ESOS INFORMES HABLAN DE NOSOTROS COMO SI NO EXISTIESEMOS,
YA SENTIAMOS QUE NO ERAMOS IMPORTANTES, PERO QUE EN UN
INFORME SE HABLE DE QUE DIVISION/LIMITE/AMBIGUO/ETC,
NOS HACE SENTIR PEOR DE LO QUE YA NOS SENTIAMOS,
CUANDO FUIMOS A BUSCAR AYUDA ERA PARA QUE NOS EXPLICARAN
QUE ESTABA SUCEDIENDO NO PARA QUE NOS HICIERAN SENTIR QUE
NO EXISTIMOS O EXISTIMOS A MEDIAS.

………………………………………………….QUE ES TRASTORNO LIMITE DE PERSONALIDAD.....................................

(Tomado literalmente del cuaderno informativo de ACAI-TPL)

"De un tiempo a esta parte, y cada vez con más frecuencia, están llegando a las consultas de psiquiatras y psicólogos, y también a las urgencias de los hospitales, casos de personas, en su mayoría jóvenes, que sufren de una especie de caos personal, que a veces les lleva a poner en peligro su vida.
Estas personas se sienten consigo mismas en un casi permanente estado de confusión, como si no tuvieran una identidad propia suficientemente constituida que les sujete en la vida.
Tienen verdaderas dificultades para regular sus necesidades desde sí mismos, por lo cual se encuentran a merced de sus propios impulsos, a los que no saben poner límites. Viven en una permanente inestabilidad emocional, como en una especie de "montaña rusa", de la cual, y esto es lo grave del problema, pueden salir despedidos en cualquier momento.
Intentan combatir su angustia y el miedo que la conciencia de esta situación les produce, aferrándose en una relación "quasi-simbólica" con cualquier persona, grupo, sectas y también con la droga, el sexo, el juego, etc., y siempre de una forma compulsiva.

Son extremadamente sensibles y lábiles, por lo que sus relaciones interpersonales y sus afectos pueden variar de un extremo al otro, incluso varias veces al día, con la consiguiente sensación de inestabilidad y confusión que produce en ellos mismos y en los que le rodean.
Viven pues constantemente en los extremos, pasando de la euforia a la depresión, de la ingenua credulidad a la desconfianza paranoide, del amor al odio, y todo porque su estructura mental no les permite integrar, psicológicamente hablando, los matices, las gradaciones ni las ambivalencias. Es un Todo o Nada.
En momentos de excesiva presión y tensión emocional pueden llegar a descomponerse en la forma de un brote psicótico, que puede ser algo puntual, o el inicio de una descompensación psicótica.
Esta dinámica personal les lleva a cometer, a veces, actos de graves consecuencias. Pueden llegar a robar y a delinquir, pero muchas veces no es más que un torpe intento de sentirse formando parte de un grupo o de una cultura determinada. De nuevo en una desesperada búsqueda de la "identidad perdida".
Algunos sufren de anorexia o de bulimia, organizando su vida alrededor del alimento y utilizándolo como un vehículo de expresión de su propia conflictiva interna y relacional, debido a las dificultades que tienen para tomar conciencia y verbalizar sus necesidades, deseos y temores. Pueden utilizar la comida para "tapar" o "llenar" un sentimiento de falta, de vacío (bulimia), como para expresar su más profundo malestar y rechazo hacia algo o alguien (anorexia).
Los que se "enganchan" a las drogas van a parar a centros de toxicómanos, pero "en voz baja" le confiesan al teraputa que toman la droga para intentar evadirse de su angustia y de su caos personal. Sin embargo, su inestabilidad e incontinencia, suele provocar que acaben siendo expulsados de los tratamientos por repetidas transgresiones de la norma, aumentando esto su sensación de fracaso y de culpa, y generando, por tanto, nuevos y mayores impulsos autodestructivos. Es un círculo vicioso que los tiene atrapados. Esta dinámica psicológica está estrechamente vinculada con un fondo depresivo, el cual se refuerza a medida que la enfermedad evoluciona, lo que hace que muchos de estos enfermos tengan a menudo ideas de suicidio, las cuales llegan a ponerse en acto en un número determinado de casos, aunque sea de forma "accidental" (accidentes de circulación, sobredosis de drogas, contagio de enfermedades víricas, etc.).
Los familiares de estas personas se sienten impotentes y confusos. No entienden qué ocurre, qué están haciendo mal, o qué podrían cambiar con tal de mejorar la situación. Acuden a especialistas en busca de consejo y orientación, pero a menudo la propia urgencia y angustia del problema, así como la ausencia de centros específicos para abordar esta enfermedad en su globalidad, hace que se haga difícil encauzar el caso bajo una dirección terapéutica determinada.
Estos son algunos de los aspectos que caracterizan a estas personas, que al haber sido observados como comunes a una población de enfermos, se han constituido en un síndrome específico que recibe desde la psiquiatría (D.S.M.), el nombre de Trastorno Límite de la Personalidad, y como todo síndrome está sujeto a las diferencias individuales".

