[quote=Anonimo]Hola a todas y a todos…
Sé mucho de todo lo que estáis padeciendo, pues yo tengo ahora 34 años y hace ya 12 años que me diagnosticaron FIBROMIALGIA. Quiero que esta carta sea esperanzadora para muchos y muchas, pues sé de lo que hablo, y creo que puede resultar de gran ayuda, aunque al principio seguramente no entenderéis lo que os transmito, puesto que yo en su momento tampoco lo entendía. Pero me siento en la obligación moral y personal de contaros mi historia porque sé que de alguna forma, podré ayudar a alguien, con que sea una sola persona, ya me sentiré contenta y feliz, aunque prefiero sinceramente que sean más de una persona que esta historia le ayude a entender todo lo que os voy a contar.
Mi historia es la siguiente: Hace 12 años, empecé a tener los dolores que ya conocemos, en todas las articulaciones, en los ligamentos, músculos etc, en distintos puntos de mi cuerpo (caderas, tobillos, rodillas, hombros, muñecas, codos, en el hueco de los ojos, la mandíbula etc…, hasta el punto que incluso me costaba hacer pis hablando claramente, de tal manera que tenía que ingresar en el hospital y con la ayuda de una sonda poder liberarme de tal dolor en la vejiga que me provocaba náuseas y mareos, etc…)
Fui de médico en médico sin saber lo que me pasaba, nadie sabía nada puesto que como ya sabéis no sale reflejado en ningún tipo de análisis que te hagan (radiografías-análisis, etc). Mi estado era cada vez más lamentable, me dolía todo cada vez más, por las mañanas me levantaba como si me hubiesen pegado una paliza, pues no descansaba, puesto que me llevaba toda la noche en tensión, con los músculos contraídos, etc. Los años fueron pasando y seguía sin saber cual era mi problema, hasta el punto que terminé mi carrera de Artes modelando y tallando sentada, planchando y fregando sentada, ya que el dolor era tal que no podía permanecer más de 10 mn de pie. Entre médico y médico, me fueron dando todo tipo de tratamientos, filtraciones de corticoide en los tobillos, plantillas ya que un osado médico alegó que tenía una cadera más alta que la otra, y que era plana, cosa que con las plantillas empeoró mis dolencias. Otro médico me dijo que tenía que comprarme botas de escalar montañas, de esas que te mantienen el tobillo recto, fui como las locas a comprarme una y al ver que no me sujetaban el tobillo tal y como el médico me dijo, me compré unas botas, y en el zapatero, le expliqué lo que me había dicho el médico que debía hacerle a las botas, me da hasta rabia recordar y tener que contar lo que me hicieron en las botas, es criminal, pues me rodearon las botas con hierro metálico para que mi pie y tobillo no se movieran para nada, y así estuve con las botas meses y meses, invierno y verano( imaginaros con el calor…) pero eso fue lo de menos, lo más preocupante fue que los dolores fueron a más y más…
Desesperada me fui a la clínica del dolor, me hicieron todo tipo de pruebas, y la solución que me dio otro osado y fantástico médico es que me hiciese filtraciones en la espina dorsal cada dos semanas y que me lo pensase muy muy bien ya que era bastante arriesgado y podría quedarme paralítica. Imaginaros como salí del hospital….
Luego otro médico tras varias pruebas y una breve exploración, llegó a la conclusión sin más, de que tenía la vejiga muy alta y por eso mis problemas a la hora de hacer pis, y que la solución era la intervención.

Mi padre es médico, concretamente ginecólogo, pero vivía entonces y vive en el extranjero, desesperada lo llamé, y me dijo que ni se le ocurriera a ningún médico que me tocara, que me comprara un billete de avión y me fuese a verlo y allí hablaría con médicos para ver lo que tenía. Así lo hice, llegué un lunes y el martes tenía cita con varios médicos. Tras varias pruebas, exploraciones, etc. Llegaron a la conclusión de que mi enfermedad se llamaba “FIBROMIALGIA”, y con más precisión FIBROMIALGIA DEPRESIVA. Son 18 puntos los que me tocaron y cada uno me dolía más que otro.
Pues bueno, salí de allí, algo confusa, pues vale, tengo Fibromialgia y ahora que? Ahora empezó lo peor, me atiborraron de pastillas, tranquilizantes, relajantes, antidepresivos, hasta llegar a tomarme al día 23 pastillas!!, y no exagero. Pues imaginaros como andaba por casa, era un fantasma andante, drogada totalmente, sin ganas de nada, sin fuerzas para nada, de la cama al sofá y viceversa, si tenía principio de depresión eso ya me hundió de lleno en ella, pues me sentía inútil, una incapacitada, aquello era la cola que se mordía el pez, pues mientras más pastillas, más me deprimía, y más me dolía, ya que más tensión, angustia, depresión sentía.
