Acidos biliares totales en heces fecales y su relacion con lesiones del colon
Autor: Dr. Felipe Piñol Jiménez | Publicado:  25/11/2010 | Gastroenterologia | |
Acidos biliares totales en heces fecales. Relacion con lesiones del colon en pacientes cubanos .10

1. Ácidos biliares totales en heces fecales

Como se explica en el proceder de su determinación, se consideró como ácidos biliares totales en heces fecales (ABTHF) elevados aquellos resultados mayor o igual a 830 micromol/g, y como normales, las cifras por debajo de este valor. Todos los pacientes entregaron una sola muestra de heces fecales, a partir de la cual se determinaron los niveles de ácidos biliares de forma paralela.

Según señalamos anteriormente, el estudio 1 estuvo conformado por pacientes con diagnóstico de litiasis vesicular o colecistectomizados y ácidos biliares totales en heces fecales (ABTHF). En el estudio 2 se investigaron pacientes con colitis ulcerativa idiopática de diez o más años de evolución, con ácidos biliares totales (ABT) tanto elevados como normales en heces fecales. En el estudio 3 se conformaron dos grupos de pacientes a partir de la muestra total, al realizar la determinación de ácidos biliares totales en heces fecales (ABTHF): los que tenían los ácidos biliares totales (ABT) elevados y los que los tenían normales. El grupo con ácidos biliares totales (ABT) elevados estuvo constituido por 174 pacientes, de los cuales 120 eran mujeres, con un promedio de edad de 56,0 años, y 54 eran hombres, con un promedio de edad de 49,4 años. El otro grupo quedó conformado por 132 pacientes con ácidos biliares totales (ABT) normales, de los cuales 97 eran mujeres, con un promedio de edad de 55,4 años, y 35 eran hombres, con un promedio de edad de 49,8 años.

2. Diagnóstico endoscópico

A todos los pacientes de los estudios 1, 2 y 3 se les realizó una sola colonoscopia y se determinó la presencia o no de lesiones en el colon, nuevas o sobreañadidas a la enfermedad de base, como ocurrió en el estudio 2. Los resultados (150, 151) se expresaron de acuerdo con las siguientes categorías:

Normal: Mucosa de superficie lisa, con presencia de algunos pliegues semilunares, de color rosado, con la trama vascular visible en toda su extensión. En el estudio 2 esta categoría se empleó en los casos en que la colitis ulcerativa idiopática se encontraba inactiva.

Pólipo: Elevación de tejido que protruye hacia la luz del intestino. Macroscópicamente, por su morfología, pueden ser pediculados o sésiles; por su apariencia externa; lisos, irregulares, ulcerados, polilobulados, de color rosado o rojos; por su número, únicos, dobles o múltiples.

Úlcera: Pérdida de continuidad de la mucosa, de variada forma, que por su profundidad puede ser superficial o profunda; por su número, única (úlcera solitaria) o múltiple; por su aspecto, de bordes bien definidos o irregulares, prominentes, necróticos, festoneados, con fondo cubierto por material blanco-amarillento, sangre o coágulo oscuro, con o sin mucosa infiltrada a su alrededor.

Colitis inespecífica: Se caracteriza por presentar discretos signos inflamatorios en la mucosa (eritema y edema) pero cuya etiología no se puede definir macroscópicamente.

Lesión de aspecto maligno: Lesiones que protruyen hacia la luz del órgano que no tienen aspecto de pólipo, o están circunscritas a la mucosa, ulceradas o no, mamelonantes, irregulares, vegetantes, friables (fácilmente sangrantes).

Divertículos: Pequeños y variados orificios de forma sacular, cubiertos o no por materia fecal. En algunos casos se puede observar un coágulo en su fondo o signos de sangramiento reciente. Pueden o no existir signos inflamatorios a su alrededor.

