OTORRINOLARINGOLOGIA: PLAN DE LA ESPECIALIDAD (1)
1. DENOMINACION OFICIAL (R. DTO. 127/84) DE LA ESPECIALIDAD Y
REQUISITOS
Otorrinolaringología.
Duración: 4 años.
Licenciatura previa: Medicina.
2.
INTRODUCCION
La Otorrinolaringología comprende un amplio campo de estudio y
quehacer quirúrgico sobre un área compleja en la que el nexo de
unión, la pertenencia de forma fundamental o secundaria a la vía
aerodigestiva superior, encubre en muchas ocasiones situaciones
netamente diferenciadas en cuanto al método diagnóstico y a la
técnica quirúrgica. Esta complejidad se inicia en el desarrollo
prenatal, ya que el área objeto de estudio de esta especialidad se
forma a expensas del extremo cefálico del embrión, donde todo tiende
a ser diferente. En este marco se forma la cara y el cuello, y
dentro de la primera se alojan los órganos de los sentidos del oído,
olfato y gusto, además de abrirse las dos vías fundamentales de
aporte vital para el mantenimiento del individuo: las vías aérea y
digestiva. Por otra parte, el tallo que une estas estructuras con el
resto del organismo, el cuello, es inseparable de las áreas
específicas de la especialidad, ya que por él discurren las vías
antes citadas, además de poseer la laringe, órgano capital para la
comunicación.
La Otorrinolaringología podría ser definida como un pilar funda
mental de la comunicación, ya que a través de los órganos de los
sentidos objeto de su estudio (oído, olfato y gusto) se recibe
información sobre el medio circundante. Además, el sistema
vestibular central integra las aferencias que, desde los receptores
del laberinto posterior y las terminaciones propioceptivas
cervicales, van a proporcionar conocimiento de la situación espacial
y a generar reflejos que permitan el mantenimiento del tono muscular
y el equilibrio. Si esto es así en el terreno de la recepción y
procesamiento de la información externa, cabe decir lo mismo en el
campo de la proyección al mundo exterior a través de la fonación.
Este conjunto de órganos se altera en los procesos patológicos que
inciden en las vías nerviosas aferentes o eferentes, o por procesos
inflamatorios, traumáticos y tumorales que asientan sobre los
órganos receptores o efectores, debiendo ser restablecida la
normalidad al mejor nivel posible. En otras ocasiones, la actuación
quirúrgica sobre estas enfermedades va a crear alteraciones en la
comunicación, siendo necesario paliar quirúrgicamente las
consecuencias creadas por la extirpación o lesión de estructuras
fundamentales en la vida de relación.
Como se ha dicho anteriormente, el origen y parte del trayecto de
las vías aerodigestivas caen dentro de la competencia de la
Otorrinolaringología. Son numerosos los procesos de diverso origen
que inciden sobre ellas y que, en determinados casos, lo hacen
simultáneamente sobre otras estructuras cervicales y faciales
importantes (carótida, mediastino superior, órbita, fosa craneal
anterior, etc.). Siendo, por lo tanto, inexcusable el conocimiento
anatómico de toda esta encrucijada.
Al margen de los límites objetivos de la especialidad y de los que
uno mismo se marque, la medicina actual se entiende como un trabajo
en equipo, por lo que el otorrinolaringólogo debe cultivar la
interrelación con patólogos, radiólogos, radioterapeutas, oncólogos,
endocrinólogos, oftalmólogos, neurocirujanos, cirujanos plásticos,
cirujanos generales, cirujanos maxilofaciales, cirujanos torácicos,
etc., lo que permitirá un enriquecimiento mutuo y la consecución del
objetivo principal de la Medicina: proporcionar bienestar físico y
moral a los enfermos.
3.
DEFINICION DE LA ESPECIALIDAD
La Otorrinolaringología comprende el conjunto de conocimientos
teórico-prácticos necesarios para el diagnóstico y tratamiento
médico-quirúrgico de la patología infecciosa, oncológica,
traumática, congénita y degenerativa del oído, fosas nasales y senos
paranasales, faringe y laringe.
4. OBJETIVOS GENERALES DE LA FORMACION
El amplio marco de la Otorrinolaringología requiere que el programa
provea una formación médica y quirúrgica en las siguientes áreas:
morfología, embriología, biología celular, fisiología, farmacología,
anatomía patológica, microbiología, bioquímica, genética molecular e
inmunología en los aspectos relacionados con la especialidad; vías
respiratorias y digestivas superiores; ciencias de la comunicación,
incluyendo el conocimiento de la patología del lenguaje; sentidos
del gusto y del olfato; endocrinología y neurología en su relación
con la especialidad. La formación en anatomía debe incluir la
disección en el cadáver de la cara, cuello, hueso temporal y áreas
próximas. La formación en anatomía patológica debe hacerse con el
patólogo que estudie los especímenes quirúrgicos y las biopsias y
que rea]ice las necropsias de los pacientes del servicio de ORL.
Mayor profundización debe obtenerse en el campo de la audiología y
de la exploración vestibular, así como en otras técnicas
electrofisiológicas aplicadas en la especialidad, en la
interpretación de las técnicas de imagen, en la endoscopia rígida y
flexible, y en las técnicas de rehabilitación auditiva, vestibular,
respiratoria, de la deglución y de la voz.
Un aspecto fundamental del programa es la experiencia quirúrgica.
Aunque no es posible que todos los residentes adquieran experiencia
en cada uno de los procedimientos operatorios, el número y variedad
de las intervenciones realizadas debe abarcar los distintos campos
de la especialidad, de forma que tenga los fundamentos quirúrgicos
para acometer con éxito intervenciones no hechas en el período
formativo. Es muy importante que al finalizar el período formativo
las intervenciones realizadas por los residentes de un servicio sean
similares en cantidad y calidad, a fin de no producir desequilibrios
en la formación de unos respecto a otros.
El programa debe facultar la adquisición de experiencia de forma
progresiva y planificada bajo supervisión, ya sea en la consulta
externa o en el quirófano, de manera que al finalizarlo el residente
pueda tomar decisiones diagnósticas y terapéuticas sólidamente
asentadas.
La formación teórica, que debe hacerse mediante el sistema de
tutorías, es otro aspecto destacado del programa. Para ello es
aconsejable programar conferencias sobre ciencias básicas dadas por
personas con experiencia en la materia que se trate, a las que
asistan los residentes y los médicos de plantilla. Es esencial que
los médicos de plantilla participen en la educación en ciencias
básicas y haya una interacción con los residentes.
Además, se deben programar seminarios sobre temas clínicos, sesiones
clínicas de mortalidad y morbilidad, de tumores. y sesiones
interdisciplinarias.
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