Estrategias neurolingüisticas en el cuidado humano. Una vision de la enfermera para educar a pacientes que reciben quimioterapia
Autor: Griselda Galíndez  | Publicado:  3/10/2011 | Enfermeria , Oncologia , Articulos | |
Estrategias neurolingüisticas cuidado humano. Enfermera para educar pacientes quimioterapia .10

Alcaloides de la vinca: vincristina, vinblastina y vinorelbina.
Taxanos: paclitaxel y docetaxel.
Podofilotoxinas: etopósido y tenipósido.
Análogos de camptotecina: irinotecán y topotecán.


Antibióticos antitumorales: Los antibióticos antitumorales son tratamientos químicos realizados con productos naturales producidos por especies del hongo del suelo Estreptomices. Estos fármacos actúan durante múltiples fases del ciclo celular y se consideran específicos al ciclo celular. Existen varios tipos de antibióticos antitumorales:

Antraciclinas: doxorubicina, daunorubicina, epirubicina, mitoxantrona e idarubicina.
Cromomicinas: dactinomicina y plicamicina.
Otros: mitomicina y bleomicina.

Antimetabolitos: Los antimetabolitos son tipos de tratamientos de quimioterapia muy similares a las sustancias normales que se encuentran dentro de la célula. Cuando las células incorporan estas sustancias a su metabolismo celular, pierden la capacidad de dividirse. Los antimetabolitos son específicos al ciclo celular. Atacan las células en fases muy específicas del ciclo. Los antimetabolitos se clasifican de acuerdo con las sustancias con que interfieren.

Antagonista del ácido fólico: metotrexato.
Antagonistas de la pirimidina: 5-fluoruracilo, floxuridina, citarabina, capecitabina y gemcitabina.
Antagonistas de las purinas: 6-mercaptopurina y 6-tioguanina.
Inhibidores de la adenosina deaminasa: cladribina, fludarabina, nelarabina y pentostatina.

Inhibidores de las topoisomerasas: Los inhibidores de la topoisomerasa son tipos de fármacos de quimioterapia que interfieren en la acción de las enzimas topoisomerasas (topoisomerasa I y II). Durante el proceso de los tratamientos de quimioterapia, las enzimas topoisomerasas controlan la manipulación de la estructura del ADN necesaria para la replicación.
Inhibidores de la topoisomerasa I: irinotecán, topotecán.
Inhibidores de la topoisomerasa II: amsacrina, etoposida, fosfato de etoposida, teniposida.

Antineoplásicos misceláneos: Varios tipos útiles de fármacos de quimioterapia son únicos:
Inhibidor de reductasa ribonucleótida: hidroxiurea.
Inhibidor de esteroides adrenocorticales: mitotano.
Enzimas: asparaginasa y pegaspargasa.
Agente antimicrotubular: estramustina.
Retinoides: bexaroteno, isotretinoína, tretinoína (ATRA).

Ahora bien, la quimioterapia para el tratamiento del cáncer se suele combinar con cirugía y radioterapia, de manera que el mejor abordaje del tratamiento es el multidisciplinar. El objetivo de la quimioterapia consiste en la destrucción de células tumorales. Según cuándo y con qué finalidad se administre la quimioterapia respecto a las otras modalidades terapéuticas del cáncer, ésta se clasifica en:

Quimioterapia adyuvante: Es la quimioterapia que se administra generalmente después de un tratamiento principal como es la cirugía, para disminuir la incidencia de diseminación a distancia del cáncer.
Quimioterapia neoadyuvante o de inducción: Es la quimioterapia que se inicia antes de cualquier tratamiento quirúrgico o de radioterapia con la finalidad de evaluar la efectividad in vivo del tratamiento. La quimioterapia neoadyuvante disminuye el estadio tumoral pudiendo mejorar los resultados de la cirugía y de la radioterapia y en algunas ocasiones la respuesta obtenida al llegar a la cirugía, es factor pronóstico.
Radioquimioterapia concomitante: También llamada quimiorradioterapia, que se administra de forma concurrente o a la vez con la radioterapia con el fin de potenciar el efecto de la radiación o de actuar espacialmente con ella, es decir potenciar el efecto local de la radiación y actuar de forma sistémica con la quimioterapia.
Quimioterapia paliativa: en tumores que no se vayan a intervenir quirúrgicamente por existir metástasis a distancia y cuando la finalidad del tratamiento no sea curativa.

Según el modo de administración:

Monoterapia: administración de un único fármaco antineoplásico.
Poliquimioterapia: Es la asociación de varios agentes antineoplásicos que actúan con diferentes mecanismos de acción, sinérgicamente, con el fin de disminuir la dosis de cada fármaco individual y aumentar la potencia terapéutica de todas las sustancias juntas. Esta asociación de quimioterápicos suele estar definida según el tipo de fármacos que forman la asociación, dosis y tiempo en el que se administra, formando un esquema de quimioterapia.
Poliquimioterapia combinada: administración varios fármacos conjuntamente.
Poliquimioterapia secuencial: administración de fármacos secuencialmente.

