Pacientes con Daño Cerebral Traumatico Ligero y Sindrome Postconmocional en la Atencion Primaria de Salud
Autor: MSc. Dr. Carlos Enrique Hernández Borroto | Publicado:  14/12/2009 | Neurologia , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Neurocirugia | |
Pacientes con Daño Cerebral Traumatico Ligero y Sindrome Postconmocional en Atencion Primaria .12

En 1923 Crowe introduce el término “whiplash” para referirse al mecanismo de producción de lesiones cervicales como consecuencia de fuerzas bruscas de aceleración/desaceleración (184) y a los síntomas secundarios al estiramiento cervical que presenta un paciente, tras la hiperextensión e hiperflexión del cuello, producida generalmente cuando su vehículo sufre una colisión frontal o trasera.

 

La importancia de este síndrome viene determinada por los tres aspectos siguientes: 1. Los estudios experimentales clásicos realizados por Ommaya y colaboradores, quienes demostraron que la aceleración/desaceleración brusca sin impacto directo sobre el cerebro produce contusiones en la superficie cerebral y la médula cervical; 2. La frecuente coexistencia de Daño Cerebral Traumático Ligero (DCTL), Síndrome Postconmocional (SPC) y “latigazo cervical”, y 3. El amplio solapamiento de ambos síndromes (181).

 

En un estudio comparativo entre este síndrome y el síndrome postconmocional se comprobó el alto grado de solapamiento clínico entre ambos. Los autores documentaron que los pacientes con lesiones cervicales presentan con más frecuencia fobia a la conducción y depresión; por el contrario, los afectados de lesiones cerebrales padecían más frecuentemente mareos (185).

 

A los seis meses del evento traumático 66 pacientes (98,51%) tenían buena recuperación según la Escala Evolutiva de Glasgow (EEG) (Ver Gráfico 10).

 

GRÁFICO 10. Distribución de los pacientes con Daño Cerebral Traumático Ligero (DCTL) y Síndrome Postconmocional (SPC) según su evolución a los 6 meses del evento traumático a través de la Escala Evolutiva de Glasgow. Parroquia Santa Rosalía. Caracas. Enero 2007 a enero de 2009.

 

lesion_cerebral_traumatica/distribucion_segun_evolucion

 

Fuente: Tabla 14 (Ver Anexo 7)

 

Sólo 1 paciente (1,49%) se clasificó como moderadamente discapacitado al presentar déficits sensitivos de una extremidad como consecuencia de un síndrome de latigazo cervical grado 3 (Ver Gráfico 10).

 

La mayoría de los pacientes se recupera totalmente después de un Daño Cerebral Traumático Ligero (DCTL), aunque entre el 7 y 33% pueden tener síntomas persistentes (28,36,180).

 

Después de 6 meses la mayoría de los pacientes valoraron con ponderaciones entre 0 y 2 (“sin cambios”, “sin cambios, pero con más dificultad” y “con cambios ligeros”) todos los ítems relacionados con su integración social a través del Cuestionario Rivermead ad hoc. Un pequeño grupo de pacientes ponderaron con 3 (“con cambios moderados”) algunos ítems: 3 pacientes el ítem “considera que el trabajo es más agotador”, 2 pacientes “habilidad para participar en actividades sociales anteriores” y 1 paciente “habilidad para disfrutar actividades recreativas anteriores” (Ver Tabla 4).

 

TABLA 4. Distribución de los pacientes con Daño Cerebral Traumático Ligero (DCTL) y Síndrome Postconmocional (SPC), a los seis meses del evento traumático, según Cuestionario “Rivermead” para el seguimiento a los pacientes con Daño Cerebral Traumático (DCT). Parroquia Santa Rosalía. Caracas. Enero 2007 a enero de 2009.

 

lesion_cerebral_traumatica/distribucion_segun_cuestionario

 

Respecto a la incorporación al trabajo, una revisión llevada a cabo por Binder sobre 17 estudios con 2.600 personas de ocho países occidentales, señala que entre el 66 y el 86% de los pacientes con síndrome postconmocional se reincorporaron al trabajo en el primer año, aunque el autor reconoce las limitaciones de estos datos, pues en algunos de los estudios incluidos no se eliminaron aquellos individuos que presentaban además otras limitaciones como, por ejemplo, secuelas motoras (186).

 

CONCLUSIONES

 

·         La mayoría de los pacientes correspondieron al sexo masculino en todos los grupos de edades y más de la tercera parte de los pacientes tenían edades comprendidas entre los 21 y 39 años.

 

·         La ocupación de casi la mitad de la población estudiada era trabajadora y las dos terceras partes acudió a los servicios médicos entre 25 y 48 después de ocurrido el evento traumático.

 

·         La mayor parte de los eventos traumáticos ocurrieron entre los días viernes, sábado y domingo, con mayor incidencia el día sábado. Los traumatismos se comportaron con picos de incidencia a lo largo del año que coincidió con los meses donde hay periodos vacacionales: febrero (carnaval), abril (semana santa), desde junio a septiembre (vacaciones escolares), diciembre (navidad y fin de año)

 

·         El principal mecanismo fisiopatológico fue el de aceleración/desaceleración en casi la mitad de los pacientes, y la circunstancia mayormente asociada fue los accidentes de tránsito en más de la mitad de los casos.

 

·         Casi la totalidad de los pacientes obtuvo valores en la Escala de Coma de Glasgow de 15 puntos en la primera consulta, y a la totalidad se le realizó radiografía de cráneo. A los tres meses de seguimiento, más de la tercera parte de había realizado Tomografía Axial Computarizada de cráneo.

 

·         En la evaluación inicial de los pacientes, según el CRSPC-3, los síntomas más frecuentes fueron la cefalea, seguida de los mareos y por último las nauseas y/o vómitos, y la mayoría de los pacientes los valoró como “un problema moderado” o “grave”. Según el CRSPC-13, fue “se siente olvidadizo o con poca memoria” el más valorado, aunque todos los síntomas de este grupo obtuvieron ponderaciones entre 0 y 2.

 

·         En la evaluación a los tres meses, según el CRSPC-3, fue la cefalea el síntoma más valorado, aunque con ponderaciones entre 0 y 2 junto con los otros dos síntomas. No hubo variación entre los síntomas del grupo CRSPC-13.

 

·         Las lesiones asociadas más frecuentes fueron el síndrome del latigazo cervical en casi una quinta parte de los pacientes, seguido de las heridas epicraneales.

 

·         A los seis meses del evento traumático, casi la totalidad de los pacientes tenían una buena recuperación según la Escala Evolutiva de Glasgow, y valoraron con puntuaciones entre 0 y 2 o sea “sin cambios”, “sin cambios, pero con más dificultad” y “con cambios ligeros” todos los ítems del Cuestionario Rivermead para el seguimiento de estos pacientes en su integración social.

 

RECOMENDACIONES

 

·         Investigar la correspondencia del diagnóstico de los pacientes con Síndrome Postconmocional utilizando los criterios del CIE-10 y los del DSM-IV.

·         Realizar estudios de seguimiento de pacientes con Daño Cerebral Traumático Ligero y Síndrome Postconmocional en periodos de tiempo mayores.


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