Es verdad que el entorno social para un niño o un varón tiene sus dificultades y su impacto anímico. La institución de la circuncisión (le llamo institución por el significado histórico, cultural, religioso, y más recientemente por cuestiones quirúrgicas, etc.) tiene muchos siglos de practicarse y de ser una referencia sobre el individuo.
Yo no soy circunciso. Ahora investigo sobre la conveniencia de por fin practicarme la circuncisión. En mi entorno crecí con otros niños que la mayoría estaban circuncidados y era mal visto (en la niñez siempre hay competencia). Voy al club, al sauna, y predominan los circuncidados. En hora buena para quienes por cualquier razón (aunque sea terapéutica o quirúrgica) se han sometido a la operación.
Mauricio. Lima, 30 años.