Características generales Trastorno límite de Personalidad.
Inestabilidad en el estado de ánimo, la identidad, la autoimagen y la conducta interpersonal. Algunos los denominan "niños grandes" que no quieren crecer. En general este tipo de pacientes responde a los siguientes esquemas cognitivos:

1. Son muy inseguros de si mismos. Tienen una mala autoimagen.
2. Tienden a abandonarse en exceso.
3. Nada puede compensarles su gran vacío interior. Manifiestan casi obsesivamente deseos por una gran variedad de objetos. Una vez conseguidos ya están buscando otro nuevo objetivo a lograr.
4. Son muy dependientes de las personas con las que conviven.
5. La posibilidad de sufrir un abandono real o imaginario de las personas de las que dependen, o de enfrentarse a responsabilidades importantes, les puede crear situaciones de extrema tensión y violencia.
6. Están en un casi constante estado de ansiedad.
7. Dificultad para el estudio y la concentración.
8. En ocasiones su cólera domina su conducta.
9. Descontrol en la alimentación. Anorexia y/o Bulimia.
10. Abuso del alcohol, drogas, etc.
11. No pueden controlar sus sentimientos y emociones. Pasan de estados eufóricos a depresivos en cuestión de minutos .
12. No suelen cumplir sus compromisos. Abandonan terapias, estudios, trabajos, etc.
13. Son terriblemente receptivos y tienen una gran capacidad para la manipulación. En general culpan de todos sus problemas a las personas con las que conviven.
14. Degradan o ensalzan a las personas muy rápidamente.
15. Algunas veces sufren crisis de pánico.
16. Algunos tienen una gran dificultad para retener los mensajes verbales o escritos que acaban de recibir. "Parece que no nos escuchan"....
17. En muchos casos estos enfermos han tenido muchos problemas en su niñez. Hiperactividad, agresividad, etc. Su educación y relación social y familiar ha sido muy problemática. No han podido recibir un diagnóstico claro, hasta que coincidiendo con un cambio hormonal el síndrome TLP se ha manifestado en toda su magnitud.
18. En muchos casos hay antecedentes familiares por parte de alguno o ambos padres, con problemas mentales, drogas o alcoholismo.
19. Ante situaciones extremas a veces buscan el suicidio. El 10% de los que lo intentan, lo consiguen.

Todo ello origina un gran desconcierto al comprobar que los métodos educativos normales no funcionan. Nuestros esfuerzos por explicarles su situación o la realidad en que viven, parece no ser escuchado.
La convivencia con estos enfermos es una constante lucha de poderes para intentar llevarles por el camino de la normalidad. Es muy difícil conseguirlo y el fracaso familiar se manifiesta de muchas formas. (Separaciones, depresiones, etc). Realmente la vida cambia para toda la familia.

