Modificacion de conocimientos sobre hipertension arterial en pacientes hipertensos de la Facultad Independiente Hermanos Marañon
Autor: Dr. Yuri Álvarez Magdariaga | Publicado:  10/06/2011 | Cardiologia , Articulos | |
Modificacion de conocimientos sobre hipertension arterial en pacientes hipertensos .11

4. Infartos lacunares. Son pequeñas lesiones (inferiores a 4 mm de diámetro) localizadas en los ganglios basales, la protuberancia y la rama posterior de la cápsula interna; su presencia es rara en la corteza cerebral y la médula. Están causados por oclusiones trombóticas de arterias de pequeño tamaño y habitualmente se asocian a hipertensión. La sintomatología clínica es la de una isquemia vascular cerebral, que puede ser transitoria, pero en ocasiones el estado lacunar se encuentra en hipertensos con parálisis seudobulbar y demencia.

5. Otras lesiones. También se forman aneurismas en vasos extracerebrales en los que se comprueba la ausencia de desarrollo de la media. Constituyen el origen de la hemorragia subaracnoidea y se hallan con una frecuencia elevada en la poliquistosis renal, la coartación aórtica y la hipertensión. La trombosis cerebral ocurre como consecuencia de las placas de ateroma de los vasos cerebrales. Del mismo modo, la embolización cerebral se debe a trombos murales de una placa de ateroma o a émbolos de colesterol de una placa ulcerada originados en vasos extracraneales.

La incidencia de aneurismas de la aorta abdominal aumenta probablemente como consecuencia del incremento en la longevidad de la población. Está en relación con una presión sistólica muy elevada (mayor de 195 mm Hg.) y con la ateromatosis en otros territorios. El 80% de los pacientes con disección aórtica son hipertensos. Acostumbra a ser de la aorta descendente (distal o tipo B). No es infrecuente que pacientes hipertensos presenten claudicación intermitente, sobre todo cuando coexisten otros factores predisponentes de arteriosclerosis, o lesiones estenosantes en las carótidas.

Pronóstico:

Entre los factores que modifican el curso de la hipertensión destaca el nivel de ésta. A medida que las cifras de presión son más elevadas se observa un aumento de la mortalidad. El pronóstico de la hipertensión es tanto peor cuantos más factores de riesgo asociados existan.

Cuanto más joven sea el paciente en el momento de detectarse la hipertensión, mayor será la reducción de la esperanza de vida, si no se instaura tratamiento. Los individuos de raza negra en ambientes urbanos tienen no sólo una mayor prevalencia de hipertensión que los de raza blanca, sino también una mortalidad 4 veces superior.

A todas las edades y en ambas razas, las mujeres tienen una mayor y mejor esperanza de vida que los varones. La arteriosclerosis se acelera en presencia de hipertensión. Hay una serie de factores de riesgo independientes asociados al desarrollo de arteriosclerosis, entre los que destacan las alteraciones lipídicas, el hábito de fumar y la intolerancia a la glucosa, que pueden modificar el pronóstico de la hipertensión en relación con la edad, el sexo y la raza.

Estos factores cambian la evolución de la hipertensión por su efecto sinérgico sobre la coronariopatía isquémica. Las lipoproteínas de baja o muy baja densidad son más importantes que la cifra total de colesterol o triglicéridos. Por el contrario, el aumento de las lipoproteínas de elevada densidad ejerce cierto efecto protector sobre la coronariopatía isquémica. No existe la menor duda sobre la correlación positiva existente entre la obesidad y la presión arterial.

El aumento de peso se asocia a una mayor incidencia de hipertensión en individuos previamente normotensos, y viceversa. Sin embargo, no existen datos concluyentes sobre si la obesidad desempeña un efecto adverso en la mortalidad del hipertenso. La existencia de repercusión y/o complicaciones de la hipertensión en el corazón, el fondo de ojo, el riñón y el SNC, ya sean actuales o previas, o en los antecedentes familiares, indica también un pronóstico adverso.

