Aproximacion teorica hermeneutica implicada en el sistema de proteccion de niños, niñas y adolescentes desde los escenarios escolares venezolanos
Autor: Dra. Anna Rodríguez | Publicado:  21/06/2012 | Medicina Preventiva y Salud Publica , Pediatria y Neonatologia , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Articulos | |
Teoria hermeneutica sistema proteccion infancia escenarios escolares venezolanos .11

A juicio de la investigadora, se infiere que la educación debe rescatar la enseñanza de principios y valores universales que conlleven el desarrollo de sentimientos y actitudes positivas para un progreso conjunto de persona-persona, persona-naturaleza, persona-sociedad, además orientado hacia una formación humana integral.


El ser humano como una totalidad

La dimensión del ser es en sí misma pluridimensional y la finalidad de la mayoría de las entidades prestadoras de servicios de salud se orienta a las dimensiones puramente físicas y biológicas del ser humano, por lo cual ocurre algo paradójico y desconcertante en las ciencias de la salud: la atención se centra en la enfermedad y no en el cuidado de la salud, es decir, se desatiende a la persona integral, sus percepciones, sentimientos y emociones, y los nichos ecológicos con los que interactúa no se tienen en cuenta; esto se refleja en las frecuentes quejas por parte de los usuarios y familiares. (Alonso y De Vásquez, 2003)

El ser humano es un ser integral que se desenvuelve dentro de un ambiente; en él influye un sinnúmero de características biológicas, psicológicas, sociales y espirituales. Está dotado de conciencia, inteligencia, voluntad, intencionalidad, afectividad y creatividad, en síntesis, de una personalidad, que obedece a su ubicación temporal (momento histórico) y espacial (lugar donde habita). (p.34)

El individuo, como se ha mencionado, representa una totalidad imposible de separar en sus dimensiones, ya que no es fácil establecer cuánto influye una sobre las otras o cuánto depende la una de las otras frente al proceso salud-enfermedad. Para efectos didácticos se hace necesario separar al ser humano, de manera que podamos navegar por las dimensiones que lo constituyen, para conseguir aprehender y comprender mejor la complejidad de su atención integral en salud en aras de mejorar su calidad de vida.

Vale destacar, que el trabajador de la salud deberá tener siempre presente que el individuo es un ser integral y el ente principal de atención en salud. Para lograr entender al individuo como un todo se requiere, además del trabajo interdisciplinario y multiprofesional, reflexionar sobre los elementos básicos de la condición humana. Lo anotado debe constituirse en una constante función del profesional de salud, y más si desea mejorar la calidad del sistema de salud.

En consideraciones de Vélez (2006) se puede reseñar que el concepto que tengamos del ser humano depende de la cosmovisión, es decir, de la percepción de nuestro yo y del mundo que nos rodea. Dicha percepción, según Vélez, es el resultado de la ciencia, la filosofía y las creencias adquiridas por cada uno de nosotros. Al tiempo destaca que toda persona debe introspectar los datos y experiencias vividas, analizarlos y formarse su propia idea del ser humano, a esto se lo denomina: cultura. Todos los filósofos, desde Sócrates, han insistido en la necesidad de escarbar dentro de sí, como único método para llegar a la verdadera sabiduría y entender al otro.

Otra intervención valiosa es la que fue focalizada por Sánchez (2005), médico y filósofo, habla sobre el nuevo humanismo y sostiene que, lejos de haberse restablecido la armonía y el equilibrio del ser humano, el hombre se halla desorientado entre la multitud de cosas que lo dominan: La voluntad propia del individuo, sus sentimientos, sus aspiraciones, su vocación, sus fuerzas se revuelven impotentes bajo la máscara que le ha puesto el mundo exterior.

Este autor afirma que el problema se origina en una falsa valoración que tergiversa los valores, es decir, los invierte, y en la ausencia de una escala estimativa de índole universal. La verdadera tragedia de los tiempos actuales se proyecta en carecer de una tabla ideal de valores, de donde se saquen las normas para regular la conducta de los hombres. Hoy en día se puede observar que el individuo no ha entendido cómo vivir en el mundo real; sin embargo, se enfrenta a una nueva cultura consistente en cómo vivir en el ciberespacio. El individuo siempre está en una lucha constante en aras de la conservación de su integridad.

En esta misma perspectiva, Vélez (2006), define al ser humano a partir de tres dimensiones: “El Yo, el Otro y el Universo. La percepción del yo la describe como la percepción más profunda y existencial. Dice, además, que cuando analizamos qué somos, brota inmediatamente el dualismo cuerpo-alma, materia-espíritu” (p.30). Esta concepción es herencia del racionalismo cartesiano. Descartes hablaba de la res extensa, la cual puede mensurarse, y de la res cogitans, no mensurable; de aquí se derivó el concepto de que el humano está compuesto de cuerpo, formado por células y de un principio vital situado en la pineal o en otro sitio. La misma ciencia moderna, tal como lo señala el autor mencionado, ha revaluado este concepto dualista, pues no se puede trazar una línea entre la materia y el principio vital.

