Comportamiento de factores de riesgo cardiovascular en ancianos
Autor: Dra. Virginia Concepción González | Publicado:  26/11/2009 | Geriatria y Gerontologia , Cardiologia | |
Comportamiento de factores de riesgo cardiovascular en ancianos .3

Está comprobado que las desigualdades en el nivel de educación, de ingresos, de papeles sociales y de expectativas durante las diferentes etapas de la vida, condicionan la calidad del envejecimiento. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de morbimortalidad en los países industrializados, dando lugar a más del 45% de todos los fallecimientos ocurridos después de los 65 años. Son, además, la segunda causa de deterioro funcional y de pérdida de independencia (29). También son siempre superiores las tasas de mortalidad cardiovascular en los grupos de mayor edad. En 1992 la tasa global de mortalidad por enfermedad cardiovascular en personas mayores de 65 años fue de 21, 2 (por 1.000 habitantes), de 0, 6 para enfermedad hipertensiva, de 5, 2 cardiopatía isquémica y de 7 para enfermedad cerebrovascular (30).

 

En el mundo occidental, España ocupa un lugar relativamente bajo por la mortalidad global por enfermedad cardiovascular y de los más bajos para mortalidad específica por cardiopatía isquémica. Sin embargo, ocupa un puesto intermedio para accidentes cerebrovasculares (29). Hasta ahora, la mayor parte de la investigación cardiovascular se ha centrado en la población adulta de mediana edad, siendo escasos los estudios realizados en población anciana.

 

Los países del Caribe y algunos pueblos indígenas de las Américas, están asistiendo a una severa epidemia de diabetes en el comienzo de su transición epidemiológica, más que a una epidemia de enfermedad coronaria como ocurrió en los Estados Unidos y en Europa (31). Otros países, como la India, están enfrentándose al mismo tiempo a altas y persistentes tasas de enfermedades infecciosas, desnutrición y a la emergencia de una epidemia de las enfermedades cardiovasculares (32-33).

 

Se sabe que el riesgo relativo asociado a la mayoría de los factores de riesgo cardiovascular disminuye con la edad, pero su riesgo absoluto aumenta (34). Aunque en la población joven y de mediana edad se han identificado los principales factores de riesgo cardiovascular, la prevalencia e importancia de éstos son menos conocidos en los ancianos. La población anciana tiene un perfil de riesgo cardiovascular diferente de la de los sujetos más jóvenes. Algunos de los factores considerados "mayores" (hipertensión arterial - HTA, hiperlipemia, hiperglucemia, obesidad, tabaquismo, alcohol, vida sedentaria), no tienen un claro papel predictivo de mortalidad cardiovascular en el anciano, sobre todo en edades extremas, mientras que los llamados "menores" (condicionantes socioeconómicos, familiares, culturales, religiosos, geográficos, sexuales, laborales, etc.), pueden tener un fuerte valor pronóstico (35).

 

El mejor conocimiento de los factores de riesgo cardiovasculares reviste gran importancia en la medida que actúan como potenciadores de la principal causa de muerte en los países desarrollados. Además muchos de ellos son modificables o evitables lo que puede traducirse como una menor tasa de mortalidad asociada a eventos cardiovasculares.

 

En Cuba la enfermedades del corazón constituyen la primera causa de fallecimientos desde hace más de cuatro décadas, por ese motivo mueren entre 12 000 a 20 000 personas al año, el 85% de las cuales corresponde a la población mayor de 65 años; La tasa de mortalidad por cardiopatía isquémica en Cuba entre 1986 y 1997 mostró una doble tendencia: desde 1986 hasta 1990 se observó un ascenso ligero, y después de este año, se inició un descenso que, comparado con el pico más alto en 1990, alcanzó el 25% (36), con posterioridad se han realizado estudios de mortalidad por infarto agudo del miocardio, los cuales han demostrado que la misma se mantiene elevada, en el año 2003 la incidencia de infarto agudo del miocardio en Cuba fue de 1.7 por mil habitantes mayores de 15 años, con 8 720 fallecidos y una letalidad de 65. 2%. En la provincia de villa clara por ejemplo la tasa por enfermedades cardiovasculares es de 215. 26 por 100 000 habitantes. La tasa de infarto agudo del miocardio en Villa Clara es de 109. 33 por 100 000 habitantes (37). La tasa estandarizada de cardiopatía isquémica es de 135. 2 por 100 000 habitantes.