La coexistencia de otras enfermedades, por otra parte asociadas con frecuencia a hipertensión, puede agravar el riesgo. Las dos principales son la gota y la diabetes. La hipertensión es más frecuente en los pacientes con gota y puede ser reflejo de la nefropatía úrica. La hiperuricemia se encuentra en el 25-50% de los hipertensos no tratados y ello puede ser un signo temprano y secundario de nefrosclerosis.

La hiperuricemia puede agravarse por el tratamiento diurético. La diabetes se acompaña a menudo de hipertensión, aunque también puede asociarse a hipotensión ortostática. Esta mayor incidencia aumenta con la edad y con la duración de la diabetes, tanto en niños como en adultos, y es mayor en las mujeres, sobre todo de más de 60 años. La hipertensión que se asocia a la diabetes puede ser de tres tipos:

a) esencial, que suele asociarse a la diabetes de origen tardío;
b) de predominio sistólico secundaria a la arteriosclerosis de grandes vasos, y
c) “diabética”, que es una forma de hipertensión renal que acompaña al síndrome clínico de la nefropatía diabética y se observa con mayor frecuencia en los jóvenes con diabetes insulino-dependiente.

El tratamiento de la hipertensión arterial se divide en no farmacológico y farmacológico, existiendo numerosos esquemas aprobados. Pero todos los autores coinciden en la importancia y eficacia del tratamiento no farmacológico, específicamente el preventivo.

Método

Características generales de la investigación

Se realizó un estudio de intervención educativa para modificar los conocimientos sobre Hipertensión Arterial en trabajadores hipertensos de la Facultad Independiente Hermanos Marañón, del poblado El Caney, del municipio Santiago de Cuba, de la provincia de igual nombre, durante el período comprendido entre Julio y Diciembre del 2007.

Bioética médica

La ética es una disciplina cuyos preceptos datan desde Hipócrates y que muestran principios y normas de conducta que mejoran las relaciones humanas pues permite el respeto al derecho ajeno sin poner en riesgo los nuestros.

Hoy en día es un derecho de los pacientes tomar decisiones sobre los actos médicos a realizar en ellos y por ende, obtener informaciones necesarias sobre las cuales se fundamentan dichas decisiones.

Los pacientes recibieron información adecuada sobre los objetivos, métodos y beneficios de la investigación garantizándoseles el anonimato de los resultados, ellos autorizaron su participación en la investigación pudiendo abandonarla en el momento que lo desearan. Este consentimiento informado de los mismos se hizo por escrito, mediante el llenado de una planilla (anexo 1)

Se cumplieron las normas éticas en cuanto a discreción, confiabilidad de la información, y demás elementos éticos que caracterizan los profesionales e investigadores cubanos.

Universo de estudio

El universo estuvo conformado por 25 (N=25) pacientes hipertensos, cuyas edades oscilan entre 20 y 70 años y que permanecieron 8 o más meses en el área, con respecto al inicio del período de la intervención, se tuvieron en cuenta los siguientes criterios:

Criterios de inclusión

a- Disposición de los pacientes a participar en la investigación
b- Permanencia estable en el área durante el periodo de estudio

Criterios de exclusión

a- No cumplimentar los criterios de inclusión antes señalados

Criterios de salida

a- Abandono voluntario
b- Ausencia a dos o más sesiones de clase.

Metódica

Para un mejor desarrollo de nuestra investigación la dividimos en tres etapas:

1- Etapa diagnóstica
2- Etapa de intervención
3- Etapa evaluativa

Etapa diagnóstica:

Esta consistió en aplicar el cuestionario inicial a los pacientes, el que recogió todo lo relacionado con las variables generales y el nivel de conocimiento inicial sobre la Hipertensión Arterial. (Anexo 2).

Variables

Edad: La edad se agrupó en años de forma decenal.


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