|   
			
			
			MEDICINA 
			INTENSIVA Y CUIDADOS CRITICOS: PLAN DE LA ESPECIALIDAD (1) 
			  
			
			
			1. DENOMINACION OFICIAL (R. DTO. 127/84) DE LA ESPECIALIDAD Y 
			REQUISITOS
 Medicina Intensiva.
 Duración: 5 años.
 Licenciatura previa: Medicina.
 
 
 2. INTRODUCCION: ORIGEN Y DESARROLLO DE LA ESPECIALIDAD
 
 Aunque existen algunos antecedentes históricos, el más notable de 
			los cuales está representado por Florence Nighthindale en la Guerra 
			de Crimea, la idea de concentrar a los enfermos críticos en un área 
			común aparece hace algo más de 30 años, como consecuencia de los 
			avances de la Medicina, que comienzan a hacer posible la 
			recuperación de buen número de situaciones críticas, hasta entonces 
			irreversibles. La idea se experimentó con éxito con motivo de los 
			numerosos casos de insuficiencia respiratoria observados en las 
			epidemias de poliomielitis que azotaron extensas zonas de Europa y 
			Norteamérica en los años 50-60 y en los heridos evacuados del campo 
			de batalla en las guerras de Vietnam y Corea. Rápidamente se 
			extendió a todo el ámbito de la patología grave en la mayoría de los 
			hospitales de todo el mundo. Inicialmente fueron especialistas de 
			procedencia diversa los que se ocuparon de la atención del paciente 
			en estas nuevas Unidades, fundamentalmente anestesiólogos, 
			internistas, cardiólogos y neumólogos. En los años siguientes, la 
			evidencia de que los pacientes críticos procedentes de diversos 
			orígenes tenían características fisiopatológicas y clínicas 
			homogéneas, y la necesidad de asimilar nuevas estrategias 
			terapéuticas y desarrollos tecnológicos, fueron justificando 
			paulatinamente la configuración de la Medicina Intensiva como una 
			nueva especialidad.
 
 En nuestro país, a la primera generación de intensivistas, que de 
			forma autodidacta aportaron los conocimientos de sus respectivas 
			especialidades de origen adaptándolas a las peculiaridades del 
			enfermo crítico, se unieron a partir de mediados de la década de los 
			70 los postgraduados formados en programas específicos de Medicina 
			Intensiva.
 
 
 3. DEFINICION DE LA ESPECIALIDAD
 
 Se define la Medicina Intensiva como aquella parte de la Medicina 
			que se ocupa de los pacientes con alteraciones fisiopatológicas que 
			hayan alcanzado un nivel de severidad tal que representen una 
			amenaza actual o potencial para su vida y al mismo tiempo, sean 
			susceptibles de recuperación.
 
 Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), de Medicina Intensiva (UMI) 
			o de Vigilancia Intensiva (UVI), son los lugares fundamentales en 
			donde se realiza la labor asistencial de la especialidad. Se trata 
			de Servicios Centrales de carácter polivalente, que funcionan en 
			íntima conexión con lo s de más servicios hospitalarios y del Area 
			de Salud y atienden tanto a pacientes médicos como quirúrgicos, con 
			el denominador común de su carácter crítico y potencialmente 
			recuperable. Para ello disponen de unas características de diseño 
			arquitectónico, equipamiento técnico y personal cualificado 
			peculiares. De igual modo, la atención propia de la Medicina 
			Intensiva se puede aplicar también en el ámbito extrahospitalario, 
			en cualquier lugar en que sean necesarias sus prestaciones, 
			especialmente con motivo del transporte del paciente en situación 
			crítica o en la atención sanitaria a las situaciones de catástrofe 
			de cualquier tipo.
 
 
 4. OBJETIVOS GENERALES DE LA FORMACION: CONTENIDO CIENTIFICO Y 
			TECNICO
 
 La práctica de la Medicina Intensiva requiere poseer un determinado 
			campo de conocimientos, dominar un conjunto de habilidades y 
			disponer de una serie de actitudes psíquicas y humanas.
 
 Aunque estos rasgos son comunes a la mayoría de las disciplinas 
			clínicas, la integración simultánea de todas puede proporcionar una 
			aproximación al perfil profesional del especialista en Medicina 
			Intensiva.
 
 
			
			A) BASES DEL CONOCIMIENTO CIENTIFICO
 
 1. Medicina Intensa
 Como punto de partida, la práctica de la Medicina Intensiva requiere 
			poseer una sólida base en Medicina Interna, ya que buena parte de su 
			actividad se corresponde con la de un "internista experto en 
			situaciones críticas". Esto justifica que todos los programas de 
			formación cuenten con un primer período dedicado a esta formación 
			general, antes de entrar en los contenidos específicos de la 
			Medicina Intensiva.
 
 2. Fisiopatología
 El campo de conocimiento médico de la especialidad tiene una clara 
			proyección fisiopatológica. El objetivo fundamental de la Medicina 
			Intensiva es el estudio de los mecanismos por los que todas las 
			enfermedades pueden conducir a una situación en que la vida esté 
			amenazada. Estos mecanismos, que son similares a todos los procesos 
			médicos o quirúrgicos, fueron denominados por Fynn "vías finales 
			comunes" (1974): fracaso de la respiración, la circulación o los 
			sistemas de mantenimiento del equilibrio del medio interno. Esto 
			condiciona que el campo de conocimiento de la Medicina Intensiva se 
			encuentre más próximo a la Fisiopatología, ya que junto a los 
			diagnósticos clínicos habituales, el intensivista ha de manejar un 
			diagnóstico funcional, del que va a depender el nivel de soporte 
			vital a que ha de ser sometido el enfermo.
 Este carácter fisiopatológico impregna incluso el lenguaje coloquial 
			que se acostumbra a oír en la UCI al hacer referencia a la situación 
			de un determinado paciente: "mal ventilado", "acidótico", "mejor 
			perfundido", "hipóxico", etc.
 
 3. Bioingeniería
 El intensivista necesita poseer ciertas nociones de Bioingeniería, 
			ya que ha de manejar dispositivos mecánicos y electrónicos que 
			forman una unidad con el paciente y a veces no es fácil separar lo 
			que es el fallo de uno de estos sistemas artificiales de soporte, de 
			lo que constituye una alteración primaria del enfermo. Ello exige 
			conocer los fundamentos físicos de los respiradores mecánicos, 
			aproximarse a la tecnología de los transductores y otros elementos 
			de monitorización electrónica, estar familiarizado con la tecnología 
			de los microprocesadores, conocer el manejo de los gases 
			industriales, etc.
 
 
			
			B) HABILIDADES DE TIPO PRACTICO
 
 
			
			El trabajo de intensivista requiere el dominio de determinadas 
			técnicas y habilidades que tradicionalmente proceden del campo de 
			otras especialidades, fundamentalmente la Cirugía o Anestesiología: 
			inserción de vías aéreas artificiales y manejo de respiradores, vías 
			venosas centrales y cateterismo cardíaco, procedimientos de 
			depuración extrarrenal, técnicas de resucitación cardio-pulmonar y 
			soporte circulatorio, drenaje de cavidades, etc. 
   |  |