Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. Segunda Parte
Autor: Dr. Alberto Ochoa Govin | Publicado:  10/09/2009 | Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. , Neurologia , Neurocirugia | |
Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. Segunda Parte.23

Este tipo de vértigo se acompaña de manifestaciones vagales o componentes vegetativos como son: la palidez, la sudoración, vómitos, bradicardia, diarreas, sensación de angustia, las cuales, junto al vértigo resultan particularmente desagradables para el paciente.

 

Otros signos frecuentes son: el nistagmo, que se aprecia al realizar una inspección de la cara y de los movimientos oculares de forma espontánea o al intentar una visión horizontal o vertical hacia las posiciones extremas, este se caracteriza por la aparición de un movimiento rítmico de los globos oculares con una fase lenta y una fase rápida en sentido contrario a la anterior, y que es la que se recoge para señalar su dirección que generalmente en estos casos es horizontal ya sea a la derecha o a la izquierda.

 

Además están las alteraciones del equilibrio, o desequilibrio primario, que se expresan con alteraciones de la marcha que no dependen de la existencia de una ataxia, estas muestran una tendencia a ser unilateral.

 

La prueba de desviación del índice de Barany es positiva (se le pide al enfermo que con su brazo extendido toque con su dedo índice el del observador, quien debe estar situado a la distancia de un largo de brazo.

 

Una vez realizado lo anterior se le pide que baje los brazos y con los ojos cerrados vuelva a tocar con sus dedos índices los del observador que, desde luego, habrá conservado la misma posición que tenia al comenzar la prueba, normalmente el paciente podrá hacerlo, en caso de alteraciones vestibulares no lo hará y desviará uno o los dos índices en un sentido (siempre el mismo).

 

Durante la exploración el paciente presenta signo de Romberg positivo (el desequilibrio aumenta al cerrar los ojos).

 

Se pueden hacer pruebas calóricas y rotatorias para producir cambios en la corriente de la endolinfa y probar el aparato vestibular, confirmando el diagnóstico.

 

El vértigo central postraumático es poco frecuente y suele producirse a consecuencia de una isquemia cerebral postraumática sobre todo del territorio vertebrobasilar, una hemorragia cerebelosa, o posterior, o bien en el curso de eventos convulsivos por la formación de focos epileptógenos postraumáticos. Este tipo de vértigo no se acompaña de las manifestaciones vagales descritas. (63,64)

 

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