Estrategia didactica para el establecimiento de las relaciones interdisciplinarias en la formacion integral del tecnologo de la Salud
Autor: Lic. Felipe Sáez Calderín | Publicado:  13/08/2012 | Formacion en Ciencias de la Salud , Articulos | |
Estrategia didactica relaciones interdisciplinarias en formacion integral tecnologo de la Salud .1

Estrategia didáctica para el establecimiento de las relaciones interdisciplinarias en la formación integral del tecnólogo de la Salud.

Universidad de Ciencias Médicas. ¨Dr. Carlos J Finlay¨
Camagüey. Facultad de Tecnología de la Salud. ¨Dr. Octavio de la Concepción de la Pedraja¨

Prof. Asistente. Lic. Felipe Sáez Calderín.
Prof. Asistente. MSc. Jesús Ángel Rosales Almenares.

RESUMEN ANALÍTICO

La investigación parte de reconocer los adelantos operados en la Universidad de Ciencias Médicas e identifica algunas insuficiencias que surgen en el plano didáctico relacionadas con las relaciones interdisciplinarias, al introducirse los planes de estudio D que conforman las ocho nuevas carreras introducidas en el curso 2010-2011. A partir de la aplicación de métodos como, el análisis y síntesis, el sistémico-estructural, la observación, el pre-experimento, entre otros, se determinan las causas que originan el problema, y se toman como base los fundamentos teóricos acerca de las relaciones interdisciplinarias.

Se elabora una estrategia didáctica para el tratamiento de las relaciones interdisciplinarias para la formación integral del tecnólogo de la salud, desde la carrera de Higiene y Epidemiología, en la facultad de Tecnología de la Salud. El pre-experimento se aplicó a los educandos del primer año de la carrera de Higiene y Epidemiología, en el curso escolar 2010-2011, el cual permitió la realización de valoraciones acerca de los resultados obtenidos, los que se comentan y amplía gráficamente como resultado del empleo de métodos estadísticos.

INTRODUCCIÓN

Las transformaciones llevadas a cabo en la salud pública cubana, por su profundidad y enfoque renovador, han constituido un hecho sin precedentes como resultado del desarrollo social, de la ciencia y la técnica, que ha permitido dar solución a diversos problemas surgidos de la práctica social. Es resultado de estas transformaciones, la carrera de Tecnología de Salud (1985), como un componente nuevo subordinado a la Educación Médica Superior en Cuba.

Este avance de las transformaciones continúa, y conllevó al perfeccionamiento de los planes de estudios, y así sumarse a la Revolución Educacional que se realizaba en esta etapa histórica de la educación cubana: de perfeccionar su modelo educacional; pero no es hasta el año 2002, al calor de la Batalla de Ideas en Cuba, que se amplía la carrera de Tecnología de la Salud, ésta en Ciudad de La Habana, con seis perfiles de salida y una matrícula de mil ciento ochenta y nueve educandos, la misma se extiende a todo el país en el curso 2003-2004, ahora con dieciséis perfiles de salida y seis mil doscientos quince educandos; y como se constata en lo cuantitativo, deviene un cambio evidente en lo cualitativo, aspecto que ha caracterizado la carrera de Tecnología de la Salud.

Es entonces que se crea, en el curso 2010, un nuevo modelo sustentado en ocho carreras, y a la vez, se continúa con cinco de los perfiles anteriores como plan de liquidación. Este nuevo modelo, plan D, está dirigido a la formación de un profesional de perfil amplio, preparado para desempeñarse en el campo de los procesos tecnológicos en salud, factor éste que lo hace diferente a los modelos que le precedieron, a su vez exige un mayor nivel de esencialidad y racionalidad, dirigidos a la consolidación de una mayor integración de las clases, el trabajo científico y las prácticas laborales.

Este modelo demanda también la existencia de una disciplina principal integradora, por lo que se asume la Morfofisiología como representante de las Ciencias Básicas Biomédicas, la cual es el resultado de la integración de sus ciencias afines, resultado éste que se aprecia también en la concepción del plan de estudio D; o sea, se logra integrar en algunas disciplinas y asignaturas, pero no se llega a establecer las relaciones interdisciplinarias, de importancia para asumir los retos de este nuevo modelo, donde el egresado pueda cumplir con sus cuatro funciones básicas: asistencial, docente, investigativa y administrativa o gerencial.

Es en este momento coyuntural de las transformaciones de las Ciencias de la Salud que surge la carrera de Licenciatura en Higiene y Epidemiología, como una de las ochos nuevas carreras, la cual constituye sustento para esta investigación, ya que es una de las carreras que, dentro de las demás, tiene mejor estructurado su plan de estudio, pero aún no se satisfacen las relaciones interdisciplinarias.

