Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. Tercera Parte
Autor: Dr. Alberto Ochoa Govin | Publicado:  10/09/2009 | Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. , Neurologia , Neurocirugia | |
Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. Tercera Parte.20

El aumento de volumen del encéfalo por edema esta invariablemente ligado a una elevación de la presión intracraneal (PIC), esta depende de factores relacionados con el contenido intracraneal.

El cráneo y el conducto vertebral intactos, en conjunto con la duramadre relativamente inelástica, forman un contenedor rígido, y el aumento de volumen en cualquiera de sus contenidos, es decir encéfalo, sangre o líquido cefalorraquídeo (LCR), elevará la presión intracraneal (PIC): Más aún, si aumenta el volumen de uno de estos tres elementos, lo hará a expensas de los otros dos. Esto se conoce como la hipótesis de Monro y Kellie. De los 3 componentes intracraneales, tejido encefálico, sangre y líquido cefalorraquídeo (LCR), el primero es el que se puede comprimir menos.

 

El incremento relativamente pequeño del volumen del encéfalo no eleva de inmediato la presión intracraneal (PIC), porque el aumento de volumen se puede acomodar durante cierto tiempo gracias al desplazamiento del líquido cefalorraquídeo (LCR) desde la cavidad craneal hacia el conducto raquídeo y, en menor extensión, por el estiramiento limitado de la duramadre y la plasticidad del encéfalo y los cambios tisulares que descomprimen a los compartimientos individuales de la cavidad craneal. Los incrementos ulteriores del volumen encefálico reducen el volumen de la sangre intracraneal, en particular en las venas y los senos durales. (20, 33,81)

 

4.) Lesiones óseas.

 

Los defectos óseos craneanos, como consecuencia de un traumatismo encefalocraneal (TEC) o cirugía craneoencefálica, constituyen una secuela frecuente. Su importancia estriba en el deterioro neurológico y el daño estético que producen en el paciente. Las principales causas son congénitas y traumáticas. Las primeras no se abordaran en este tema.

 

Los defectos por trauma pueden ser de dos tipos los que aparecen como consecuencia del traumatismo mismo y los que resultan de la corrección quirúrgica y sus complicaciones. Dentro de las lesiones craneales que ocasionan defectos óseos se encuentran las fracturas deprimidas y diastásicas, los defectos óseos traumáticos y la anomalía ósea más frecuente, producida por otras causas, la osteomielitis craneal.

 

Las fracturas deprimidas se incluyen dentro del grupo de los defectos óseos producidos directamente por el traumatismo craneoencefálico (TEC). Lo más frecuente es un desplazamiento interno de los fragmentos, que no alcanza más de 4 o 5 mm y, al no causar compresión del encéfalo muchos prefieren no realizar reparación quirúrgica y otros independientemente de la situación prefieren realizar siempre la esquirlectomía.

 

Las fracturas diastásicas y la osteomielitis craneal se abordaran en las complicaciones tardías.

 

Los defectos óseos traumáticos pueden ocurrir por fracturas conminutas complejas o por daños que, por las características o la urgencia del procedimiento, no se pueden corregir en el acto quirúrgico inicial. El tratamiento es quirúrgico por razones neurológicas, por un daño del cerebro, como resultado de la competencia entre el efecto de la presión atmosférica y el de las ondas de pulso y respiración; para la prevención de posibles traumas directos sobre el encéfalo expuesto, y por motivos estéticos.

Por otra parte, los defectos óseos por cirugías de tumores deben, idealmente, corregirse en el mismo acto quirúrgico y si no es posible se hará tan pronto como sea viable.

 

Fracturas de cráneo.

 

Fractura lineal cerrada

 

La evaluación clínica y no la presencia de una fractura lineal determinan el diagnóstico y el manejo de un paciente.

 

La mayoría de los pacientes con una fractura lineal no tienen una lesión intracraneana y muchos pacientes con lesión cerebral no tienen fracturas.

 

Fractura Deprimida Cerrada

 

Sólo son quirúrgicas cuando producen por si solas signos de irritación cortical, focalización neurológica o se quiere corregir un defecto cosmético.

 

Fractura Lineal Abierta

 

Una fractura se considera abierta cuando existe herida de la piel sobre la fractura.

 

El manejo se realiza en la sala de urgencias.

 

  • Lavado de la herida con solución salina.
  • Retiro de cuerpos extraños.
  • Sutura de cuero cabelludo.

 

Fractura Deprimida Abierta

 

El manejo es por el especialista. En urgencias el manejo inicial consiste en:

 

  • Lavado meticuloso de la herida irrigando con solución salina
  • Retiro de fragmentos óseos que se encuentren sueltos y de todo material extraño como pelos, tierra, etc.
  • Los fragmentos óseos que se encuentren dentro del tejido cerebral no se deben retirar para evitar un posible sangrado.
  • Sutura de cuero cabelludo, con puntos separados. Iniciar antibióticos sólo si hay una infección establecida, si la herida lleva más de 48 horas o si la contaminación es muy notoria.

 

Fracturas de Base de Cráneo y Fístula de líquido cefalorraquídeo (LCR).

 

Las fracturas de la base del cráneo se sospechan clínicamente por la presencia de equimosis palpebral bilateral que aparezca 6 horas luego del trauma (signo de ojos de mapache) o por la presencia de equimosis mastoidea (signo de Batle).

 

La fístula de líquido cefalorraquídeo (LCR) se presenta entre un 5 y 11% de los pacientes con fractura de la base de cráneo.

 

Pueden ser nasales u ópticas. Las fracturas de la fosa anterior se manifiestan por anosmia, equimosis periorbitaria y por la salida de LCR por fosas nasales. El estudio que mejor muestra el trayecto de la fístula es la escanografía (tomografía axial computerizada (TAC)) con inyección de medio de contraste intratecal, y con cortes coronales.

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