Cancer Cervicouterino. Comportamiento de Algunos Factores Clinico–Epidemiologicos en un Area de Salud
Autor: Dra. María Isabel Duran Cala | Publicado:  10/09/2010 | Ginecologia y Obstetricia , Oncologia | |
Cancer Cervicouterino. Factores Clínico–Epidemiologicos en un Area de Salud .6

Contagio

Se produce por medio de microlaceraciones producidas durante el coito que el virus llega inicialmente a las células del estrato basal, los viriones pierden su involucro proteico y el genoma viral llega al núcleo de la célula donde se establece en forma episódica. 35, 37,38

Incubación.

Se considera que el virus se replica en los núcleos de las células del estrato basal, donde pueden ser colonizados por la infección otras áreas contiguas del epitelio.

Existen enfermedades de transmisión sexual (ETS), particularmente aquellas asociadas con cervicitis aguda como Chlamydia trachomatis, Neisseria gonorrhea, y aún Gardnerella vaginalis o Trichomonas vaginalis, que pueden aumentar la susceptibilidad para la infección por virus del papiloma humano (HPV) genital.

Las enfermedades ginecológicas pueden afectar el crecimiento de la flora bacterial vaginal. Existe una fuerte asociación entre Trichomonas vaginalis y el riesgo de padecer cáncer de cuello uterino (se incrementa en 3 veces).

Por otra parte, la Gardnerella vaginalis es detectada en el 50% de las pacientes con tumores malignos del cérvix, lo que sugiere que puede estar fuertemente asociada con el cáncer de cuello uterino. 40

1. 5. 2. Anticoncepción hormonal. (Utilización prolongada de anticonceptivos orales).

La relación entre la utilización prolongada de anticonceptivos orales y cáncer invasor de cérvix, es controvertida. De hecho, algunos estudios demostraron un aumento del riesgo (Brinton LA y col, 1990-1991; Parazzini F y col, 1998. otros refieren que solamente tuvieron un importante efecto de protección (Moscicki AB y col, 2001), mientras que otros no encuentran ningún efecto sobre las mujeres de ese estudio (Kjellberg L y col, 2000).

Las pacientes que toman anticonceptivos orales tienen un mayor riesgo de carcinoma in situ que las personas que nunca los tomaron. El efecto es de difícil valoración y, si existe es débil. Para estudiar el uso de la píldora anticonceptiva, es necesario ajustar el comportamiento sexual y poder controlar el riesgo de exposición al virus del papiloma humano (HPV), que es una tarea difícil de alcanzar. 42,44

1. 5. 3. Conducta sexual

Desde hace tiempo, se sabe que el cáncer de cérvix uterino, así como las lesiones precancerosas que lo preceden, está asociado a las relaciones sexuales. Hoy se sabe que son factores de riesgo de este tumor maligno, el inicio precoz de las relaciones sexuales y la presencia de múltiples compañeros sexuales.

El inicio precoz de las relaciones sexuales se asocia a mayor tasa de infección con virus del papiloma humano (HPV) e implica aumento del riesgo de un embarazo precoz, que también ha sido considerado factor de riesgo para la enfermedad. Tanto las conductas sexuales riesgosas (promiscuidad, no uso de preservativo) como el estado de mayor vulnerabilidad ocurrido durante el embarazo determinarían mujeres con mayor incidencia de lesiones precursoras de cáncer cervicouterino. Se ha descrito como factor de riesgo la edad menor a 15 años, pero pierde su significancia al controlar por la infección de virus del papiloma humano (HPV).