Y un día desesperada, me puse a mirar por internet, me empapé de todo lo que se sabía sobre la fibromialgia, de todo, y fui siendo casi una experta en ella, convirtiéndose en mi mejor amiga y a la vez mi enemiga. Pero empecé a saber de ella, a saber de donde viene. Supe la raíz del problema, la FIBROMIALGIA, tal y como su nombre indica, FIBRO significa fibra, y MIALGIA significa dolor, con lo cual dolor de la fibra. La fibromialgia, no es una enfermedad, puede que no os guste lo que vais a leer a partir de ahora, pero es mi vivencia y me ha ido bastante bien. Me di cuenta que los síntomas dependían totalmente de mi estado anímico, de ahí que la llamen fibromialgia depresiva, cuando estaba mal de ánimos el dolor se multiplicaba, cuando estaba mejor de ánimos el dolor disminuía considerablemente. Leí que el deporte era bueno, pues al relajar los músculos después de una sesión de deporte, ibas liberándolos de la tensión y con ello disminuía el dolor, esto es como la cola que se muerde el pez. Empecé a hacer deporte, investigando cual era el que me iba bien, pues nadar no me funcionó, poco a poco fui experimentando con mi cuerpo lo que me mejoraba, fueron las pesas y la bicicleta, hay gente que le va bien otro tipo de ejercicios, como la natación, el andar, ect., no hay un ejercicio específico para esto, cada persona le va un ejercicio u otro. Es cuestión de experimentar.
Antes de empezar a hacer ejercicios, cometí una locura y no se la recomiendo a nadie, pues me mentalicé en que yo me quería curar, que la fibromialgia no era una enfermedad en si, que era emocional, todo dependía de cómo estaba uno por dentro, psicológicamente, así que me quité todas las pastillas, fue una locura, pero así lo hice, me quité las 23 pastillas que me tomaba cada día de golpe, y pasé casi una semana postrada en la cama pasando lo que se llama literalmente el “mono”, sudores, temblores, náuseas, vómitos, mareos, fue una PESADILLA, fue horrible, casi una semana en la cama sin comer ni dormir casi ni nada, pero lo logré. Me quité de todo y empecé a comer, pues en esa época estaba delgada por la depresión que tenía y que no relacionaba con la fibromialgia, empecé a comer bien, empecé a hacer deporte. Fueron pasando los meses, y empecé a mejorar, los dolores eran cada vez menores, ya casi no tenía problemas al ir al servicio, todo dependía de mi estado anímico, si tenía problemas de ansiedad, tensiones, todo ello llevaba a que los síntomas de dolor aumentaran, si os dais cuenta, ya no menciono la palabra fibromialgia, puesto que no es una enfermedad, son síntomas provocados por algo más psicológico, son síntomas que se desarrollan provocados por una depresión, con lo cual dejé de pensar que estaba enferma, es un paso que hay que dar para enfrentarse realmente a eso que llaman fibromialgia.
Fui mejorando cada vez más, hoy día ya no tengo ningún problema para hacer pis, y los dolores son muy leves, todo depende de mi estado anímico, y por eso me apunté a un taller de relajación, estoy intentando combatir esos dolores tanto físicamente (deporte) como emocionalmente ( taller de relajación y terapia). Ahora sé y entiendo todo lo que pasó durante esos 12 años, la falta de información tanto por parte de los médicos como los que padecen estos síntomas, todo ello va encadenando a que las personas que padecen estos dolores, no se sientan comprendidos, y el no saber qué les ocurre acentúa aún más sus ansiedades y eso a su vez el dolor. Por favor, os pido por favor, que tomen otro camino, investiguen un poco. Pregúntense si cada una de ustedes que padece esa cosa, esos síntomas no están anímicamente mal, padece ansiedad, depresión, etc. Deberían de curar primero el alma, el interior, y luego verán como físicamente la cosa va mejorando, pues no dicen que la cara es el espejo del alma. Si cuando una persona está triste se le nota en la cara, pues imaginaros lo que puede padecer el cuerpo si una persona padece una depresión que la lleva a una ansiedad continua, a sentir todo el tiempo angustia, a tener todo el tiempo el cuerpo en tensión, a dormir por las noches en tensión, levantarse y sentir que no has dormido nada sino todo lo contrario, que has estado corriendo toda la noche. Espero que mi historia sirva para algo. Os digo que ahora soy otra persona, no tengo dolores, y cuando los tengo son mínimos ya que soy consciente de donde provienen y con el deporte y la relajación y la terapia estoy consiguiendo dejar de sentir ningún tipo de dolor. Ahora camino horas y horas, corro si hace falta, hago pesas, hago remo, juego al tenis, monto en bicicleta, llevo una vida normal, por las noches duermo algo mejor, depende del día que haya tenido, pero nada que ver con hace unos años. Bueno, creo que ya he dicho bastante, solo deciros que si tenéis cualquier duda, o algo que queráis compartir, no dudéis en escribirme.
Un besote para todos y todas y mucho ánimo!!! Que esto no es fácil pero no IMPOSIBLE, ES POSIBLE Y MUCHO Y LA PRUEBA SOY YO.
Gracias a todos por haber leído mi historia. [email]chuai72@hotmail.com[/email] [/quote]