Según la vía de administración

La vía más habitual es la intravenosa. Frecuentemente se utiliza un catéter para la infusión, que en ocasiones se adhiere a un dispositivo pequeño, de plástico o de metal, que se coloca bajo la piel y evita pinchazos (port-a-cath); aunque hay múltiples dispositivos permanentes que permiten la administración de quimioterapia, como los catéteres centrales de inserción periférica (PICC), catéteres Hickman, etc. En los últimos años, con la intención de facilitar la administración de quimioterapia, se han desarrollado y comercializado agentes de quimioterapia por vía oral; éste es el caso de capecitabina y temozolamida, entre otros. El tipo de administración por vía oral, no significa la ausencia de toxicidad, por lo que siempre se deben manejar y administrar por oncólogos médicos expertos en su prescripción, mecanismo de acción y manejo de la toxicidad. Por otro lado, la administración de quimioterapia regional se utiliza para incrementar la perfusión de quimioterapia en determinadas localizaciones. Los principales tipos de quimioterapia regional son: la quimioterapia intracavitaria, bien sea intravesical, intraperitoneal, intrapleural, intradural, y la quimioterapia intraarterial. Habitualmente, estas vías sólo se utilizan en situaciones especiales, por ejemplo: quimioterapia intraperitoneal en el caso de carcinomatosis peritoneal por tumores de ovario o de origen digestivo; quimioterapia intratecal en el caso de linfomas de alto grado o carcinomatosis meníngea; quimioterapia intravesical en los tumores superficiales de vejiga.

Según el mecanismo de acción

Los fármacos quimioterápicos se dividen en dos categorías principales, citotóxicos y citostáticos. Aunque desde una perspectiva clínica, el principio fundamental es que los fármacos a emplear en el tratamiento del cáncer deben presentar un índice terapéutico adecuado, es decir, contar con evidencias de eficacia clínica que justifiquen su uso, tener un perfil de toxicidad aceptable (previsible, reversible y manejable), e idealmente contar con una explicación coherente sobre su mecanismo acción, desde el punto de vista del desarrollo clínico de nuevos fármacos. Los modelos para los citostáticos frente a los citotóxicos son claramente diferenciados en sus fases iniciales. En el caso de los fármacos citotóxicos, los objetivos en estudios iniciales deben ser la toxicidad limitante de dosis y conocer la dosis recomendada, además de la tasa de respuestas. Por el contrario, los estudios iniciales de fármacos citostáticos principalmente se valorará la farmacodinámica o el efecto biológico de la saturación de la diana sobre la que actúa, además del tiempo a la progresión y la capacidad de estabilización de la enfermedad.

Cuidado humano en el paciente con cáncer

Señala Rondón y otros (2003) que el cuidado humano está conformado por la visión mundial y cosmológica, los valores y supuestos del paradigma del cuidado y por los principales elementos de la teoría: la relación de cuidado transpersonal, los factores caritativos, el momento y la ocasión de cuidado y la conciencia de cuidar sanar. Esta reflexión sobre el retorno a la reverencia y al sentido de sacralidad, de manera consciente ha generado satisfacción por el significado que le otorgamos al cuidado cuando antes lo veíamos como algo rutinario o una obligación a realizar. Ahora realizar una historia de enfermería o realizar un control de signos vitales tiene el agregado sagrado de permitir abordar o llegar a las personas hospitalizadas y entablar con ellas ese contacto que enriquece el alma al poder conocer y ayudar a otros a sobrellevar su situación, como es la situación del paciente oncológico.

En este orden de ideas, creo que la fenomenología describe como el hombre conoce y comprende sus experiencias. Las experiencias vividas con otros seres humanos en los eventos cumbres de su vida, tales como la creación, el nacimiento, los triunfos, pérdidas, soledad, separación, muerte y otros, inclusive, en el momento de la muerte podemos comprender lo sagrado y particular de ese momento y permitir que todos los familiares y personas de gran afecto al enfermo, entren en contacto con ella de manera enriquecedora y afectiva.

Al respecto Watson (2002), señala que el mundo interior puede trascender el tiempo mediante la introspección, la imaginación creativa, meditación, visualización, auto-proyección, sueños, fantasías y otros procesos inconscientes y posiblemente supra-conscientes, quizás no explorados de todo. Por lo que la autenticidad y la conciencia de la enfermera permite en la vida diaria, comprender que la expresión de sentimientos del otro le otorga la capacidad de autodefinirse y auto comprenderse para sí mismo y no para el otro.


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