Las distintas formas de padecer epididimitis puede variar dependiendo de los síntomas y un estudio médico a tiempo puede evitar complicaciones graves

Los síntomas de la epididimitis además del dolor local, incluyen inflamación de todo el testículo y del cordón espermático que se siente al tacto.
Otros síntomas son: calor en la parte inflamada, dolor abdominal, fiebre, secreción del pene y dificultad para orinar.

En algunos casos, la epididimitis recurre con frecuencia o se vuelve crónica. Si esto sucede, por lo general es secundaria a una prostatitis crónica, a una uretritis, o se debe a que al enfermo le fue colocada una sonda uretral permanente para eliminar la orina.

Para el diagnóstico, el médico urólogo realiza un examen físico y probablemente solicite otros estudios para descartar otro tipo de problemas o hasta cáncer.

Para el tratamiento, si las epididimitis son de origen bacteriano se receta un antibiótico, que por lo general y a opinión del médico, cuando se originó por alguna enfermedad de transmisión sexual, debe ser compartido por la pareja sexual, ya que puede estar contaminada con la misma bacteria. También es importante el uso de condón durante las relaciones, para evitar el contagio

El reposo en cama y la aplicación de paños fríos en el escroto también ayudan a mitigar el dolor lo mismo que el uso de analgésicos recomendados por el médico. Se debe evitar el agua caliente en los testículos, ya que se puede inhibir la producción de esperma.

Si se diagnostica epididimitis, se necesitan estudios adicionales para identificar la causa: análisis de sangre y de orina, cultivos de un posible flujo del pene y secreciones de la próstata. Puede ordenarse un ultrasonido o una tomografía computarizada para descartar un cáncer.

La epididimitis recurrente o crónica es difícil de tratar, sobre todo cuando se debe a una uretritis o una prostatitis que no responden al tratamiento. En estos casos puede considerarse una vasectomía para evitar que las bacterias invadan el epidídimo a través de los conductos deferentes.

Las epididimitis recurrentes ocasionadas por alguna sonda uretral permanente, como en el caso de las diálisis renales, pueden curarse mediante otro método para eliminar la orina, como una abertura –estoma- realizada en la zona púbica. Un tratamiento de último recurso es la extirpación quirúrgica del epidídimo.