Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Octava parte
Autor: Dr. Alberto Ochoa Govin | Publicado:  9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas. | |
Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Octava parte.3

Un recurso que se recomienda para el hipnotizador de poca experiencia es grabar su propia voz en la práctica del ejercicio para poder rectificar los errores cometidos.

 

La utilización de grabaciones de sugestión verbal para hipnotizar no es muy recomendable, pues cada sujeto difiere de los otros en cuanto a grado de sugestionabilidad y muchos necesitan reforzamientos y modificaciones en determinado momento.

 

MÉTODO DE INDUCCIÓN HIPNÓTICA CON ESTÍMULOS TÉRMICOS.

 

Este método es utilizado muy poco y en realidad no tiene ningún valor práctico. Partiendo de la posición de acostado, consiste en aplicar estímulos térmicos en forma rítmica; por ejemplo: se le da movimiento pendular a una fuente térmica (lámpara) colocada arriba del sujeto y se le pasa por todo el cuerpo sin tocarlo, con vistas a que el mismo reciba la influencia del calor que la lámpara emite.

 

MÉTODO DE INDUCCIÓN HIPNÓTICA CON ESTÍMULOS VESTIBULARES.

 

Este método se relaciona con la prueba de susceptibilidad de oscilación lateral. El objetivo es provocar vértigo artificialmente haciendo girar al sujeto y aplicarle posteriormente sugestiones verbales. En la práctica el método tampoco resulta muy eficaz y generalmente se utiliza como medio para medir sugestionabilidad.

 

MÉTODOS DE INDUCCIÓN HIPNÓTICA CON LOS ESTÍMULOS VISUALES.

 

El Método de Levy-Suhl (1908): contraste cromático. El fenómeno del contraste cromático tiene una base puramente fisiológica y sus resultados dependen en mucho menor grado de la susceptibilidad individual.

 

Para la aplicación del método de contraste cromático, descrito por Levy-Suhl, en 1908, se utiliza una cartulina de 14 cm x 23 cm, de color gris claro uniforme, en cuyo centro se enganchan dos tiras de papel sin arrugas, una amarillo claro y la otra tira de color azul. Otra variante es pintar los colores en la cartulina.

 

Es importante destacar que los colores no pueden ser brillantes ni satinados y que entre ambas tiras debe existir un espacio libre de unos cinco milímetros de ancho. Además, las tiras deben tener una dimensión de 3,2 cm x 8 cm.

Se recomienda recortar de forma redondeada las esquinas de las tarjetas, ya que algunas personas encuentran molesto el ángulo acabado en punta.

 

Al sujeto se le pone en la manó el cartoncito de los colores de tal modo que la luz (natural o artificial, que no sea muy intensa ni excesivamente débil) incida directamente sobre la cartulina.

 

Se le indica que fije la vista en el espacio que está entre las dos tiras de colores. Al poco rato de fijar la mirada se crea un fenómeno perceptual, pues aparece un halo amarillo en el margen gris que queda a la derecha de la tira azul y un halo azulado a la izquierda de la tira amarilla.

 

El fenómeno perceptual antes mencionado aparece en toda persona normal, y lo mismo ocurre en los colores dicromáticos rojo-verde, así como en todos los tricromáticos anómalos.

 

Si el sujeto tarda en ver el fenómeno del contraste, se le sugiere que entre cierre los ojos y que continúe mirando a través de las pestañas.

 

La aplicación de este método requiere un mínimo de experiencia y una observación constante por parte del hipnotizador, que le permitan conocer los cambios que se están produciendo en el sujeto.

 

El fenómeno fisiológico provocado termina por convertirse en sugestivo, independientemente de que cuando se le da al sujeto el cartón con los colores se le explica todo lo que va a ir sucediendo, pero sobre esta misma explicación, cuando se vea en el sujeto la extrañeza de lo que ocurre, se le indica la sugestión verbal de fatiga y pesadez de los párpados.

 

Existe una teoría que afirma que toda percepción luminosa y cromática tiene una base bioquímica. Esto ocurre en las sensaciones antagónicas de blanco-negro, amarillo-azul, rojo-verde. Esta teoría fisiológica fue elaborada por Hering en 1878.

 

Stokvis se basa en la teoría de Hering para explicar los contrastes cromáticos. Gothlin dio en 1941 una nueva interpretación de la teoría y se fundamentó en los procesos de inhibición y excitación neuronal; esta nueva versión fue confirmada por Svaetichin en 1956 mediante la técnica de los microelectrodos.

 

En el año 1959, Land plantea que aparte del papel de la retina en la percepción del color, es necesario tomar en cuenta los factores centrales y psíquicos, sobre todo estos últimos.

 

Posteriormente, investigadores como Wald, Scheibe y Seifert han demostrado experimentalmente que la única sustancia que interviene en la percepción del color es un cromóforo cis del retineno.

 

El Método de las imágenes sensoriales. Este método se debe a Milton V. Klíne, quien utiliza la imaginación como recurso para provocar el sueño hipnótico.

 

Se le indica al sujeto que, con los ojos abiertos, imagine en forma sucesiva una casa, un árbol, una persona y un animal (son imágenes parecidas a las utilizadas en la prueba proyectiva casa-árbol-persona, o HTP, de Buck). Luego se le sugiere al sujeto que cierre los ojos y que piense en su propia imagen, en la misma posición en que él se encuentra en ese momento; es decir, que si está sentado piense en su imagen en esta posición, y si está acostado, igual.

 

Cuando el sujeto exprese que ha formado la imagen de su propia persona, se le sugiere que piense que sus ojos están cerrados y que la imagen creada comienza a profundizar en el sueño y que se va esfumando.

 

Este método se puede utilizar con niños y da muy buen resultado. Se le pide al niño que cierre los ojos y se imagine que está viendo un programa de televisión. Al mismo tiempo que se le sugiere la máxima atención en lo que imagina, en lo que está contemplando en su imaginación, se intercalan sugestiones de sueño, levitación de un brazo, entre otros, de acuerdo con la profundidad de la inducción hipnótica que ha alcanzado el niño.

 

MÉTODOS DE INDUCCIÓN HIPNÓTICA BASADOS EN LA SUGESTIÓN VERBAL.

 

En el mismo momento en que se tomó en consideración el uso de la sugestión verbal para provocar la hipnosis se logró el gran salto cualitativo que necesitaba el estudio de los métodos y fenómenos hipnóticos, pues es indudable que la utilización de la palabra actúa directamente sobre la subcorteza.

 

Si observamos los diversos métodos aplicados por diferentes investigadores, comprobamos que todos emplean la sugestión verbal para provocar la inducción hipnótica.

 

MÉTODO DE INDUCCIÓN HIPNÓTICA DE LIÉBEAULT (1866).

 

El método de liébeault señala que lo primero que hay que establecer con el sujeto es una relación interpersonal de ayuda; es decir, un rapport que permita llegar a conocer sus padecimientos.

 

Una vez que se conocen los principales problemas del paciente, se comienza a trabajar con el mismo en posición de sentado; se le apoya una mano sobre la frente y sin mirarlo se le dice: Va a dormir, Inmediatamente se procede a cerrarle los ojos y se le asegura que está dormido.

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