A partir de estos referentes, se hace emergente ir al rescate de las relaciones interdisciplinarias, no como algo nuevo, pero sí necesario, como ha sido expresado por pedagogos que ofrecieron aportes interesantes y con vigencia en la actualidad, al coincidir en integrar el saber: Platón, filósofo de la antigüedad, (427-347 a. n. e); la Escuela de Alejandría; Bacon, F., pensador renacentista (1561-1626); Amos Comenio, J., (1592-1670); en Cuba pensadores como. Varela Morales, F., (1766-1853); de la Luz y Caballero, J. (1800-1862); Martí Pérez, J. (1853-1895) y Varona, E. J (1849-1933); entre otros, los cuales constituyen objeto de análisis en el de cursar de esta investigación.

En la actualidad, este desarrollo científico y técnico requiere que se intensifiquen los procesos de interacción de las distintas disciplinas científicas, lo que obedece a las condiciones actuales del desarrollo del conocimiento acerca del mundo, así como el papel creciente de las ciencias en el desarrollo social; en consecuencia, la interrelación entre las ciencias está condicionada, ante todo, por la unidad material del mundo, la concatenación universal de los fenómenos y el proceso de interacción de sus leyes.

Tales supuestos permiten afirmar que cada vez el conocimiento del mundo sea más cohesionado, más integrador en sus partes, y se analice en un sistema de modo tal que dicho conocimiento sea reflejado fielmente por el hombre; resulta interesante lo expresado por Martí, Pérez J. (1975: 164), al referirse a la ciencia como: ‘‘[...] un conjunto de conocimientos humanos aplicables a un orden de objetos, íntima y particularmente relacionados entre sí”.

El referente patentiza la posición asumida, al reconocer que los conocimientos de las distintas disciplinas están interrelacionados en sistemas que necesariamente deben coordinarse de modo que permitan formar en el educando un sistema generalizado de conocimientos integrados en su concepción del mundo; de allí que la universidad juegue un rol fundamental al tener en cuenta las relaciones interdisciplinarias como fundamento para la comprensión científica del mundo, sus relaciones y sus nexos.

Esta temática también ha sido abordada por diversos autores de diferentes latitudes, entre los que se destacan Rajmaniva, N.N. (1973); Zverev, I.D. (1981); Rumianzeva, D.J. (1989); Sanjeunio, A. (1991); Mañalich, Suárez R. (1997); Cartay, R. (1998); Perera, Cumerna F. (1998); Valcárcel, Izquierdo N. (1998); Núñez, Jover J. (1999); Fernández, de Alaiza B. (2000); Caballero, Camejo G. A. (2001), García, Ruiz J. (2001).

Fiallo, Rodríguez J. (2001: 12), de forma convincente, afirmó la importancia de no dividir el conocimiento en partes, al expresar: “no es posible seguir pensando con una concepción disciplinaria, cada día más el hombre que vive en el siglo XXI requerirá que se enseñe a aprender, a ser críticos, reflexivos, dialécticos, a tener un pensamiento de hombres de ciencias, y ello es posible lograrlo, traspasando las fronteras de las disciplinas” […]. A pesar de lo expresado, el autor es del criterio que la especialización siempre es necesaria en el plano personal y profesional, pero ha de completarse con otros conocimientos de los demás campos del saber.

Todos estos autores han hecho aportes; sin embargo, no hay antecedentes en la literatura revisada de que se haya abordado las relaciones interdisciplinarias en la facultad de Tecnología de la Salud, aunque sí se ha abordado en la concepción de sus planes de estudio la integración, por lo que constituye una necesidad abordar las relaciones interdisciplinaria por los desafíos que impone el nuevo plan de estudio introducido, (Plan D), a la Universidad de Ciencias Médicas, por su encargo social de transformar y desarrollar consecuentemente la personalidad del educando en función de las exigencias y principios de la sociedad actual, basados en la ética del profesional de la salud.

La propia experiencia del autor como docente y como jefe del departamento metodológico provincial de la Facultad de Tecnología de la Salud, ha permitido corroborar:

• Insuficiencias en el trabajo interdisciplinario, por lo que se decidió tomar como sustento las disciplinas de Morfofisiología y Agentes Biológicos, por la incidencia que tienen ambas en la formación integral del egresado, y contextualizarla en la carrera de Higiene y Epidemiología, por las posibilidades que ofrece.
• En relación con las disciplinas involucradas se manifiesta en la concepción de los planes de estudios: una tendencia a la fragmentación de la disciplina, Morfofisiología, e insuficiente el tiempo disponible en sus horas clases; de Agentes Biológicos, una tendencia a la disminución de la disciplina en el nuevo plan de estudio. (Plan D).
• Se constata limitada sistematización teórico-metodológica de las relaciones interdisciplinarias entre las disciplinas de Morfofisiología y Agentes Biológicos, a partir de procedimientos metodológicos que les permitan a los docentes hacer efectiva dichas relaciones, y que cada educando aporte sus conocimientos, y que los mismos se conviertan en motivación para buscar, indagar y profundizar en la mutualidad de las citadas disciplinas.


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