Comportamiento del riesgo reproductivo preconcepcional
Autor: Dr. Delfín Felipe Hernández Rico | Publicado:  15/03/2011 | Ginecologia y Obstetricia , Articulos | |
Comportamiento del riesgo reproductivo preconcepcional .10

Tensión arterial media (TAM): TAM  TAS + 2 TAD ≥ 105 mm/Hg.

Se debe considerar hipertensión arterial (HTA) cuando mediante una técnica correcta, se encuentran estos valores en dos ocasiones con un intervalo de 6 horas; cuando la tensión arterial (TA) es 160/110 mmHg no se repite la medición. También, para este diagnóstico, es muy importante el incremento de la tensión arterial sistólica (TAS) de 30 mmHg o la tensión arterial diastólica (TAD) de 15 mmHg sobre la basal o se incrementa por encima de 20 mmHg de la Tensión arterial media (TAM). Se valorará como leve un aumento mayor o igual que 30/15 y como grave mayor o igual a 60/30.

TÉCNICA DE LA TOMA DE LA TENSIÓN ARTERIAL (TA).

1. Abstinencia por 30 min. de fumar e ingerir alimentos. No debe estar expuesta a frío o calor ni tener ropas ajustadas. Establecer buena relación médico-paciente.
2. Permanecer sentada (en reposo) por 5 min.
3. Tomar la tensión arterial (TA) en el brazo derecho a la altura del corazón.
4. Manómetro de mercurio o aneroide bien controlado.
5. Manguito adecuado que cubra los 2 tercios del brazo y ajuste bien.
6. Palpar la arteria en la flexura del codo y subir 30 mmHg, a partir del momento en que se deje de percibir el latido.
7. Descender la columna de mercurio de 2 en 2 mmHg.
8. La tensión arterial sistólica (TAS) corresponde con el primer ruido débil que se ausculte (primer ruido de Korotkoff).
9. La tensión arterial diastólica (TAD) corresponde con el cambio de tono (cuarto ruido de Korotkoff).

Cuando fallan los mecanismos fisiológicos del embarazo se tendrá una embarazada hipertensa, y hay entonces que considerar las siguientes posibilidades diagnósticas:

1. Trastornos hipertensivos dependientes del embarazo:

a) Preeclampsia.

b) Eclampsia.

2. Hipertensión arterial crónica.

3. Hipertensión arterial crónica con preeclampsia o eclampsia sobreañadida.

4. Hipertensión transitoria, gestacional o tardía del embarazo.

a) Enfermedad vascular hipertensiva crónica (EVHC) o Hipertensión arterial crónica (HTAC).

Así se denomina a la presión arterial alta (TA > o = 140/90 mmHg) diagnosticada antes del embarazo o antes de las 20 semanas de embarazo o cuando la TA en la primera mitad del embarazo es de 120/80 mmHg o la Tensión arterial media (TAM) mayor que 90 mmHg. Este tipo de hipertensión no desaparece después del parto. A esta corresponde el 30% o más de las gestantes que son hipertensas. Es probable que aparezca en las multíparas, presenta retinopatía arteriosclerótica.

El diagnóstico diferencial entre hipertensión arterial (HTA) crónica o inducida por el embarazo puede ser difícil pero en ningún caso varía la conducta. La hipertensión arterial (HTA) esencial es la más frecuente en este grupo.

El diagnóstico se realiza a menudo de forma retrospectiva y se le debe sospechar ante dos evidencias:

1. Antecedente patológico personal de hipertensión previa al embarazo.

2. Tensión arterial diastólica (TAD) antes de las 20 semanas ≥ 80 mm/Hg.

La mortalidad materna y fetal no es tan alta como la preeclampsia; sin embargo el riesgo aumenta con la edad avanzada, tiempo de evolución, afección de órganos dianas, desarrollo de preeclampsia sobreañadida y diabetes entre otras.

b) Trastornos hipertensivos dependientes del embarazo. Enfermedad vascular hipertensiva del embarazo (EVH embarazo):

Preeclampsia.

Es una enfermedad propia del embarazo, que se manifiesta por hipertensión y disfunción orgánica múltiple y que sigue siendo la principal causa de morbimortalidad materna y perinatal.

No es principalmente una enfermedad hipertensiva, sino un desorden inducido por factores dependientes de la presencia de la placenta. El primer blanco de la placenta es el endotelio vascular, por consiguiente, complicaciones asociadas al sistema vascular, Ejemplo: coagulación intravascular, sangramiento y pobre perfusión.

Es de 6 a 8 veces más frecuente en las primíparas que en las multíparas.