El mismo autor plantea que el ser humano tiene características propias, tales como poder exceder los instintos, conciencia del pasado, inquietarse por el futuro, capacidad de intimidad, a la que se le agrega la inteligencia emocional, reconocida en el individuo y estudiada por Goleman (1995), y que hoy en día es considerada de gran valor. De igual manera es preciso mencionar las concepciones de Morín (2008) sobre el pensamiento complejo del individuo, el cual expresa que:

Es necesario responder a la cuestión de la incertidumbre. Es decir, un pensamiento que se bata por una articulación con lo real. Ello quiere decir que la lucha contra la incertidumbre y el combate que utiliza la incertidumbre son inseparables. Dado que la idea de un orden determinista del mundo y de la historia se ha desplomado, usted está obligado a afrontar la incertidumbre; al mismo tiempo, como el mundo del pensamiento reductor y compartimentado muestra cada vez más sus límites y su ceguera, usted debe abordar lo complejo en el sentido literal de la palabra complexus (tejer en conjunto) (p. 2)

Cuando se habla del otro, un componente importante en las sociedades actuales, donde el conflicto es el pan de cada día, resulta imperioso trabajar sobre esta relación, pues el proceso de desarrollo de la humanidad ha hecho que la sociabilidad cada día sea más necesaria, y hoy en día se realiza a velocidades inimaginables por el uso de nuevos sistemas tecnológicos. Lo importante en la relación con el otro no es sólo conocerlo sino respetarlo, ayudarlo a convertirse en un mejor ser y crecer junto a él sin miedos y temores, ya que éstos son la contradicción del amor.


Los Valores y la Familia

Los valores constituyen un complejo y multifacético fenómeno que guarda relación con todas las esferas de la vida humana y de la dinámica familiar. Están vinculados con el mundo social, con la historia, con la subjetividad de las personas, con las instituciones. Realmente se vive un mundo lleno de valores y por supuesto, uno de los ámbitos fundamentales donde los valores tienen su asiento es la familia. Por otra parte, Fabelo (2003) señala que:

La familia posee una significación positiva para la sociedad y en tal sentido es ella misma un valor. Como forma primaria de organización humana, como célula comunitaria existente en cualquier tipo de sociedad, la familia es el primer grupo de referencia para cualquier ser humano, y lo ha sido siempre; hubo familia antes de que aparecieran las naciones, antes de que se concibiera siquiera cualquier otro tipo de vínculo humano. (p.46)

De este modo, la familia está inserta en los más disímiles ámbitos, en los marcos de cualquier clase social, nación Estado, forma civilizadora. Es a través de los vínculos afectivos prevalecientes al interior de la familia, sobre todo en relación con los niños, que se produce la apropiación del lenguaje como medio fundamental de comunicación y socialización, es en ese marco donde se aprende a sentir, a pensar, a concebir el mundo de un determinado modo y se reciben las orientaciones primarias de valor.

En resumidas cuentas, las primeras orientaciones de valor que recibe el niño desde que es bien pequeño son aquellas vinculadas a su propia vivencia, a lo que es imprescindible hacer para garantizarla, a lo que puede constituir un peligro que la amenace. De allí, que las primeras nociones sobre lo que se puede y no se puede o lo que se debe y no se debe tienen el propósito fundamental de garantizar la supervivencia de este pequeño y frágil ser humano. Por consiguiente, Bonet (2004) expresa que:

En el propio seno familiar, se adquieren las primeras normas de conducta y de relación, vinculadas a lo que se considera un comportamiento moralmente bueno y a una adecuada relación de respeto con el otro. Todos estos valores se asumen por el niño en una primera etapa como un proceso lógico y natural de identificación su medio social inmediato –la familia que sintetiza para él lo que es su género humano. Y esto el niño por lo general lo asume sin cuestionarlo. Los padres incluso, en muchas ocasiones, no se preocupan en esta etapa por explicar el por qué, simplemente orientan, a través de un esto o se hace o un haz tal cosa, lo que en su opinión representa una actitud y un comportamiento adecuados (p.49)

De lo expresado por el autor, se puede comentar que es por eso que, los padres se esfuerzan por educar a sus hijos lo mejor que pueden y por lograr para ellos todo lo necesario, pero muchas veces sienten que sus esfuerzos no consiguen lo que pretenden. La energía, tiempo, dinero y cuidados empleados en la educación de los hijos a menudo se cuestiona. Esos hijos felices, seguros de sí mismos, con buenos amigos, que se pretenden, no se están consiguiendo con las pautas de conducta empleadas. De este modo, el olvido y fallo de los padres está en no potenciar la autoestima de sus hijos. La autoestima puede definirse como lo que cada persona siente y opina de sí misma, como la medida en que le agrada su propia forma de ser. Los niños que poseen una autoestima elevada son los que tienen más posibilidades de ser felices en la vida.

En este sentido, se comprende que es en la familia, donde se adquieren las primeras nociones culturales y estéticas y los valores a ellas asociados. Otros valores ideológicos, políticos, filosóficos, también tienen en la familia a uno de los primeros y principales medios de transmisión ya en etapas más avanzadas del desarrollo de la personalidad. Por lo tanto, y debido a la fuerte presencia que tiene la familia en la educación más temprana del niño, su papel es extraordinariamente importante en la configuración del mundo de valores de esa conciencia en formación. La función que en este sentido juega la familia es en realidad insustituible.

Otras partes de este trabajo
Este trabajo consta de distintas partes. A continuación se listan todas:
  1. Aproximacion teorica hermeneutica implicada en el sistema de proteccion de niños, niñas y adolescentes desde los escenarios escolares venezolanos
  2. Aproximacion teorica hermeneutica implicada en el sistema de proteccion de niños, niñas y adolescentes desde los escenarios escolares venezolanos. Anexos

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