(Información proporcionada por ACAI-TPL)

Definición

Un trastorno de personalidad en general se caracteriza por ser un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto.
Tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta. Es estable a lo largo del tiempo y comporta malestar y perjuicios para el sujeto
Dentro del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, conocido internacionalmente como DSM-IV, está recogido y categorizado el TLP con el código ( 301.83 ), en el eje II. Este manual describe nueve criterios básicos para su diagnóstico, de los cuales se han de cumplir al menos cinco para que pueda emitirse el diagnóstico.
Prevalencia
Se estima que la prevalencia del trastorno límite de la personalidad es de alrededor del 2% de la población general, aproximadamente del 10% entre los sujetos vistos en los centros ambulatorios de salud mental y en torno al 20% entre los pacientes psiquiátricos ingresados.

Curso
Hay una considerable variedad en el curso de los trastornos límite de personalidad. El patrón más habitual es una inestabilidad crónica en el principio de la edad adulta, con episodios de grave descontrol afectivo e impulsivo y altos niveles de utilización de de los recursos de salud mental y general. El deterioro causado por el trastorno y el riesgo de suicidio son mayores en los primeros años de la edad adulta y van desapareciendo gradualmente con la edad. Durante la cuarta y quinta décadas de la vida, la mayoría de los sujetos con este trastorno logran una mayor estabilidad en sus relaciones y su actividad profesional.
Criterios para el diagnóstico del Trastorno límite de personalidad según el DSM-IV.
Un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la efectividad, y una notable impulsividad, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes criterios la explicación de los mismos está sacada del propio DSM-IV.

1. Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado. Nota. No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5. La percepción de una inminente separación o rechazo, o la pérdida de la estructura externa, pueden ocasionar cambios profundos en la autoimagen, afectividad, cognición y comportamiento. Estos sujetos son muy sensibles a las circunstancias ambientales. Experimentan intensos temores a ser abandonados y una ira inapropiada incluso ante una separación que en realidad es por tiempo limitado o cuando se producen cambios inevitables en los planes (p. ej., reacción de desesperación brusca cuando el clínico les anuncia el final de su tiempo de visita, angustia o enfurecimiento cuando alguien importante para ellos se retrasa aunque solo sea unos minutos o cuando tiene que cancelar su cita). Pueden creer que este <<abandono>> implica el ser <<malos>>. Estos temores a ser abandonados están relacionados con la intolerancia a estar solos y a la necesidad de estar acompañados de otras personas. Sus frenéticos esfuerzos para evitar el abandono pueden incluir actos impulsivos como los comportamientos de automutilación o suicidas, que se describen separadamente en el Criterio 5.

2. Un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por los extremos de idealización y devaluación. Pueden idealizar a quienes se ocupan de ellos o a sus amantes las primeras veces que se tratan, pedirles que estén mucho tiempo a su lado y compartir muy pronto los detalles más íntimos. Sin embargo cambian rápidamente de idealizar a los demás a devaluarlos, pensando que no les prestan suficiente atención, no les dan demasiado o no <<están>> lo suficiente. Estos sujetos pueden empatizar y ofrecer algo a los demás, pero solo con la expectativa de que la otra persona <<esté allí>> para corresponderles satisfaciendo sus propias necesidades o demandas. Son propensos asimismo a los cambios dramáticos en su opinión sobre los demás, que pueden ser vistos alternativamente como apoyos beneficiosos o cruelmente punitivos. Tales cambios suelen reflejar la desilusión con alguna de las personas que se ocupa de ellos y cuyas cualidades positivas han sido idealizadas o de quien se espera el rechazo o abandono.

3. Alteración de la identidad: autoimagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable. Se presentan cambios bruscos y dramáticos de la autoimagen, caracterizados por cambios de objetivos, valores y aspiraciones profesionales. Pueden producirse cambios bruscos de las opiniones y los planes sobre el futuro de los estudios, la identidad sexual, la escala de valores y el tipo de amistades. Estos sujetos pueden cambiar bruscamente desde el papel de suplicar la necesidad de ayuda hasta el de vengador justiciero de una afrenta ya pasada. Si bien lo habitual es que su autoimagen esté basada en ser perverso o desgraciado, a veces los individuos con este trastorno tienen también el sentimiento de que no existen en absoluto. Estas experiencias suelen ocurrir en situaciones en las que el sujeto percibe una falta de relaciones significativas, de ayuda y de apoyo. Estos sujetos pueden presentar un mal rendimiento laboral o escolar.