Colitis ulcerativa idiopática: Excepto en el estudio 3, donde la presencia de ésta constituyó un criterio de exclusión. Esta enfermedad se caracteriza por mucosa eritematosa, edematosa, con pérdida del patrón vascular; donde además se pueden observar sangramientos, petequias, ulceraciones y, en casos avanzados, lesiones pseudopolipoideas o puentes mucosos, que reflejan el tiempo de evolución de la enfermedad y el grado e intensidad del proceso inflamatorio de la mucosa (152, 153).

Otras lesiones: Las no incluidas en las categorías anteriores presentes en la mucosa y observadas durante el proceder colonoscópico.

En el estudio 1 se determinó la distribución de la frecuencia de los diagnósticos endoscópicos en los pacientes estudiados con ácidos biliares totales (ABT) elevados, mientras que en el estudio 2, sólo se realizó la colonoscopia para tomar muestra de la mucosa para biopsia, independientemente de los niveles de ácidos biliares totales (ABT), puesto que ya entraron en el estudio con el diagnóstico endoscópico de colitis ulcerativa idiopática, lo cual no excluyó la descripción de lesiones sobreañadidas a la enfermedad. En el estudio 3 se distribuyó la frecuencia de los diagnósticos endoscópicos según fueran normales o elevados los niveles de ácidos biliares totales (ABT).

3. Diagnóstico histológico

A todos los pacientes durante el proceder colonoscópico se les tomó muestras de los diferentes segmentos de la mucosa colónica, referidos más adelante, para estudio histológico, excepto cuando se observó una lesión, en cuyo caso sólo se tomó muestra de ésta para biopsia y no del resto del colon.

En los estudios 1 y 3 se describieron los resultados teniendo en cuenta los siguientes criterios:

Normal: Tejido que presenta toda la integridad de sus componentes celulares.

Pólipos: Se clasificaron en las categorías que se describen a continuación (154-161):

Pólipos mucosos neoplásicos

Adenomas

Tubulares. Histológicamente presentan una estructura glandular compleja con múltiples ramificaciones y pueden llegar a contener hasta 25% de tejido velloso. Las células se observan unidas entre sí, con núcleos de gran tamaño, hipercromáticas y con aumento del número de mitosis. Por lo general, la producción de moco está disminuida. La membrana basal no se encuentra engrosada.

Vellosos. Su arquitectura histológica está compuesta por glándulas que se extienden desde la superficie hacia el centro con una disposición digitiforme.

Túbulo-vellosos. Presentan patrones histológicos de los dos anteriores y contienen entre 25 y 75% de tejido velloso. La degeneración en cáncer es de 22%.

Se detectó la presencia de displasia en los adenomas diagnosticados en la tercera investigación, y se definió como la alteración de la célula adulta que se manifiesta por una variación de su volumen, forma y organización (160-163). Se clasificó en grados de acuerdo con los siguientes criterios:

Leve. Los núcleos mantienen su polaridad basal en la célula, son hipercromáticos, aumentados de tamaño y alongados, sin nucleolos prominentes y con pérdida de la mucina citoplasmática de las células caliciformes; las glándulas exhiben ramificación y brotación, y se encuentran más agrupadas.

Moderada. Los núcleos tienen gran pleomorfismo, con nucleolos prominentes, gran pérdida de mucina y glándulas desordenadas y apelotonadas.

Severa. El pleomorfismo nuclear es mayor, existe un gran número de nucleolos prominentes, apilamiento de células y gran irregularidad en la disposición glandular, así como una proliferación celular mayor a nivel de las criptas, con pérdida de la polaridad, lo cual produce un aspecto cribiforme desordenado.

En el estudio 3 se evaluó particularmente la distribución de frecuencia de los adenomas según su grado de displasia, la edad de los pacientes y los niveles de ácidos biliares totales en heces fecales (ABTHF). Éstas son lesiones con un alto potencial de malignidad y con una frecuencia relativamente alta dentro de la población que presenta lesiones histológicas del colon (164).


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