Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. Tercera Parte.17
En los casos en los que no está disponible la historia clínica detallada, es importante recordar que la pérdida del conocimiento pudo haber precedido al traumatismo encefalocraneal (TEC) y quizás fue la que lo causó.
Por lo tanto, antes de clasificarlo, siempre debe plantearse el diagnóstico diferencial con otras causas que puedan haber provocado inicialmente el desmayo o pérdida del conocimiento y después el traumatismo encefalocraneal (TEC), tales como una hemorragia subaracnoidea (HSA) por rotura de un aneurisma, un evento cerebrovascular isquémico o por una hipoglicemia.
El traumatismo encefalocraneal (TEC) también suele clasificarse teniendo en cuenta las lesiones cerebrales provocadas por el traumatismo y sus dos causas bien diferenciadas.
Daño por el impacto (traumatismo primario), contusión cortical, laceraciones, fragmentación ósea, daño axonal difuso, contusión del tronco encefálico.
Lesiones secundarias, que se producen después del impacto inicial y comprenden a los hematomas intracraneales, el edema, la hipoxemia, la isquemia (sobre todo, a causa de un aumento de la presión intracraneal (PIC) o por un estado de shock o ambos).
La hipotensión que ocasiona el shock rara vez puede atribuirse al traumatismo encefalocraneal (TEC), excepto:
- En estados terminales del traumatismo encefalocraneal (TEC) grave, cuando se verifica disfunción del bulbo raquídeo y colapso cardiovascular.
- En los niños, en quienes una cantidad importante de sangre puede extravasarse hacia el espacio intracraneal o subgaleal y ser suficiente para provocar un estado de shock.
- Cuando la hemorragia profusa del cuero cabelludo pueda provocar hipovolemia.
En general para lograr una clasificación lo más completa posible hemos utilizado diferentes criterios clínicos, anatomopatológicos, terapéuticos y quirúrgicos.
Teniendo en cuenta que la clasificación definitiva de un traumatismo encefalocraneano está determinada por la lesión producida en cada uno de los componentes de la porción cefálica del organismo, el cuero cabelludo, el cráneo y su contenido, el encéfalo, sus cubiertas o por la combinación de dos más de estas lesiones exponemos lo siguiente:
Clasificación del traumatismo encefalocraneal (TEC) según la lesión producida en cada uno de los componentes de la cabeza.
1.- Lesiones producidas por efectos sobre las partes blandas de la cabeza.
Contusiones epicraneales
Heridas epicraneales
Pérdida de tejido epicraneal y excoriaciones.
Laceraciones de cuero cabelludo
Hematoma subgalial
Hematoma subperióstico
Sin lesiones de partes blandas
2.- Efectos sobre las partes óseas
Fracturas lineales sobre la bóveda craneal
Fracturas deprimidas
Fracturas de la base del cráneo, piso anterior, medio o de fosa posterior
Fracturas de la bóveda con irradiación a la base del cráneo
Fracturas por diástasis de suturas craneales
Fracturas con compromiso de los senos o celdas.
Fracturas en ping-pong en niños menores de un año
Fracturas craneales que afectan a regiones orbitonasales y aureopetrosas.
Fracturas masivas del cráneo o estallamiento de cráneo
3.- Efectos sobre las meninges.
Lesiones no penetrantes, con duramadre intacta
Lesiones penetrantes y/o perforantes, con ruptura de la duramadre, con o sin lesiones cerebrales, con o sin disfunciones neurológicas.
4.- Efectos sobre los espacios entre las meninges.
Hematoma epidural
Hematoma subdural agudo y subagudo.
Higroma subdural
Hematoma subdural crónico
Hemorragia subaracnoidea
Hidrocéfalo externo
5.- Efectos sobre el encéfalo.
Conmoción cerebral
Contusión cerebral
Laceración cerebral
Edema cerebral
Tumefacción cerebral
Hemorragia del parénquima cerebral o hematoma intracerebral
Hemorragia o hematoma intraventricular
Neumoencéfalo postraumático.
Sin lesión encefálica.
6.- Efectos sobre los nervios craneales.
Con disfunción de los nervios craneales I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, y pares craneales bajos IX, X, XI Y XII, en dependencia del nervio o los nervios que estén lesionados, de forma unilateral o bilateral.
Sin disfunción de los nervios craneales.
7.- Heridas y lesiones traumáticas encefalocraneanas por proyectiles de armas de fuego.
En función a la etiología pueden ser: por balas, por metrallas y por proyectiles diversos.