4. Impulsividad en al menos dos áreas, que es potencialmente dañina para sí mismo (p. ej.,gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida). Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5.

5. Comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación. El suicidio consumado se observa en un 8-10% de estos sujetos y los actos de automutilación (cortarse o quemarse) y las amenazas e intentos suicidas son muy frecuentes. El intento de suicidio recurrente es con frecuencia uno de los motivos por los que estos sujetos acuden a tratamiento. Estos actos autodestructivos suelen estar precipitados por los temores a la separación o al rechazo, o por la expectativa de tener que asumir una mayor responsabilidad. La automutilación puede ocurrir durante experiencias disociativas y a menudo les proporciona un alivio por el hecho de reafirmarles en su capacidad para sentir o servirles de expiación de su sentimiento de maldad.

6. Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (p. ej., episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y rara vez unos días). El estado de ánimo básico de tipo disfórico de los sujetos con un trastorno límite de la personalidad suele ser interrumpido por períodos de ira, angustia o desesperación y son raras las ocasiones en las que un estado de bienestar o satisfacción llega a tomar el relevo. Estos episodios pueden reflejar la extremada reactividad de estos individuos al stress interpersonal.

7. Sentimientos crónicos de vacío. Los sujetos con trastorno límite de la personalidad pueden estar atormentados por sentimientos crónicos de vacío. Se aburren con facilidad y están buscando siempre algo que hacer.


8. Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (p. ej., muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes). Es frecuente que los sujetos con trastorno límite de la personalidad expresen ira inapropiada e intensa o que tengan problemas para controlar la ira. Pueden mostrar sarcasmo extremo amargura persistente o explosiones verbales. Frecuentemente, la ira es desencadenada cuando consideran a una de las personas que se ocupa de ellos o a un amante negligente, represor despreocupado o que le abandona. Estas expresiones de ira suelen ir seguidas de pena y culpabilidad y contribuyen al sentimiento que tienen de ser malos.

9. Ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves. Durante períodos de estrés extremo se pueden presentar ideación paranoide transitoria o síntomas disociativos (p. ej., despersonalización), pero generalmente éstos son de duración e intensidad insuficientes para merecer un diagnóstico adicional. Lo más habitual es que estos episodios ocurran como respuesta a un abandono real o imaginado. Los síntomas tienden a ser pasajeros y duran entre minutos y horas. Con la vuelta real o percibida de la ayuda de la persona que se ocupa de ellos puede producirse la remisión de los síntomas.
Es Importante tener en cuenta que estos criterios no son por sí mismos un instrumento diagnóstico y que el cumplimiento o no de los criterios no sirve por sí solo para determinar si alguien padece o no el trastorno. El diagnóstico es un proceso complejo y debe ser siempre realizado por un profesional de la materia.

Características adicionales

Aparte de estos criterios básicos se dan otra serie de características que suelen ser más variables según los individuos pero que pueden ser útiles a la hora de completar el diagnóstico. Algunas de estos rasgos comunes en los borderline, propuestos por numerosos autores especializados en el Trastorno son:

1. Tienen dificultades para establecer límites personales definidos, tanto para sí mismos como para con los demás.

2. Tienen una vivencia paradójica del control: Por una parte pueden necesitar sentirse controlados por otros, al carecer ellos mismos de control o para intentar hacer su propia realidad más predecible y manejable; incluso pueden elegir un estilo de vida en el que estén sometidos a una autoridad ( el militar, cultos, sectas etc...) o unirse a personas abusivas que ejercen un control sobre ellos a través del miedo. Por otra parte pueden tener la necesidad de controlar ellos a otros o acusarlos de querer ejercer un control sobre ellos.

3. Tienen una sensibilidad interpersonal especial: algunos poseen una habilidad asombrosa para "leer" en la gente y descubrir sus puntos débiles.

4. Poseen una cierta competencia y control en algunas ocasiones: Por ejemplo algunos rinden muy bien en el trabajo o son superinteligentes, creativos y artísticos. Esto suele crear confusión en las personas que los rodean porque les cuesta entender que la misma persona pueda actuar de forma negativa en otras ocasiones.

