Comportamiento del abdomen agudo en el Centro Diagnostico Integral Santa Cruz de Mara.2
Tal y como la apunta el profesor Rodríguez-Loechez Fernández (4-6), la descripción de esta afección se puede encontrar en escritos hipocráticos, y otros de la etapa final del feudalismo, o inicios del capitalismo, siendo ya menos rara su mención en el siglo XVIII, más aún existe una referencia que indica la operación exitosa para la madre y el niño de una cesárea, efectuado en 1610, pero realmente, un desarrollo sistemático para obtener un abordaje científico de estas afecciones no acontece sino cuando en las postrimerías del siglo XIX un cirujano del hospital Lankenau y que se desempeñaba como profesor de cirugía en Pensylvania, el Dr. John B. Deaver introduce en esa época el término Abdomen Agudo, que persiste hasta la actualidad, habiendo alcanzado una amplia divulgación en todo el mundo médico, utilizándose para calificar, “cualquier afección aguda de la cavidad abdominal que necesita tratamiento urgente, en ocasiones médico, pero la mayoría de las veces quirúrgico, en cuyo caso se denomina abdomen agudo quirúrgico”. Este autor así mismo subrayó la importancia de pensar en primer lugar en la apendicitis aguda al establecer que: “en los casos de abdomen agudo debe pensarse en el apéndice, antes, ahora y siempre.” (7-9).
Otro aporte singular se produjo a inicios del siglo XX, cuando se produce la divulgación en el año de 1921 de las ideas argumentos del Dr. Zachary Cope, devenidas en monografía clásica, que marcó una de las etapas del desarrollo de estos conocimientos, seguida posteriormente por la introducción de los antibióticos, y luego por los conocimientos de la fisiología y manejo metabólico del operado, que surgieron entre los cuarenta y los cincuenta del siglo anterior (7-9)
Se ha planteado, que dolor abdominal agudo es uno de los problemas más frecuentes en la práctica diaria de cirujanos, internistas, pediatras y ginecólogos, admitiéndose, que su nivel de presencia constituye la vigésima parte de las consultas de estos médicos, es decir una de cada veinte, constituyendo al mismo tiempo un problema complejo, ya que su solución involucra una gran variedad de posibilidades diagnósticas que incluyen a diversos órganos y sistemas (9, 13 -17), aclarándose por otros, que esta afección aparece en cerca del 10% de los casos urgentes atendidos en cuerpos de guardias (10, 11, 16).
El dolor abdominal agudo, ocupa entre el 15,5% y el 36% de las admisiones a los hospitales, considerando que en Inglaterra se informan 250,000 casos de apendicitis aguda por año (9)
En España B. Starfield y colaboradores plantearon la necesidad de acercar dichos servicios a la comunidad, pero con un elevado nivel científico, de manera que la calidad en sus diagnósticos, tratamientos, intervenciones, seguimiento y rehabilitación resultaran no solo adecuados, sino mejores, aseverando que esto se podía lograr, si se lograba acceder a los recursos materiales y humanos demandados en las solución de los problemas de salud prevalentes en este nivel, sin omitir la presencia de la tecnología clave, que guardando el equilibrio o distancia entre el nivel primario y secundario de atención médica, garantizaría su solución y propiciaría el logro de extensión y cobertura con éxitos en la solución, propiciando que todos los ciudadanos pudiesen acceder por igual a la salud que necesitan y merecen.(10)
En el 2004 fueron atendidos en los servicios de emergencia de Estados Unidos alrededor de 7 millones de pacientes por patologías de abdomen agudo, cifra altamente significativa por presentar cuadro de abdomen agudo, no diagnosticándose el 30 por ciento de los casos a pesar de contar con gran desarrollo tecnológico.(9 )
Según datos oficiales divulgados por el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba, en el país se producen anualmente más de 100 000 intervenciones urgentes mayores de todo tipo, de las cuales algo más de la cuarta parte ocurren en Ciudad de la Habana, debiéndose aclarar, que el volumen total de egresos hospitalarios en Cuba supera el millón de pacientes (1 145 000 egresos), de los cuales un 10,0% lo hace luego de haber sido objeto de una intervención quirúrgica mayor; de esta forma, casi un 2,0%, es decir cerca de 20 610 pacientes egresaron por apendicitis aguda durante el año 2004, mientras que cerca de 13 740 lo hicieron por haber presentado colecistitis y colelitiasis; 12 595 por hernia, habiéndole correspondido una cantidad algo menor al íleo paralítico y la obstrucción intestinal sin hernia, entidad que generó cerca de un 0,3% del total de egresados (3435 casos aproximadamente). (10)
