Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. Segunda Parte
Autor: Dr. Alberto Ochoa Govin | Publicado:  10/09/2009 | Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. , Neurologia , Neurocirugia | |
Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. Segunda Parte.2

Las características neuroconductuales o signos frecuentes que se observan tras una conmoción cerebral son:

 

  • Mirada ausente o expresión indiferente.
  • Retraso en la respuesta verbal y motora, el paciente tiene una lentitud para responder preguntas o seguir instrucciones.
  • Distracción fácil, distractibilidad, desconcentración, imposibilidad de cumplir con actividades normales.
  • Desorientación, el paciente camina hacia el lado equivocado, no sabe la fecha, la hora ni dónde está.
  • Alteraciones del habla, palabra arrastrada o incoherente, frases inconexas o incomprensibles.
  • Descoordinación, tropezones, imposibilidad de caminar en línea.
  • Inestabilidad emocional, llanto sin causa, aspecto de consternación.
  • Déficit de la memoria, reiteración de preguntas ya contestadas, imposibilidad de mencionar 3 objetos 5 minutos después de mencionárselos.
  • Cualquier tipo de alteración del conocimiento, coma, paralítico, ausencia de respuesta a los estímulos.

 

La confusión puede ser evidente apenas se produce el traumatismo o puede tardar varios minutos en aparecer. La pérdida del conocimiento es producto de un mecanismo de alteración transitoria de la función neuronal cuando es prácticamente instantánea, aunque puede haber una latencia de algunos segundos. Es de recuperación rápida y no suelen hallarse al examen, signos de lesión orgánica.

 

Los efectos clínicos de la conmoción son invariables; abolición inmediata de la conciencia, supresión de los reflejos, detención transitoria de la respiración, bradicardia, hipotensión; los signos vitales vuelven a la normalidad en pocos segundos.

 

Tras un corto periodo de tiempo la persona abre los ojos presenta nuevamente reflejos, moviliza los miembros ante estímulos dolorosos. Gradualmente se establece el contacto total con el ambiente.

Las manifestaciones clínicas del estado conmocional son reversibles en breve tiempo y su pronóstico es favorable.

 

Al describir las manifestaciones clínicas de la conmoción cerebral, algunos refieren que es una alteración postraumática inmediata, generalmente reversible, de las funciones cerebrales cuyo componente esencial es la perturbación de la conciencia. La pérdida del sensorio es por tiempo breve (como máximo una hora), aunque puede persistir un estado de estupor o confusión por dos o tres horas. Parte del cuadro es un periodo de perturbación de la memoria, en relación a los sucesos del traumatismo, tanto para los anteriores al trauma (amnesia retrógrada), como para los posteriores (amnesia anterógrada) reversible en menos de 24 horas.

 

La recuperación del estado de alteración de la conciencia puede cursar con un periodo de confusión y ligera agitación. En los niños se observa somnolencia, irritabilidad y palidez. Son frecuentes los vómitos (uno o más con restos de alimentos), el vértigo (que desaparece en pocas horas) y cefalea (generalmente moderada) que cede con el reposo, los analgésicos y bolsas de hielo en la cabeza.

 

No hay manifestaciones focales de lesión del sistema nervioso central (SNC). Es importante observar que las manifestaciones clínicas del estado conmocional son reversibles en pocas horas.

 

La conmoción implica un sustrato patológico, aún en conmociones ligeras que puede tener un efecto aditivo en traumatismos sucesivos. Por tanto, el paciente puede ser susceptible a efectos más serios en traumatismos craneoencefálicos posteriores, aun aparentemente ligeros.

 

En la conmoción, la lesión orgánica del sistema nervioso central (SNC) es limitada y solo afecta funciones de la conciencia sin alterarse las funciones motoras. Actualmente es discutido el establecer límites arbitrarios acerca de la duración de la pérdida del conocimiento en la conmoción cerebral, así como considerar una perdida breve de la conciencia como indicativo de conmoción y una prolongada como contusión u otra lesión cerebral traumática, tal diferencia es cuantitativa y no cualitativa.

 

Los niveles de glutamato (neurotransmisor excitador) suben tras una conmoción cerebral y el cerebro entra en un estado hiperglucolítico e hipermetabólico, que a veces se prolonga entre 7 a 10 días después del traumatismo.

 

Es también durante este período que el cerebro puede ser más sensible a una segunda lesión denominada síndrome del segundo impacto, que veremos más adelante en las complicaciones del traumatismo encefalocraneal (TEC), que, en parte, es debido a un deterioro de la autorregulación cerebral, que agrava el cuadro clínico del traumatizado, incluso puede ocasionar un edema cerebral maligno.

 

Este cuadro algunos autores lo relacionan y describen junto a la conmoción cerebral del deportista, pues, es en estos, donde aparece generalmente y donde se han hechos estudios con relación al tema, diferenciándola de los casos con conmoción cerebral que se atienden con frecuencia en los servicios y salas de urgencias.

 

Tras la conmoción cerebral puede aparecer también como complicación un síndrome postconmocional.

 

Conmoción cerebral del deportista.

 

Aproximadamente el 10% de los traumatismos encefalocraneanos y raquimedulares son consecuencia de un episodio vinculado a los deportes, la conmoción cerebral también denominada por algunos traumatismo encefalocraneal (TEC) leve, generalmente, es muy distinta de los casos graves con daños cerebrales que atienden los neurocirujanos de forma urgente y que posteriormente si sobreviven, deben seguir en el consultorio para un seguimiento y control de posibles complicaciones y secuelas.

 Si bien los casos de los atletas, en varios estudios, son los que han proporcionado la experiencia más amplia respecto de esta entidad, se debe tener precaución al aplicar estos conocimientos a otros tipos de traumatismos.

 

En atletas que sufren traumatismos encefalocraneales en varias oportunidades, que han tenido repetidas conmociones cerebrales y sufren, en este caso un nuevo traumatismo, que incluso puede ser el segundo, cuando aún persisten los efectos del anterior, es posible que se genere un edema cerebral resistente a casi todos los tratamientos, lo cual aunque suele ser infrecuente tiene índices de mortalidad elevados.

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