5. Exigencias narcisistas: Algunos derivan el foco de atención sobre sí mismos y pueden reaccionar a la mayoría de las cosas basándose sólo en cómo les afecte a ellos.

6. Pueden experimentar miedo y mayor inseguridad en sí mismos cuando están precisamente a punto de conseguir algo lo cual les lleva a retroceder ( p.ej., dejar los estudios justo antes de graduarse, presentar una regresión cuando se habla de no progresos en la terapia, destruir una buena relación cuando parece que funciona).

7. Son frecuentes las pérdidas repetidas de trabajo, interrupciones de estudios o rupturas de relaciones.
La autora Marsha Linehan en su libro : Cognitive- Behavioral Treament of Borderline Personality Disorder (1993), destaca entre otros los siguientes rasgos:
Vulnerabilidad emocional: Pueden experimentar una activación emocional extra elevada, siendo muy sensibles a los estímulos emocionales negativos. Les cuesta mucho más tiempo bajar al nivel base de activación con la consiguiente dificultad para controlarse e impulsividad
Autoinvalidación: Tendencia a invalidar sus propias emociones, pensamientos, creencias y conductas; estableciendo a veces expectativas demasiado elevadas y poco realistas para consigo mismos. Esto puede dar lugar a un intenso sentimiento de vergüenza, odio e ira dirigida a sí mismos.
Aflicción inhibida: Tendencia a inhibir respuestas emocionales negativas, especialmente aquellas asociadas con dolor y pérdidas, incluyendo tristeza, ira, culpabilidad, vergüenza, ansiedad o pánico.
Aparente competencia: Tendencia a parecer más competente de lo que en esos momentos se es. A veces ocultan bajo una especie de máscara su verdadero estado.

Diagnóstico Diferencial

Es muy frecuente que el diagnóstico borderline no aparezca solo, sino ligado a uno o más trastornos del eje I :
1. Trastornos del estado de ánimo
2. Trastorno por estrés posttraumático
3. Trastornos de pánico y ansiedad
4. Abuso de sustancias
5. Trastornos de la alimentación
6. Trastorno obsesivo-Compulsivo
7. Trastorno por déficit de atención
O a otros trastornos de personalidad ( esquizotípico, histriónico, dependiente...). En algunos casos se deberán diagnosticar los dos trastornos si se cumplen los criterios necesarios pero en otros casos se deberá hacer un buen diagnóstico diferencial con respecto a los trastornos más parecidos porque esto tendrá efectos a la hora de aplicar el tratamiento adecuado, tanto psicoterapéutico como farmacológico. Hay que tener en cuenta que muchos de los síntomas propios de este Trastorno se solapan con los de los Trastornos arriba citados pero adquieren características diferentes cuando están encuadrados dentro del Trastorno base de personalidad. P.ej;. un borderline que además es adicto a las drogas presenta otras características que un drogadicto; así como un depresivo se diferencia de un borderline que presenta sintomatología depresiva. En ambos casos se requerirá un tratamiento diferenciado, incluso a nivel de medicación.
COMO ACTUAR
En esta sección recomendamos como se debe actuar en cada momento. Estos consejos se basan en la experiencia de otras personas con casos semejantes. Además indicamos la manera de sacar el máximo provecho de la información contenida en nuestra página.

1) Lo primero que hay que hacer es obtener la máxima información de la enfermedad y de los tratamientos recomendados. Para ello habría que descargar de nuestra página WEB las dos conferencias que ha realizado la Asociación EL PUENTE. También se recomienda descargar el cuadernillo de autoayuda para familiares con afectados TLP. Leerlo todo detenidamente antes de tomar ninguna determinación en cualquier sentido.

2) Tras su lectura hemos de comprobar si el comportamientos general del afectado coincide con el descrito en nuestra documentación. Si hay muchas coincidencias no hay que esperar más. Es necesario obtener un diagnóstico médico que indique el tipo de trastorno existente y si además existe otra patología que en un momento dado puede ser la dominante.

