Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. Decima Parte
Autor: Dr. Alberto Ochoa Govin | Publicado:  10/09/2009 | Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. , Neurologia , Neurocirugia | |
Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. Decima Parte.21

Cefalohematomas.

 

Los cefalohematomas están formados por sangre acumulada bajo el cuero cabelludo y se observan casi con exclusividad en niños.

 

Los hay de dos tipos:

 

  • Hematoma subgaleal: puede formarse aunque el paciente no haya sufrido ninguna lesión ósea, o puede estar asociada a una fractura craneana lineal no desplazada (sobre todo en los menores de un año).

 

La hemorragia que invade el tejido conjuntivo laxo separa la galea del periostio y puede atravesar las suturas. Generalmente, comienza como un pequeño hematoma focal y puede crecer hasta ser inmenso (provoca una disminución significativa de la volemia circulante en los menores de un año por lo que puede llegar hacer necesario efectuar una reposición por transfusión). En manos inexpertas, el hematoma subgaleal puede ser interpretado erróneamente como cúmulos de líquido cefalorraquídeo (LCR) bajo el cuero cabelludo. Al palparlo, se lo reconoce como una masa blanda y fluctuante. Nunca se calcifica. También lo llaman bolsa serosanguínea, sobre todo los pediatras y neonatólogos.

 

  • Hematoma subperióstico (algunos denominan “cefalohematoma“ solo a este tipo): es más frecuente en los neonatos (está asociado al parto y puede ser producto del empleo de un monitor neonatal del cuero cabelludo) la hemorragia eleva el periostio y su extensión queda limitada por las suturas. Es más firme y menos fluctuante que el subgaleal aunque el cuero cabelludo que cubre la masa se mueve con libertad. Hay reabsorción espontánea en el 80% de los casos, generalmente al cabo de 2-3 semanas. A veces, pueden calcificarse.

 

Los lactantes pueden presentar ictericia (hiperbilirrubinemia) mientras se reabsorbe la sangre, en ocasiones hasta 10 días después de la aparición del hematoma.

 

Tratamiento.

 

Casi nunca es necesario tratar estas alteraciones con más que analgésicos, por que suelen resolverse al cabo de 2-4 semanas. Es importante no caer en la tentación de aspirar por vía percutánea estos hematomas por que el riesgo de de que se infecte excede el riesgo de adoptar una actitud expectante, además de que, en los neonatos, extraer la sangre puede provocar anemia. Se deben controlar en estudios seriados la hemoglobina y el hematocrito en casos de lesiones de gran tamaño. Si persiste el hematoma subperióstico por más de 6 semanas, es conveniente sacar una radiografía de cráneo. Si la lesión se ha calcificado, cabe indicar una resección quirúrgica por cuestiones estéticas (aunque, generalmente, el cráneo recupera su contorno normal después de 3-6 meses

 

Maltrato infantil.

 

Al menos 10% de los niños menores de 10 años que ingresan en la sala de emergencias por supuestos accidentes son víctimas de maltrato infantil. Es baja la incidencia de los traumatismos encefalocraneanos accidentales que tiene tienen consecuencias graves entre los menores de 3 años pero, en este mismo grupo etáreo la incidencia de maltrato es la más alta.

 

No hay signos patognomónicos que indique maltrato infantil, pero existen algunos factores que aumenten el índice de sospecha:

 

  • hemorragia retiniana
  • hematomas subdurales crónicos bilaterales en niños < 2 años de edad
  • fracturas múltiples de cráneo o asociadas a traumatismos intracraneanos
  • daño neurológico significativo y signos menos de traumatismos externo

 

Síndrome del niño maltratado (sacudido).

 

Cuando se sacude con violencia a un niño, su cerebro sufre violentas aceleraciones y desaceleraciones angulares (la cabeza de los lactantes es proporcionalmente grande para el cuerpo y los músculos son relativamente débiles) y estos cambios de aceleración pueden causar una lesión cerebral significativa algunos investigadores consideran que, a menudo, también pueda estar implicado algún golpe.

 

Los signos característicos son hemorragias retinianas (véase adelante) hematomas subdurales (bilaterales en 80% de los casos) y hemorragias subaracnoideas. Por lo general, los signos externos de traumatismos son escasos o están ausentes (incluso en los niños que presentan golpes, aunque estos hallazgos pueden aparecer en la necropsia). En algunos casos, se pueden observar marcas de dedo en el pecho, fracturas de varias costillas y compresión pulmonar; además, si bien son infrecuentes, pueden producirse hemorragias del parénquima pulmonar. En estos casos, casi siempre la muerte es consecuencia de hipertensión intracraneal incontrolable. Así mismo, puede haber lesión de la charnela cervicobulbar

 

Hemorragias retinianas de niños maltratados.

 

En un niño que presenta traumatismos múltiples y antecedentes contradictorios, la presencia de hemorragias retinianas también puede producirse en casos que no presentan signos de maltrato.

 

De 26 niños maltratados menores de 3 años, 16 presentaron hemorragia retiniana en la oftalmoscopia, mientras que solo presentaron este hallazgo 1 de 32 traumatizados encefalocraneanos no víctimas de maltrato (la única posibilidad de un hallazgo falso positivo es el parto traumático, que tiene una incidencia de hemorragia retiniana de 15%-30%)

 

Diagnóstico diferencial de las causas de la hemorragia retiniana

 

1.     Maltrato infantil (síndrome del niño maltratado).

2.     Efusión subdural benigna de los lactantes.

3.     Mal de las alturas.

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