Influencia del ejercicio físico-terapeutico sobre la depresion del Anciano Mayor
Autor: Lic. Michel Caballero Pernas | Publicado:  11/02/2010 | Rehabilitacion y Fisioterapia , Psicologia , Psiquiatria , Geriatria y Gerontologia | |
Influencia del ejercicio físico-terapeutico sobre la depresion del Anciano Mayor .5

Thomas Willis (1621-1675) desdeña la teoría de los humores como etiología de la melancolía y atribuye a las alteraciones químicas producidas en el cerebro y el corazón las causas de esta enfermedad. Menciona cuatro tipos de melancolías, de acuerdo a su origen:

 

  • Por desorden inicial del cerebro.
  • Derivada de los hipocondrios (bazo).
  • La que comprende todo el cuerpo.
  • Originada en el útero.

 

No debemos ignorar la importancia de la confirmación hecha por William Harvey (1578-1657) de las ideas adelantadas de Miguel Servet, acerca de la circulación de la sangre (54). Esto introdujo una revolución en el pensamiento médico, junto a las teorías corpusculares y los principios hidrodinámicos, generando una serie de teorías mecanicistas y bioquímicas sobre la génesis de las enfermedades y, como suele ocurrir, cada vez que se realiza un descubrimiento particular, se lo extrapola expandiéndolo a la generalidad.

 

A. Pitcairn al inicio del siglo XVIII explicaba que el desorden de la hidrodinámica de la sangre afectaba el flujo de los espíritus animales (Descartes) de los nervios produciendo pensamientos desordenados y delirios en la melancolía. Hacía la mitad del mismo siglo, los experimentos con la electricidad, generaron otras ideas sobre la fisiología desplazando las tendencias mecanicistas, para dar lugar a los conceptos de sensibilidad e irritabilidad, atracción, repulsión y transmisión. Así, Newton en su Principia (1713) decía: . y los miembros de los cuerpos animales se mueven por orden de la voluntad, es decir, por las vibraciones de este fluido [el éter], propagado a lo largo de los filamentos sólidos de los nervios, desde los órganos exteriores de los sentidos al cerebro, y del cerebro a los músculos.

 

William Cullen (1710-1790), asoció el concepto de carga y descarga en los cuerpos sometidos a electricidad y lo aplicó al cerebro en el sentido de mayor o menor energía (excitación y agotamiento) cerebral. Y se relacionó a la melancolía con un estado de menor energía cerebral. Lo que hoy llamamos hipoergia o, más radicalmente, anergia. Si bien las teorías etiopatogénicas sobre la depresión continúan girando en espiral a lo largo de la historia pasando de la magia a lo religioso, de la química a la mecánica, del animismo a lo orgánico, del humor a la electricidad, de lo ambiental a lo genético, de lo espiritual a lo vital, de los espíritu animal a los neurotransmisores, el cuadro clínico, lo descriptivo, permanece estable: Si el miedo y la tristeza se prolongan, es melancolía (55).

 

Se entiende por depresión el trastorno psíquico, usualmente recurrente que cursa con una alteración del humor básico de tipo depresivo (tristeza) a menudo acompañada de ansiedad y en los que pueden darse, además, otros síntomas psíquicos como inhibición, sensación de vacío, desinterés general, disminución de la comunicación y del contacto social, alteraciones del apetito (más frecuente la anorexia), del sueño (insomnio tardío), agitación o enlentecimiento psicomotor, sentimientos de culpa y de incapacidad, ideas de muerte e incluso intentos de suicidio, así como síntomas somáticos diversos (56).

 

Como resultado del proyecto destinado a mejorar el diagnóstico y la clasificación de los trastornos mentales La Organización Mundial de la Salud publicó en el año 1992 el libro “The ICD -10 Classification of Mental and Behavioural Disorders: Clinical descriptions and diagnostic guidelines,” en la versión española de la misma “CIE 10 Trastornos mentales y del comportamiento. Descripciones clínicas y pautas para el diagnóstico” centra la clasificación de las depresiones en leve, moderada y grave para los episodios depresivos aislados y los otros episodios depresivos y los episodios depresivos sin especificación pasan a clasificarse dentro de las subdivisiones del trastorno depresivo recurrente. La clasificación en leve, moderada y grave se basa en una complicada valoración clínica que incluye el número, el tipo y la gravedad de los síntomas presentes (57).

 

La presencia de demencia o de retraso mental no excluyen el diagnóstico de un episodio depresible tratable aunque las dificultades de comunicación hacen que sea necesario para hacer el diagnóstico confiar más de lo habitual en los síntomas somáticos objetivos observados como la inhibición psicomotriz, la pérdida del apetito y de peso y los trastornos del sueño.

 

Técnicamente la depresión puede ser clasificada como:

 

  • Un tipo de humor
  • Un síndrome
  • Una enfermedad

 

Un tipo de humor: lo referimos a la falta de placer y alegría, lo que se conoce también como anhedonia. Falta la resonancia de agrado frente a las cosas que antes la provocaban. Y un predominio de lo displacentero, del pesimismo (donde lo afectivo encuentra un argumento en lo intelectual y lo proyecta al futuro), un disvalor del sentido de la vida, una vivencia de inferioridad en relación a los demás, sobre todo en lo referente a su rendimiento, y la sensación de enfermedad. Además de todo esto, muestra poco interés hacia todo, nada le interesa y se siente insignificante frente a los demás.

 

Un síndrome: consideramos un síndrome, cuando al tipo de humor anterior se le agrega:

 

  • La hipoergia
  • El cambio en la interacción personal
  • El ritmo y la alternancia en los síntomas

 

Una enfermedad: dolencia caracterizada por tristeza persistente, desmotivación y pérdida de la autoestima. Estos sentimientos están acompañados de disminución de la energía y la concentración, trastornos del sueño, disminución del apetito y pérdida de peso. En las personas de edad avanzada, la depresión está frecuentemente caracterizada por una preocupación excesiva por los dolores y achaques corporales (58).

 

Según sus causas, vemos como la literatura ha clasificado a la depresión en (59):

 

  • Depresión sintomática: debida a causas orgánicas (aspecto anatomofisiológico).
  • Depresión de situación o por agotamiento: debida a una situación —jubilación, mudanza, duelo, etcétera — (aspecto social).
  • Depresión neurótica: según la teoría psicoanalítica, debida a una reactualización de conflictos de depresión neurótica.
  • Depresión endógena: debida a algo que viene del interior', sin motivo aparente.
  • Depresión enmascarada: depresión sin depresión, (una depresión que juega a las escondidas).

 

Otras formas de clasificarla planteada por los estudiosos del área son (60):

 

  • Según el tono psicomotor: depresión inhibida o depresión agitada.
  • Según el supuesto etimológico: depresión reactiva o depresión endógena
  • Según su patogenia: depresión primaria o depresión secundaria.
  • Según su psicopatología: depresión neurótica o depresión psicótica.
  • Según su forma clínica: depresión unipolar o depresión bipolar.


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