Importancia de la lactancia materna en el establecimiento del vinculo afectivo materno-filial
Autor: Dra. Liliana Serni G. | Publicado:  15/11/2011 | Psicologia , Pediatria y Neonatologia , Articulos | |
Importancia de la lactancia materna en el establecimiento del vinculo afectivo materno-filial .12

Interferencia en la maduración de futuras funciones bucales: un patrón funcional básico alterado genera una distorsión de las futuras funciones, manifestada como deglución atípica, respiración bucal, disfunción masticatoria, dificultades en la fonoarticulación del lenguaje, alteración de la postura corporal, etc.

Congestión del sistema adenoideo este sistema adenoideo de la retrofaringe, compuesto por múltiples ganglios y vasos linfáticos, se congestiona fácilmente cuando el niño tiene una función de succión-deglución anormal. Riesgos de otitis y enfermedades respiratorias, la congestión del sistema adenoideo involucra una congestión de la mucosa respiratoria y de la Trompa de Eustaquio. La diferencia de temperatura en más o menos grados que la leche materna, y el azúcar agregado a la mamadera también puede causar congestión de las mucosas. Las mucosas respiratorias y la Trompa de Eustaquio congestionadas se hacen insuficientes y por lo tanto vulnerables a la infección, siendo ésta una de las causas de frecuentes enfermedades respiratorias, alergias y otitis media en los lactantes alimentados con biberones. Hábito de respiración bucal los episodios de congestión de la mucosa respiratoria y del sistema adenoideo obligan al niño a buscar la alternativa de la respiración bucal para ingresar el aire necesario a sus pulmones. Si estos episodios son frecuentes o prolongados, el niño adquiere el hábito de respiración bucal, con todas las consecuencias que ello acarrea: falta de ventilación adecuada, infecciones respiratorias recurrentes, hipoacusia, alteración desarrollo torácico y de la postura corporal, alteraciones del desarrollo maxilofacial, facciones típicas alargadas y con la boca abierta, etc.

Alteración de la postura cérvico-craneal y del eje vertical del cuerpo, la disfunción linguo-mandibular producida por una función alterada de la succión deglución- respiración, produce una mala posición compensatoria de la cabeza y el cuello con respecto a la cintura escapular y el eje vertical del cuerpo.

Alteraciones del desarrollo maxilodentario. El buen desarrollo de los maxilares y de la oclusión o mordida, dependen en gram medida del equilibrio de las fuerzas de presión-tracción que ejercen los músculos sobre las estructuras óseas con las que se relacionan. Cuando el niño usa una mamadera inadecuado no hace fuerza de vacío succional, de gran importancia para el equilibrio de las presiones tracciones musculares internas (de la lengua y velo del paladar) y externas (labios y mejillas), mayor riesgo de caries, el azúcar o los alimentos azucarados agregados a la leche de la mamadera son la causa del gran número de caries que presentan los niños alimentados artificialmente. Creación de hábitos disfuncionales de succión, la prolongación de la succión, ya sea de chupete o mamadera, más allá del tiempo para el cual está programada como función básica, crea en el niño una dependencia, transformándose en hábitos disfuncionales que alteran en menor o mayor grado el desarrollo morfofuncional de los complejos orofaríngeo y dentomaxilofacial. Es necesario sumar a lo anterior el alto costo de las enfermedades del niño (Cloherty, 2008:146)


CAPITULO II

VÍNCULO AFECTIVO MATERNO-FILIAL

2.1. Desarrollo del Vínculo Afectivo Materno-Filial

La leche materna protege al niño contra un sin fin de enfermedades, con ello contribuye a disminuir la tasa de morbi-mortalidad materna y del niño, esto representa un beneficio enorme para la sociedad sobre todo para aquellos países en vías de desarrollo, los cuales además son los que presentan el mayor índice de natalidad. De la misma forma y basados en el `principio fundamental de que las sociedades reflejan el resultado de la educación familiar, si desde este punto y a través de esta práctica se puede garantizar el fortalecimiento del sentido de seguridad, protección y amor de cada individuo, sin lugar a dudas se estaría preservando la salud de una población apoyando y fomentando estos beneficios que trae consigo la lactancia materna. Pero mucho más allá de la gran importancia de la leche materna en cuanto a nutrición, protección contra diferentes tipos de enfermedades, se encuentra que la Lactancia materna y todo lo que este proceso involucra, se encuentra relacionado directamente con el desarrollo del Vinculo Materno-Filial, y de aquí que sea necesario explicar el rol de una de las principales hormonas que se libera tras la succión del recién nacido en este proceso.

Esta hormona oxitocina, también llamada hormona del amor por algunos expertos, es la clave biológica y natural para que la madre vuelque todo su cariño en el recién nacido. Y en ese momento cobra gran importancia la primera hora del nacimiento, “un periodo sensible donde aumenta el nivel de la oxitocina, mejora el vínculo madre e hijo”. Tesone, M. (2007:98). Muestra de ello es que, el lenguaje entre ambos se vuelve más rico, la madre se vuelve más cariñosa, habla de forma positiva y centra su mirada en el bebé.

