No te olvides de consultarlo con tu cardiólogo. Que te haga todas las pruebas pertinentes para confirmar que tienes un corazón sano. Y si es así, efectivamente: hay que aprender a convivir con ellas, dejar de sentirlas como una amenaza para nuestra vida porque no pueden hacernos daño. Restándoles importancia, sus efectos son mucho más llevaderos e incluso, puede que se reduzcan en número.

Mucho ánimo y Feliz Año Nuevo !!