Se ha visto diferencia significativa en el número de parejas sexuales de mujeres con cáncer cervicouterino y mujeres sanas. Esto constituye uno de los mejores indicadores para estimar la probabilidad de infectarse con virus del papiloma humano (HPV) en mujeres sin infección. Del mismo modo, el mayor número de parejas en el hombre determina mayor probabilidad de infectarse y trasmitirlo a una mujer. 43,44,46

La edad del primer coito: generalmente, el inicio temprano de las relaciones implica la aparición de múltiples compañeros sexuales, con el consiguiente riesgo dado por estos. Se ha demostrado también que en la adolescencia los tejidos cérvico uterinos son más susceptibles a la acción de los carcinógenos, y de hecho, si existe un agente infeccioso relacionado, el tiempo de exposición a este será mucho mayor. El riesgo de cáncer cervical cuando el primer coito se tiene a los 17 años o menos es 2. 4 veces mayor que cuando este se tiene a los 21 años. 43. 46

Se cree que la asociación con el número de hijos está ligada a un inicio más precoz de la actividad sexual. Además, la actividad sexual del varón es un importante factor de riesgo, pues las mujeres cuyas parejas sexuales tienen múltiples compañeras tienen un mayor riesgo de desarrollar el cáncer de cérvix uterino.

La conexión con el varón está reforzada por los estudios que encuentran relación entre la incidencia de cáncer de pene y de cuello de útero, y un riesgo doble de cáncer cervical en mujeres casadas en segundas nupcias con varones cuya primera esposa había fallecido por esta enfermedad.

En un estudio caso-control de base hospitalaria (Rostad B, da Costa F, 2003), donde se estudiaron 113 mujeres con cáncer cervical y 120 controles, se demostró que mujeres con historia de múltiples compañeros sexuales tenían mayor riesgo de cáncer cervical en relación a las mujeres con solamente uno OR=57; {95% IC (2. 1 – 15. 6)}. Las mujeres con historia de inicio de actividad sexual con edad igual o inferior a los 15 años, también presentaron mayor riesgo frente a las que las tenían más tarde. 46

1. 5. 4. Factores de la reproducción. Paridad

El mayor número de embarazos y partos vaginales se ha asociado a mayor prevalencia de cáncer cervicouterino, como consecuencia del comportamiento sexual y probablemente del inicio precoz de este. También se describe un estado de mayor susceptibilidad durante los embarazos, por las alteraciones nutricionales y el efecto hormonal que podría potenciar la infección viral. 17

En mujeres mexicanas se reportó un riesgo 5 veces mayor para las que tenían más de 12 partos-25 En otro estudio, mujeres con 6 o más partos tenían 2. 5 veces más riesgo de cáncer cervicouterino comparadas con las que tenían 3 o menos. 27

El embarazo constituye un factor de riesgo, porque en su evolución se producen cambios proliferativos en el cérvix, los que facilitarían el desarrollo de esta neoplasia. A mayor paridad se observa mayor riesgo de cáncer, asimismo el primer parto a una edad más tardía disminuye el riesgo de presentar cáncer de cuello de útero, mientras que un embarazo precoz, (antes de los 18 años) aumentaría el riesgo 3 veces.

Se ha establecido que mujeres con 2 o más hijos tienen un riesgo 80% mayor (respecto de las nulípara) de presentar cáncer cervical; y luego del 4to hijo dicho riesgo se triplica. A pesar de no existir ninguna explicación definitiva para este fenómeno, se cree que la inmunosupresión del embarazo o su influjo hormonal, aumentan la susceptibilidad a la infección por virus del papiloma humano (HPV). Sin embargo no existe un acuerdo al respecto. 48

1. 5. 5. Tabaquismo

Entre otros factores el tabaquismo activo o pasivo, facilita la acción neoplásica de los agentes virales, mediante el efecto directo de cancerígenos en las células epiteliales del cérvix y disminución de células de Langerhans, las que tienen funciones como presentadoras de antígenos mediadas por células linfoides en la respuesta inmune. En las mujeres fumadoras, el riesgo de desarrollar carcinoma epidermoide tiene directa relación con el tiempo e intensidad del hábito. En las fumadoras pasivas o no fumadoras expuestas al humo del tabaco ambiental, el riesgo puede ser tres veces mayor. El hábito de fumar (actual o pasado), aumenta cerca de tres veces el riesgo de cáncer de cuello uterino.


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