En este sentido, Tesone (2007:138), mencionó diversos estudios que han relacionado esa mirada madre e hijo con los problemas de abuso. En casos de incesto o abuso a los hijos el perfil de la madre era de no ver, no escuchar, no mirar, no atender y no proteger a su bebé, ignorando la situación que le rodeaba, mientras que las madres que disfrutaban esa primera hora tras el nacimiento con su bebé, y 20 minutos extra, se veía que el niño sonreía más y lloraba menos. Estudios en Rusia y Suecia demostraron que el contacto precoz madre e hijo redujo notablemente el abandono de los hijos. En Tailandia, por ejemplo, esos abandonos pasaron de 33 por cada 10.000 niños a tan sólo uno, por lo que el proceso de Amamantar es una combinación biológica y cultural. La lactancia materna y el comportamiento maternal existen desde que el ser humano está en la Tierra, pero que debido a la moda de hace unas décadas de sucedáneos de la leche materna, ha ido creciendo últimamente el número de investigaciones al respecto, a razón de establecer de manera clara cuales son los beneficios y cuales serian las complicaciones en caso de sustituir la lactancia materna por otra practica, en relación con el desarrollo cognitivo-conductual, así como también establecer la relación que existe con la susceptibilidad de estos niños a sufrir trastornos de la conducta, por otro lado, el profundizar en las raíces de los trastornos mentales y la salud nos ha llevado a mayor conocimiento de las funciones fisiológicas relacionadas con el maternaje.

La conducta materna se transmite a lo largo de 3 generaciones. Cuanto más cuide una madre a su criatura, mejor cuidará ella de sus nietos. A lo largo del embarazo, el cerebro de la mujer está inundado de neurohormonas manufacturadas por el bebé en formación y por la placenta. El tamaño Partimos de la base de que una mujer se siente madre desde el momento de saberse embarazada. Esto ha podido encontrar su reflejo en la biología: según unos estudios llevados a cabo con ratas por investigadores en Singapur, China y Japón, las células del bebé durante el embarazo emigran al cerebro de la madre, sin saber aún cómo, atraviesan la barrera hematoencefálica y se agrupan en aquellas zonas cerebrales con daño. Parece ser que estas células, son precursoras de otras células (neuronas, astrocitos, oligodendrocitos, macrófagos) y pueden permanecer en el cuerpo de la madre hasta 27 años después del nacimiento (Díaz, J, (1991:208) El equipo de Burnett (1970), ha llegado a los mismos descubrimientos. Por lo tanto se puede afirmar que el bebé siempre estará presente en la madre, cambiando la neurobiología cerebral y que el vínculo madre-bebé esta ya programado, inclusive desde periodos pre-concepcionales, el cerebro de la mujer embarazada cambia no es que pierda células, se encoge por efecto de los cambios metabólicos, para reestructurar los circuitos del cerebro: para convertir carreteras en autopistas, en aquellas áreas que desarrollarán el cerebro maternal.

El cerebro de la madre se prepara para el momento del parto. Cuando se inicia, se inunda de oxitocina, la hormona del amor. El comportamiento maternal se establece en el nacimiento como respuesta de la estimulación de la vagina y el cérvix hacia el cerebro durante el parto. Cuando la cabeza del bebé pasa por el canal del parto, se disparan más aportaciones de oxitocina al cerebro, activando nuevos receptores y creando centenares de nuevas conexiones entre las neuronas. Esta función es comandada posteriormente por el estimulo que recibe la madre a través de la lactancia materna, con la succión del bebe. Se ha podido saber que el cerebro maternal es plástico: se ha demostrado que la experiencia materna altera la neuroquímica, la sinaptogénesis, la gliogénesis y la neurogénesis. Hay una relación muy clara entre lactancia y estrés. Los estudios sugieren un incremento de la modulación cardiaca parasimpática y una disminución de la respuesta cardiaca simpática ante estresores cortos durante la lactancia materna exclusiva.

Michels y col (1981), descubrieron que los estímulos corporales vinculados con los cuidados maternales en ratas (lamer y mamar) activan en el cerebro la reproducción de un gen antiestrés (CRH), con el que todos nacemos pero que se halla inactivo. Los autores sugieren que los gobiernos tendrían que promocionar la lactancia materna para salvaguardar la salud mental de sus ciudadanos. La lactancia materna y los cuidados maternales también influyen en el cerebro del bebé. Las situaciones de estrés hacen segregar cortisol. Un exceso de cortisol influye negativamente en otras áreas del cerebro, en concreto, en el córtex prefrontal. Los bebés nacen con la expectativa de que alguien gestione su estrés: si se les acuna, da caricias, alimento (lactancia materna exclusiva), se mantienen bajos los niveles de cortisol. Las personas que han sido acariciadas y cogidas en brazos, químicamente han aprendido a “gestionar” su cortisol. Se ha visto que el contacto del bebé con otras personas activa el sistema motivacional del cerebro.

En tal sentido, los humanos puede equipararse con una enfermedad adictiva: la presencia materna, tranquilizadora del recién nacido, origina una descarga de opiáceos que suprimen los sentimientos de angustia y producen una sensación de euforia. Por eso, ante la ausencia de la madre, los bebés protestan. Las primeras experiencias estimulantes, atenciones amorosas y sensibles del primer año de vida pondrán en marcha el sistema oxitocínico del cerebro, responsable de las manifestaciones de ternura, amistad hacia otras personas a lo largo de la vida. Más cosas sobre el cerebro en desarrollo: el córtex orbitofrontal está relacionado con la “inteligencia emocional”. Se desarrolla en la etapa postnatal y depende de las experiencias del bebé con su entorno. Se desarrolla cogiéndolo en brazos y disfrutando del bebé. La vista, el olfato, el tacto son fuentes de placer para el bebé, o lo que es lo mismo, son beta-endorfinas y dopamina que estimulan crecimiento de neuronas en esta zona y de tejido cerebral (Lòpez, N, 2008:126)

Así que, un gran número de experiencias positivas da lugar a más conexiones cerebrales, por lo tanto, más rendimiento y más habilidad para usar áreas específicas del cerebro.


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