En la República Bolivariana de Venezuela se reportaron en el año 2004 mas de 150 000 intervenciones quirúrgicas de urgencias, de las cuales más del 40% se reportan en Caracas. (11)
Las facilidades asistenciales mencionadas en cuanto accesibilidad, cobertura y calidad de los servicios ambulatorios, así como un adecuado registro de las acciones de salud y la evolución o desenlace de los casos atendidos por la Misión Barrio Adentro II permiten afirmar, que el abdomen agudo constituirá una de las alteraciones que ocupará lugar prioritario. (11,12)
A pesar de lo que técnicamente se ha avanzado en este sentido, aún es insuficiente el conocimiento sobre la mejor forma de actuar sobre este problema de salud, en el contexto actual que se está desarrollando en la atención comunitaria venezolana, fue por ello que decidimos evaluar los resultados alcanzado en pacientes afectados de abdomen agudo y que fueron atendidos en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) “Santa Cruz de Mara”.
Cuba ha sido al igual que Venezuela un ejemplo de que esto es posible, al haber revitalizado sus policlínicos y haber llevado la docencia universitaria desde el primer año a los mismos y el disponer de servicios de urgencias, imagenología, cirugía de mínimo acceso y otros de diagnóstico y rehabilitación en dicho nivel, en este sentido el estado venezolano posee en los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) una institución que comulga con estas ideas (2, 3, 11,12, 17, 18).
La justificación de este estudio se entrelaza con los esfuerzos desplegados por la Revolución Bolivariana, que aprovechándose de la experiencia cubana ha sabido con espíritu creativo brindar esta posibilidad de atención, sin descuidar los reclamos científicos que actualmente se debaten en la atención clínico quirúrgica, dirigidos a brindar servicios no solo de calidad, sino elevándolos a un nivel de excelencia, de manera que se limiten las complicaciones y secuelas que se puedan derivar de un diagnostico demorado, inapropiado, erróneo o de una intervención deficiente o ineficaz, o la no continuación del seguimiento de los casos intervenidos o de la no articulación al trabajo con otros técnicos o especialistas, que brindaran servicios y cuidados a los paciente. Todo ello es posible gracias a que los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) en Venezuela, cuentan con los recursos humanos y materiales imprescindibles para garantizar una atención médica de calidad, sobre todo humana y gratuita para el que la recibe en este nuevo modelo de atención, que se articula al primer nivel de asistencia y otros servicios del estado venezolano, así como permite acceder a formas de atención superior cuando el caso lo demanda. (2, 11, 18).
Conviene recordar, que la institución en la cual se brinda este tipo de atención (Centro de Diagnóstico Integral (CDI)), se aparta un tanto de las instalaciones hospitalarias, que han sido las responsabilizadas clásicamente para brindar este servicio, para este tipo de dolencia; la justificación está por otro lado muy entrelazada con la novedad que entraña esta propuesta.(3, 11, 19)
Este trabajo centra parte de su interés en brindar un panorama de lo que ha acontecido, pretendemos con ello contribuir a mejorar la atención que se brinda en estas instituciones, indicando las posibles correcciones que deberán efectuarse en el diseño institucional implementado e igualmente poder determinar la efectividad diagnóstica y terapéutica alcanzada a este nivel y que justifica la existencia del servicio brindado.
La forma en que se brinda el servicio diagnóstico y quirúrgico para pacientes con dolor abdominal agudo en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) “Santa Cruz de Mara” Zulia, permite alcanzar resultados favorables y contribuye a elevar el nivel de salud de dicha comunidad.