Queridos amigos artrodésicos o futuros... la operación que se van a realizar es una operación que cambiará tu vida para siempre. Sólo es justificable si no es soportable el dolor. Os cuento mi caso y mi estado actual.

En Marzo de 2013 me intervinieron, en teoría, de una hernia discal. Digo en teoría porque no fue así. Yo había contratado una microdisectomía, operación mínimamente invasiva de hernia, y me hicieron una laminectomía, eliminación de la lamina trasera de la vertebra. ¿Cómo fue posible esto? Porque se equivocaron de paciente y me operaron por otro. Debido a ese error, se me desestabilizó la columna lumbar.

¿Cómo me dí cuenta? Pues como no aguantaba el dolor de la rehabilitación me hice una resonancia y allí tenía que haber desaparecido la hernia l4-l5 y haber aparecido un dispositivo interespinoso. Pero ni estaba el dispositivo y sí que estaba la hernia. Cuando se lo llevé al cirujano que me operó cambió de color y se puso pálido. Me dieron ganas de matarlo. Empezó a poner todas las excusas que uno se puede imaginar... que la hernia había replicado... en fin... y cuando le pregunté que por qué motivo no estaba el dispositivo colocado, jajaja, me dijo que no lo puso porque no me cabía. Me río por no llorar.

A los 5 meses dí con un excelente neurocirujano y me tuvieron que hacer una super-operación... artrodesis de las vertebras L3-L4-L5-S1. Esto ha cambiado mi vida. Ya no soy el mismo y aún tengo pendiente la demanda que le voy a poner al que me desgració. La última operación ha sido todo un éxito, pero las secuelas y dolores que producen una artrodesis, y más si es tan extensa como la mía, no se quitan con facilidad. Yo ya llevo 9 meses de baja. Y no sé si terminaré perdiendo mi puesto de trabajo.

Si alguno está pensando en el tema de la cirugía para las hernias discales... infórmese bien de qué otras alternativas hay antes de la cirugía. LA CIRUGÍA SIEMPRE ES EL ÚLTIMO RECURSO.