Factores de riesgo:

1. Nuliparidad o nuevo matrimonio.
2. Antecedentes de preeclampsia en familiares de primera línea (madre o hermana).
3. Incremento exagerado de peso ≥ 500 g por semana entre las 20 y 28 semanas.
4. Prueba del cambio postural positiva (Roll over test).
5. Edades extremas (< de 20 y > 35 años).

Diagnóstico.

Los síntomas aparecen siempre después de las 20 semanas de gestación y preferentemente después de las 28, en el parto o hasta 48 horas dentro del puerperio y se planteará ante una paciente nulípara o con nuevo matrimonio, con hipertensión arterial (HTA) y proteinuria > 200 mg/24h o albuminuria (+). No es necesaria la presencia del edema para el diagnóstico.

Es importante reconocer si estamos en presencia de una preeclampsia leve o grave ya que en la primera tenemos el tiempo necesario para evaluar la conducta terapéutica a seguir; sin embargo, en la forma grave sólo se tiene entre 24 y 72 horas.

a) Preeclampsia leve. La mayoría de las mujeres embarazadas con preeclampsia leve y otros tipos de hipertensión no presenta síntomas. Para poder detectar estos casos, los médicos miden la presión arterial de la mujer y le realizan un análisis de orina para detectar la presencia de proteínas en cada visita prenatal.

Hipertensión no superior a 160/110 mmHg, proteinuria de 2 g o más en 24 horas, y la presencia o no de edemas en miembros inferiores, las manos y párpados; el aumento brusco o exagerado de peso puede ser el signo más precoz.

b) Preeclampsia grave. Se está frente a ella cuando está presente uno de los siguientes indicadores:

1. Cifras tensionales ≥ a 160/110.

2. Ascenso de la tensión arterial sistólica (TAS) ≥ 60 y de la tensión arterial diastólica (TAD) ≥ 30.

3. Proteinuria de 2 g o más en orina de 24 horas o proteinuria (++++) en dos muestras tomadas por catéter con 6 h de diferencia entre las tomas.

Cuadro clínico:

1. Trastornos neurológicos. Cefalea, somnolencia persistente, insomnio, amnesia, fiebre e hiperreflexia patelar con clono.

2. Trastornos sensoriales. Zumbido de oídos, vértigos, sordera y alteraciones del olfato, del gusto o del la vista – hemianopsia, escotomas y amaurosis.

3. Trastornos gastrointestinales. Nauseas, vómitos, dolor epigástrico en barra, hematemesis e ictericia.

4. Trastornos renales. Oliguria, hematuria y excepcionalmente hemoglobinuria.

Al examen clínico muestra una paciente inquieta irritable o somnolienta, embotada que ha aumentado mucho de peso y no siempre tiene edemas marcados. A veces hay fiebre y disnea. Taquicardia.

c) Eclampsia. Es la complicación más frecuente y temida de la preeclampsia, caracterizada por crisis convulsivas tónico-clónicas generalizadas, similares a la de la epilepsia pero sin relajación de esfínteres, con diferentes grados de toma de la conciencia (coma) o ambas alteraciones. Factores relacionados con la causa: vasospasmo cerebral o hemorragia, isquemia o edema cerebral y encefalopatía hipertensiva. Lo principal es prevenir las complicaciones de la convulsión, el rápido tratamiento y el tratamiento definitivo que es la culminación del embarazo y la vía recomendada es la cesárea.

Se acompaña de hipertensión en el 85% de los casos, edema en el 75% y proteinuria, con oliguria que puede llegar a la anuria.

c) Multiparidad. Se consignará a partir del tercer parto.

d) Periodo intergenésico corto. Lo consideramos corto cuando es menor que 1 año, no así para la cesárea anterior, que consideramos hasta 2 años. Esta condición se asocia, con más frecuencia, con nacimientos pretérminos y anemias durante el embarazo.

e) Prematuros. Verdaderamente debe hablarse de recién nacido pretérmino aquel que nace entes de las 37 semanas de gestación.

f) Muerte fetal. Antecedentes de muertes fetales anteriores. La previa a la expulsión o extracción completa del producto de la concepción, independientemente de la duración del embarazo. Se llama muerte fetal temprana a la que se produce antes de cumplirse 20 semanas de gestación. Muerte fetal intermedia es la que se presenta en las semanas 20-27 y muerte fetal tardía la que sucede a partir de la semana 28 de gestación. La muerte está indicada por el hecho de que luego de tal separación el feto no respira ni muestra evidencia alguna de vida como latidos cardíacos, pulsaciones del cordón umbilical o movimientos definidos de los músculos voluntarios.

g) Muerte neonatal. Antecedentes de mortinato o mortineonato por diversas causas.


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