Unicamente digo que seguí este tratamiento y funcionó.

Bajo ninguna circunstancia deseo burlarme de nadie que padece esta enfermedad al afirmar que creo que Dios me curó a través del cloruro de magnesio, la vitamina e y el propoleo.

Al final es de seguir el tratamiento con fe, con paciencia y constancia.

Animo a todos los que padecen esta enfermedad. Sólo quiero decir que es posible sanar, porque yo me curé.