3) Hay que vigilar especialmente los casos de niños pequeños en los cuales se manifiestan comportamientos problemáticos. Como excesiva agresividad verbal, física, hiperactividad constante, rechazo generalizado en todos los ambientes donde vive el pequeño, problemas educativos con sus padres, colegios, etc. En estos casos es necesario dirigirse sin mas demora a un especialista en psiquiatría infantil al que solicitaremos se realice una batería de test que nos permita detectar a tiempo una futura patología. La prevención a tiempo puede llegar a evitar males mayores.

4) Para ello hay que dirigirse primero al médico de cabecera de nuestro centro de asistencia primaria. Solicitar un volante para la unidad de Psiquiatría o Centro de Salud Mental más adecuado.

5) Si fuera necesario buscar un profesional por la vía privada y no se sabe donde acudir, recurrir al directorio médico de nuestra página WEB. En todos los casos es muy importante comprobar la experiencia del profesional elegido.

6) Una vez en la consulta , explicar al médico los síntomas que se están observando. Para ello se recomienda llevarlos previamente por escrito para tener la certeza que no queden olvidados detalles que pueden ser muy importantes.

7) Solicitar al médico la realización de pruebas para la obtención de un diagnóstico por escrito. Desde el punto de vista médico y jurídico es muy conveniente disponer de un informe escrito. Este debe indicar claramente;
- El diagnóstico obtenido. Ej (TLP 301.83 DSM IV)
- Las herramientas utilizadas para su obtención.
- Los resultados obtenidos de los distintos test.
- El nombre del profesional que lo ha emitido.
- Nombre del Centro, fecha y firma.

8) El diagnóstico es muy importante para determinar el tipo de tratamiento a seguir. Desgraciadamente hay casos en los que el profesional lo emite tras una entrevista con el paciente que a veces no llega ni a los 15 minutos. En algunos casos esto trae como consecuencia diagnósticos erróneos y tratamientos inadecuados.

9) Si el estado del paciente exige un ingreso debido a que está sufriendo una crisis, hacerlo por urgencias psiquiátricas. La unidad que le atienda debe presentar un diagnóstico por escrito. Los familiares están en su derecho de efectuar una reclamación al servicio de atención al paciente, si consideran que dicho diagnóstico no es el adecuado.

10) Si el diagnóstico es positivo, confirmarlo con otro médico, (aunque sea privadamente). La enfermedad cambiará la vida de toda la familia. Hay que asegurarse de que no se han cometido errores.

11) Solicitar ayuda e información a las Asociaciones de afectados indicadas en esta página WEB. Estas intentaran reconducirnos a la solución mas adecuada y en algunos casos proporcionaran a los familiares una formación que contemple los aspectos médicos, terapéuticos, jurídicos, recursos públicos existentes, y pautas de comportamiento para con el enfermo. Incluso si éste se niega a recibir tratamiento.

12) Si no podemos acceder a una asociación TLP en nuestro lugar de residencia, habría que solicitar ayuda en la Federación de Asociaciones de Enfermos Mentales, FEAFES. Adjuntamos la información de contacto.

13) Buscar un Psiquiatra con experiencia en trastornos límite de personalidad que recete los psicofármacos adecuados y un especialista que se encargue de su psicoterapia. Aunque cada paciente tiene sus propias características que no pueden ser generalizadas, las psicoterapias que mejores resultados están obteniendo con los TLP, son del tipo cognitivo conductual, (Beck, Linehan).

14) Para los casos más graves, patologías duales, etc, recomendamos solicitar las pruebas de minusvalía. Toda la ayuda posible será necesaria. Desgraciadamente la experiencia de muchos afectados nos dice que es mucho más probable que los psiquiatras de las unidades de urgencias atiendan durante sus crisis a enfermos TLP con una minusvalía por enfermedad mental que a los que carecen de ella. Todavía quedan psiquiatras que no reconocen el síndrome TLP como una enfermedad.
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NADIE ME ENTIENDE/NADIE ME COMPRENDE/FANTASMA/KALIMERO/007/PREGUNTON/INCULTO