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REUMATOLOGÍA: PLAN DE LA ESPECIALIDAD (5) REUMATOLOGÍA Por otra parte, aquellos residentes más motivados y con especial interés hacia el desarrollo de una actividad investigadora, deberán poder compatibilizar su actividad clínica con el inicio de un proyecto de investigación, elegido según sus preferencias, aptitudes y de acuerdo con las posibilidades del centro. Puesto que en la disciplinas clínicas el doctorado es un complemento de la fon-nación del residente destinado a perfeccionar su formación y capacitarle en el método científico, este último año de especialización constituye una época apropiada para la realización si fuera factible de los cursos Y seminarios de] doctorado e iniciación de] Proyecto de tesis doctoral. Durante todo el período formativo realizarán guardias de Urgencias y/o guardias de planta dentro del departamento de Medicina Interna. 7. OBJETIVOS ESPECÍFICOS DE CARÁCTER CLÍNICO ASISTENCIAL Los objetivos Normativos específicos difieren para las dos etapas de la formación especializada: Formación genérica y formación específica. 7.A) FORMACIÓN GENÉRICA La Reumatología es una disciplina de la Medicina Interna y, por lo tanto, el futuro especialista en Reumatología debe tener un amplio cuerpo de conocimientos de Medicina Interna y de especialidades médicas. Por ello, este periodo de formación genérica debe estar orientado hacia la adquisición, mediante un autoaprendizaje supervisado, de la capacidad de resolver los Problemas prácticos más habituales en Medicina. En su aspecto clínico-asistencial, la formación de los residentes depende esencialmente de una serie de experiencias clínicas a las que están expuestos durante su período formativo. Puesto que las lecciones más importantes las proporcionan los propios pacientes, es fundamental seleccionar en la medida de lo razonable el tipo de pacientes que deberán atender durante este período. Por ello es necesario prestar especial atención al valor educativo de los diferentes procesos patológicos, atendiendo tanto a criterios científicos (especial importancia fisiopatológica o implicaciones pronósticas o terapéuticas) como sociales (mayor prevalencia, posibilidades de profilaxis primaria o secundaria, costes directos e indirectos, etc.,). Es deseable conseguir un balance adecuado, de tal forma que la experiencia clínica no esté desequilibrada con una exposición excesiva a procesos exóticos ni a procesos banales. La actividad durante este período debe estar centrada fundamentalmente en los pacientes ingresados en el hospital. La historia clínica y la exploración física son las herramientas de trabajo fundamentales en cualquier especialidad médica y, por tanto, en Reumatología. Su adecuada aplicación posibilita una medicina eficaz, económica y humana. Es Preciso determinar un número orientativo de historias clínicas y exploraciones físicas a realizar. Debe adquirir experiencia en presentar y discutir casos clínicos, hacer revisiones sobre aspectos concretos de la práctica clínica, búsquedas bibliográficas y valoración crítica de la literatura médica, así como familiarizarse con la utilización de los medios audiovisuales. Con ello se pretende que adquiera hábitos estables de trabajo, de crítica científica y capacidad de autoformación. El objetivo final de este período genérico es que el residente adquiera una formación sólida en Medicina Interna que le permita posteriormente realizar una asistencia integral a sus pacientes. Al finalizar su período de formación genérica, el residente debe ser capaz de realizar con el nivel 1 las siguientes técnicas diagnósticos y/o terapéuticas:
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Punciones arteriales y venosas. 7.B) FORMACIÓN ESPECIFICA Esta etapa está encaminada a conseguir los siguientes objetivos: 1) Adquirir formación suficiente en la patología más grave de la especialidad, concretamente en procesos tales como conectivopatías, artritis agudas, procesos infecciosos del aparato locomotor, exacerbaciones de artropatías crónicas, manifestaciones extraarticulares de los procesos reumáticos, etc. Esta formación debe adquiriese con suficiente responsabilidad asistencias del residente, por lo que el paciente debe estar bajo su cuidado directo, aunque su actuación debe ser supervisada por especialistas. Con objeto de contrastar criterios diagnósticos y terapéuticos e incrementar la experiencia personal de los residentes en los problemas clínicos más graves y menos frecuentes, todo el personal de plantilla y los residentes de las unidades docentes deberán realizar periódicamente visita a todos los pacientes hospitalizados. Cada residente deberá acreditar al finalizar su período de formación un mínimo de 150 enfermos hospitalizados atendidos personalmente. 2) Adquirir una formación suficiente en la patología ambulatorio de la especialidad, la adquirirá en consultas externas, con una responsabilización gradual y supervisada en la atención a los enfermos. El objetivo es que al final de su período formativo sea capaz de estudiar y resolver personalmente de forma eficaz la inmensa mayoría de los problemas diagnósticos y terapéuticos propios de la especialidad, al tiempo que adquiere una experiencia personal sobre la evolución a largo plazo de estos procesos.
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