencadenará las molestias durante unos segundos e incluso hay casos que aspirando aire por la boca ya les produce una sensación dolorosa. 3

Si tocamos la pieza dentaria con cualquier instrumento, también provocaremos la sensación dolorosa, así por ejemplo los pacientes relatan provocarse la sensibilidad dolorosa con el propio cepillo de dientes o pasando la uña por la parte cervical del diente (cuello dentario). En la clínica buscamos las zonas con hipersensibilidad con una sonda exploradora y muchas veces causa dolor al paciente al tocar dichas zonas. 3

El inconveniente que más frecuentemente se plantea en el blanqueamiento de dientes vitales es la hiperestesia dentinaria, tanto en el tratamiento domiciliario como en el realizado en la consulta dental; de tal forma que, aunque en muy pocas ocasiones, puede llegar a ser motivo de suspensión del tratamiento blanqueador. 3

Otros defectos o condiciones de enfermedad, tales como dientes agrietados y caries dental pueden generar el dolor dental, por lo tanto las decisiones de tratamiento recaen en el diagnóstico diferencial para atribuir correctamente el dolor dental a la hipersensibilidad dentinaria. 4

La hipersensibilidad dentinaria es un problema de salud bucal en la población adulta, la cual aflige típicamente individuos en el rango de edad entre 20 y 49 años, especialmente de 30 a 39 años. 5

Numerosos estudios que han incluido evaluaciones clínicas por examinadores entrenados en estudios con pacientes, han reportado figuras de prevalencia en el rango del 15 al 20%. Sin embargo, se han reportado niveles altos hasta de 75% para individuos en la práctica general y hasta de 98% en pacientes con terapia periodontal.

La hipersensibilidad dentinaria es más comúnmente observada en las regiones vestibulares cervicales de los caninos y premolares, sitios que también son los más susceptibles a la recesión gingival. 5


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