Diseño de un programa de Musicoterapia por parte de los estudiantes de Enfermeria de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” dirigido a niños en edad escolar con deficit de atencion e hiperactividad
Autor: Naibelys López | Publicado:  13/02/2012 | Otras Especialidades , Enfermeria , Psiquiatria , Pediatria y Neonatologia , Neurologia , Articulos | |
Programa de Musicoterapia deficit de atencion e hiperactividad edad escolar.7

El diagnóstico del trastorno hipercinético requiere la presencia de niveles anormales de desatención y sobreactividad, presentes en múltiples contextos; entre ellos, la observación clínica, acompañada, en la mayoría de los casos, de anormalidades cognitivas y neurológicas (Profirio, Fernández y Borges, 1998; Fonseca, 1998; Faraone, Biederman y Friedman, 2000).

Como rasgos asociados al trastorno, se citan conductas de tipo impulsivo, como desinhibición en la relación social, falta de conciencia de situaciones peligrosas y respuesta antes de que se haya acabado la pregunta. Los trastornos hipercinéticos incluyen el trastorno de la actividad y de la atención, el trastorno hipercinético disocial y otros trastornos hipercinéticos. No se especifica el trastorno por déficit de atención, ya que según la OMS (1992): “Implica un conocimiento de procesos psicológicos del que se carece y que llevaría a incluir a niños con preocupaciones ansiosas, apáticos y soñadores, cuyos problemas son probablemente de distinta naturaleza” (OMS, 1992; p. 321).

El diagnóstico de síndrome hiperquinético utilizado en la CIE-10 corresponde al trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) tipo combinado propuesto por el Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM)-IV.

Criterios diagnósticos propuestos por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA): Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM)

Calderón C. (2003) manifiesta que la primera clasificación psiquiátrica oficial norteamericana se creó por encargo del gobierno en 1840 e incluía, bajo los términos de idiocia y “locura”, todas las alteraciones mentales. Tras diversas modificaciones y ampliaciones y con el fin de crear un sistema alternativo a la sexta edición de la CIE, el comité precursor de la actual APA desarrolló el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM)-I (1952).

Esta primera clasificación se organizó en torno al concepto de reacción de Adolf Meyer, quien concebía los trastornos mentales como reacciones a los problemas vitales y a las dificultades del individuo. Quedaba igualmente patente la influencia de la obra de Freud; así, aparecían términos, como neurosis, mecanismos de defensa, etc. Los trastornos mentales eran concebidos como expresiones simbólicas de reacciones psicológicas o psicosociales latentes. Esta edición no reconoció la existencia de la hiperactividad.

Además, Calderón C. (2003) también expone que:

“En la cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) (APA) (1995) y en el actual Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM)-IV-TR (2001) se mantiene la denominación de trastorno por déficit de atención con hiperactividad y se incluye dentro del apartado de trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador. Dentro del trastorno se incluyen las siguientes agrupaciones de síntomas: (A1) síntomas de desatención y (A2) síntomas de hiperactividad-impulsividad.

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) puede manifestarse de tres formas: con predominio del déficit de atención, con predominio hiperactivo-impulsivo o tipo combinado (este último solo si cumple con los criterios de ambos subtipos). Esta distinción ha sido ampliamente avalada por numerosas investigaciones (Morgan et al, 1996; Cantwell, 1996; Seidman, Biederman, Farone, Weber y Oullete, 1997a; Wolraich, Hannah, Baugaertel y Feurer, 1998; Zental, Hall y Lee, 1998).

En general, el sistema Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) de la APA ha conseguido una aceptación superior al sistema de CIE de la OMS, tanto en el diagnóstico clínico como en la investigación y en la docencia universitaria. En esta investigación nos hemos basado en los criterios diagnósticos de la cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) (1995), conclusión a la que llega Calderón C. (2003).

Síntomas de hiperactividad y déficit de atención

Para realizar un diagnóstico deben observarse los síntomas del niño, para ello, existen unas tablas de acuerdo al Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM): una primera tabla con los síntomas con falta de atención y otra con los síntomas para hiperactividad, además de cumplir con los siguientes criterios: cumplir TODOS los criterios esenciales, cumplir 6 o más de los 9 síntomas del DSM-IV (1995) y DSM-IV-TR (2002) para la falta de atención y cumplir con 6 o más de los 9 síntomas del DSM-IV (1995) y DSM-IV-TR (2002) para la hiperactividad-impulsividad.

Criterios esenciales

• Duración: los criterios sintomatológicos deben haber persistido al menos los últimos 6 meses.
• Edad de comienzo: algunos síntomas deben haber estado presentes antes de los 6 años.
• Ubicuidad: algún grado de disfunción debida a los síntomas deben haber estado presentes en dos situaciones o más (escuela, trabajo, casa, etc.).
• Disfunción: los síntomas deben ser causa de una disfunción significativa (social, académica, familiar, etc.). Un niño puede cumplir los 18 criterios del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), pero si no le afectan su vida diaria, no es un niño hiperactivo.
• Discrepancia: los síntomas son excesivos al compararlos con otros niños de la misma edad y CI.
• Exclusión: los síntomas no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.

Tabla síntomas del DSM-IV (1995) y DSM-IV-TR (2002) para la falta de atención

Síntomas del DSM-III (1980) para la falta de atención

• A menudo no puede acabar las cosas que empieza.
• A menudo no parece escuchar.
• Se distrae con facilidad.
• Tiene dificultades para concentrarse en el trabajo escolar o en tareas que exigen una atención sostenida.
• Tiene dificultades para concentrarse en un juego.

Síntomas del DSM-III-R (1991) para la falta de atención

• A menudo se distrae fácilmente por estímulos ajenos a la situación.
• A menudo tiene dificultades para seguir las instrucciones de los demás (no debido a negativismo o error de comprensión) como por ejemplo no finalizar las tareas que se le encomiendan.
• A menudo tiene dificultad para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
• A menudo no escucha lo que se le dice.
• A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades escolares (como por ejemplo, juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas).

Síntomas del DSM-IV (1995) y DSM-IV-TR (2002) para la falta de atención

• A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades.
• A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas.
• A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
• A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos u obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad para comprender instrucciones).
• A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
• A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos).
• A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (como por ejemplo, juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas).
• A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
• A menudo es descuidado en las actividades diarias

Fuente: Calderón C. (2003). Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: programa de tratamiento cognitivo-conductual.

Tabla. Síntomas del DSM-IV (1995) y DSM-IV-TR (2002) para la hiperactividad-impulsividad

Síntomas del DSM-III (1980) para la hiperactividad

• Corre de un lado a otro en exceso o se sube a los muebles.
• Le cuesta mucho quedarse quieto en un sitio o se mueve excesivamente.
• Le cuesta estar sentado.
• Se mueve mucho durante el sueño.
• Está siempre “en marcha” o actúa “como si lo moviese un motor”.

Síntomas del DSM-III-R (1991) para la hiperactividad

• Inquietud frecuente que se aprecia por movimientos de manos o pies o por moverse en el asiento (en los adolescentes puede estar limitado a sensaciones subjetivas de impaciencia e inquietud).
• Dificultad para permanecer sentado cuando la situación lo requiere.
• Dificultad para jugar con tranquilidad.
• A menudo habla excesivamente, verborrea.
• A menudo interrumpe o se implica en actividades de otros niños, como por ejemplo, interrumpir el juego que han comenzado.


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