 

 En la provincia de Pinar del Río la tasa de mortalidad en el año 2003 fue de 201 por 100000 habitantes.

 

En Venezuela, la tasa de mortalidad se ha mantenido en ascenso desde el año 1959; hace algo más de tres décadas las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte general, sumando en 1993 el 29. 6% de la mortalidad por todas las causas conjuntamente con los Accidentes Cerebrovasculares; en el año 1994, de un total de 98 941 muertes, el 26. 2% fueron causadas por enfermedades del corazón; y en la actualidad, una de cada tres muertes en Venezuela tiene relación con el aparato cardiovascular (38). Las enfermedades del sistema cardiovascular ocuparon el primer lugar entre las causas de muerte en 1999 (21%); más de la mitad ocurrieron por Infarto Agudo del Miocardio. Las enfermedades hipertensivas explicaron 1 de cada 10 defunciones. La tendencia para las enfermedades isquémicas ha sido ascendente. La mortalidad por grandes grupos de causas fue de 162, 3 por 100. 000 habitantes para las enfermedades del sistema circulatorio El grupo de mayor riesgo es el de 40 a 60 años de edad (38).

 

Según un reporte del Colegio de Médicos del Distrito Metropolitano de Caracas, desde el año 2005, se han atendido a más de 6000 pacientes con Infarto Agudo del Miocardio, entidad esta, que engloba una elevada mortalidad de no recibir una atención médica especializada, que implica un elevado costo en recursos humanos y materiales, los cuales no se encontraban al alcance de la mayor parte de la población, excluida de los servicios de salud (38).

 

Los estudios realizados acerca de este padecimiento en Venezuela no reflejan el verdadero comportamiento del mismo, ya que no engloban la totalidad de la población con sus diferentes variaciones sociales, étnicas, culturales, económicas, entre otras, las cuales influyen en el comportamiento clínico y epidemiológico de estas enfermedades; además la literatura sobre factores de riesgo cardiovascular en el estado Trujillo y el municipio Valera es limitada; lo que motivo a la autora a plantearse como problema científico conocer el comportamiento de los factores de riesgo cardiovascular en ancianos del Consultorio Popular La Ciénaga, considerando que la investigación será útil, si se tiene presente que cualquier proyecto de intervención en salud, debe partir del conocimiento previo que se tenga de los mismos.

 

Marco Teórico

 

En la primera mitad del pasado siglo las principales epidemias eran brotes de enfermedades infecciosas. Con el descubrimiento de los antibióticos (39) y la aplicación de medidas de salud pública para controlar la diseminación de esas enfermedades (40). La mortalidad debida a las infecciones disminuyó y se produjo un aumento de la esperanza de vida. Como consecuencia de estos cambios, un grupo de enfermedades no infecciosas pasó a ser la causa principal de mortalidad: las enfermedades cardiovasculares.

 

La epidemiología cardiovascular empezó en los años treinta como consecuencia de los cambios observados en las causas de mortalidad. En 1932, Wilhelm Raab describió la relación existente entre la dieta y la enfermedad coronaria (EC) en distintas zonas (41).

 

En 1948, el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos inició el Framingham Heart Study, con la finalidad de estudiar la epidemiología y los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular (42). Ese mismo año, se amplió el National Institute of Health, que pasó a englobar diversos institutos, cada uno de ellos dedicado al estudio de determinadas enfermedades. El Framingham Heart Study pasó a depender del National Heart Institute, fundado en 1949, que ahora se denomina National Heart, Lung, and Blood Institute y aún lo dirige. Desde 1970, el Framingham Heart Study ha tenido también una estrecha relación con la Boston University. Se eligió la ciudad de Framingham, situada 32 Km. al oeste de Boston, Massachussets, porque en ella se había realizado con éxito un estudio de base poblacional sobre la tuberculosis en 1918, y por su proximidad a los principales centros médicos de Boston; la presencia de varias empresas grandes y el apoyo prestado por la comunidad médica y la sociedad civil que estaban bien informadas y se mostraban muy colaboradoras.


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