A mi me ocurre si he cenado añadiendo al alimento, una salsa de ajo aceite y perejil, la última vez, cené sepia y (con ella me encanta aplicarle esta salsa) y de madrugada me desperté con un ahogo como el que explicas: No podía respirar, intentaba expulsar un aire abrasador que venía del estómago pero no podía al igual que no conseguía meter aire en los pulmones. Fueron unos minutos horrorosos. Poco a poco fui recuperándome, con una tos irritante. Me preparé una manzanilla bebiéndola a sorbos y por la mañana sólo me quedaba una pequeña irritación. He dejado de tomar cenas pesadas y no me ha vuelto a ocurrir. Quizás venga por ahí el problema.